«Las eléctricas han hecho desembalses masivos este año tan seco para forrarse»

- Ahora que todos hablan de sostenibilidad, ¿tan poco se está avanzando realmente?

- No quiero ser injusto y algo sí se mueve, pero muy poco. Y hace falta mayor ambición climática y medidas más decididas. Basta decir que las organizaciones ecologistas cifran en un 55% las emisiones que habría que reducir respecto a las que había en 1990. Pero los políticos dicen que con rebajar un 23% la economía ya hace un esfuerzo muy grande.

- Pero la apuesta por las energías renovables y no contaminantes parece firme...

- Es innegable que se está instalando mucha potencia fotovoltaica, eólica e hidráulica. Aunque es discutible la forma tan desordenada en la que se hace. Y seguimos viendo casos escandalosos...

- ¿Ha habido irregularidades?

- Por ejemplo, aunque hasta hace apenas una semanas hemos tenido un año extremadamente seco, en verano las hidroeléctricas han hecho desembalses masivos para forrarse. Han vendido hasta a 400 euros un kilovatio/hora que realmente les cuesta producir 2,4 euros porque las centrales están ya más que amortizadas. Como el mercado les pagaba al precio del gas, la energía más cara...

- ¿Insinúa que la imagen de los pantanos resecados no tiene que ver solo con la sequía?

- Es una gran desgracia porque al mismo tiempo hemos tenido problemas de abastecimiento de agua. Es verdad que ha llovido poco, y que el regadío consume mucho, pero estas cosas... Hay que tratar mejor los embalses.

- ¿Y es verdad lo de la compra de derechos de emisión de CO2?

- Si España ha cumplido algún objetivo en emisiones es porque compró derechos a terceros países que no contaminan tanto, no por tener una política climática real de reducción de emisiones.

- ¿Por eso han recurrido a la 'justicia climática'?

- Es que hemos agotado todas las opciones posibles. Hicimos un lobby de presión, organizado manifestaciones y acciones de todo tipo, presentado alegaciones lo más sesudas posibles al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC). Y todo esto no está teniendo un reflejo real en un incremento de la política de la ambición climática.

- ¿Están a la altura las administraciones públicas?

- Algunas dejan mensajes devastadores. En España, por ejemplo, buena parte de la contaminación la provocan las 'emisiones difusas', las que provienen sobre todo del transporte, la agricultura y la ganadería. Y aquí nadie se atreve a meterles mano. Y cuando se ha hecho algo como Madrid Central, ha habido oposición política e incluso de los propios tribunales. Y en Burgos, y en Barcelona...

- ¿Y cuál es el estado de salud del colectivo ecologista?

- El camino que nos queda es el de la vía judicial e incrementar la espectacularidad de nuestras acciones, como la de las activistas que se pegaron a los cuadros de las 'Majas' de Goya en el Museo del Prado. En cualquier caso, somos razonablemente optimistas. Además, dada la importancia de la batalla, lo peor sería no pelearla, ¿no? Nos jugamos mucho, garantizar los derechos fundamentales de las generaciones presentes y futuras. Siempre nos tendrán en este lado de la trinchera.