Cuando alguien se va se suele hablar bien de él, y se hace por educación, por compromiso o porque realmente es verdad, como es este ... caso. Yo quiero recordar y loar a Rodolfo Ares por justicia y con franqueza.
Publicidad
Rodolfo ha jugado un papel importante en la política vasca. Yo lo conocí a finales de los 90, en la primera línea del rechazo a ETA, compartiendo concentración o pancarta de personas y partidos unidos por la exigencia de libertad.
Le recuerdo especialmente en las escalinatas del Ayuntamiento de Bilbao, no faltaba nunca. En los peores momentos de nuestra vocación, cuando el punto de mira de ETA nos apuntó particularmente, socialistas y populares, nos dabamos las condolencias con un especial sentimiento. Quizás porque aunque todas las víctimas merecen el mismo reconocimiento a algunas las conocíamos personalmente, o quizás porque por nuestra cabeza rondaba si la próxima concentración sería por alguno de los que allí estábamos.
En aquellos años Rodolfo mantuvo una intensa actividad política. Se movía en barrios de Bilbao, en municipios de Bizkaia o por toda Euskadi. Se le veía un organizador nato, una persona que resolvía cualquier problema o un responsable en el que confiaban sus compañeros de partido. Es decir una de esas personas que es imprescindible para cualquier empresa u organización.
Publicidad
Esa habilidad de liderazgo hábil y conciliador jugó un destacado papel en el acuerdo de alternativa al lehendakari Ibarretxe. En ese cambio de gobierno, y sobre todo en la mayoría parlamentaria que más nos tocaba a nosotros, había discrepancias o recelos que Rodolfo siempre estaba dispuesto a solucionar y calmar.
Me parece que ese talante conciliador fue una característica que hacían de él un gran político. Porque además solía ser exquisito en las formas, de los que ayudan a no enconar los asuntos, de los que se puede hablar aunque no piensen como tú, de los que respetan aunque no compartan. Un histórico político mexicano decía algo que me recuerda a Rodolfo: «En política la forma es fondo», y en su caso la cercanía y las formas siempre le ayudaban.
Publicidad
Desde lejos, pero desde cerca en los recuerdos y en el pésame por la perdida, quiero trasladar con mis condolencias a su familia, a sus compañeros y a sus amigos. Donde esté seguirá organizando con mano izquierda y talante conciliador.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión