El Gobierno vasco relanza la construcción de edificios de madera
Tras una experiencia piloto en Hondarribia, el Ejecutivo autónomo iniciará este año cuatro proyectos para 100 pisos protegidos en Bilbao y Sestao
En 40 años se han levantado más de 104.000 viviendas protegidas públicas y privadas en Euskadi. El Gobierno vasco ha intentado siempre aprovechar su ... capacidad tractora para acelerar la regeneración urbanística de los municipios promoviendo edificios más modernos y de mayor calidad gracias a novedosas técnicas constructivas que luego copiaron las promotoras particulares. Ahora quiere marcar de nuevo tendencia con una innovadora vuelta al pasado: las estructuras de madera. Tras una prueba piloto de dos bloques para 65 pisos protegidos en Hondarribia, el Ejecutivo autónomo iniciará este año sus primeros cuatro proyectos con 98 inmuebles protegidos en Bizkaia, concretamente en Bilbao y Sestao.
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La actuación más ambiciosa es la de 60 alojamientos dotacionales -minipisos en alquiler con espacios comunes para jóvenes y personas mayores- que el Departamento de Vivienda levantará en la isla de Zorrozaurre, aunque también será el último en ponerse en marcha. «Estamos pendientes del estudio de detalle y las obras no arrancarán probablemente hasta fin de año», apunta el director de Vivienda, Pedro García Astrain. Los que sí tienen ya el proyecto de ejecución listo y pendiente de adjudicar para que las máquinas entren a trabajar antes del verano son dos bloques en Bilbao: uno de 19 viviendas de protección oficial en la calle Monte Eretza y otro de 12 pisos sociales en la calle Gimnasio. En Sestao también se adjudicará «en el primer trimestre del año» la construcción de siete inmuebles sociales para realojos en el barrio de Chávarri. La inversión prevista por el Ejecutivo autónomo para el centenar de inmuebles rondará los 12 millones de euros.
García Astrain destaca las ventajas de las nuevas estructuras de madera. Porque, al margen de admitir que es una de las técnicas constructivas «más antiguas de la humanidad», subraya que hoy nada tiene que ver con lo que se hacía hace siglos. De hecho, apunta que el sistema «no es una estructura clásica de pórticos con vigas y pilares, sino que se adapta al sistema tradicional de albañilería y se emplea madera maciza para hacer los muros y forjados». Los avances tecnológicos y, sobre todo, los novedosos tratamientos que se aplican a este material, «como las técnicas de panel contralaminado de madera CLT», han optimizado mucho su empleo.
Las mejoras son notables en materia de sostenibilidad, ya que su huella medioambiental es hasta «un 75% inferior» a la de una estructura de hormigón o acero. También son construcciones mucho más ligeras «con una buena relación resistencia/peso como material estructural, lo que permite reducir la cimentación».
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La huella medioambiental es hasta «un 75% inferior» a la de una estructura de hormigón o acero
sostenibilidad
Más limpio y menos ruidos
En el terreno más práctico, los beneficios también son notables. El director de Vivienda remarca que estas obras son más secas al exigir menos consumo de agua, más limpias y «generan menores afecciones y ruidos al entorno y a los vecinos». Y, sobre todo, las edificaciones se hacen en menos tiempo al emplearse «materiales terminados que simplemente se montan y no hay que esperar al fraguado del hormigón y su desencofrado». «Al margen de los plazos de los distintos gremios, se ahorra hasta un 30% de tiempo en levantar la estructura del bloque», resume.
Este tipo de sistema, por otra parte, es especialmente adecuado para levantar un edificio entre dos ya existentes, normalmente tras el derribo de otro antiguo. «Se adapta mucho mejor al espacio disponible al tratarse de procesos industrializados y prefabricados y, sobre todo, es menos molesto para los residentes en el entorno».
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Respecto a la creencia de que la madera conlleva mayor riesgo de incendios y de humedades, Pablo García Astrain subraya que hay que «desterrar esos mitos del imaginario colectivo». Según insiste, «es una realidad superada que los avances tecnológicos y las normas técnicas de obligado cumplimiento han erradicado». A su juicio, «los que arden son edificios viejos mal mantenidos y con instalaciones en mal estado».
El director de Vivienda considera que la construcción en madera se asentará en el sector y confía en que proyectos como estos ayuden a que dé el salto definitivo de las casas unifamiliares a la edificación de viviendas por parte de la iniciativa privada. En cualquier caso, tampoco cree que vaya a sustituir al hormigón, «sino que ambos sistemas convivirán».
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