Mouliaá presionó a una testigo del 'caso Errejón': «Me quieres joder la vida»

La causa que investiga al exportavoz de Sumar Íñigo Errejón por presunta agresión sexual da un nuevo giro. Las conversaciones del teléfono móvil de Elisa Mouliaá, la actriz y presentadora de televisión que le denunció, revelan que la supuesta víctima presionó a una testigo para que declarara a su favor ante el juez y evitar que le imputaran una «denuncia falsa». Además, reconoció que no considera que los actos fueran constitutivos de delito y justificó haber dado el paso por una «obligación moral» ante la catarata de testimonios anónimos similares.

Según el oficio elaborado por la Policía Nacional en base a las conversaciones aportadas por la propia denunciante, revelado ayer por 'El Confidencial', Mouliaá se puso en contacto en febrero de este año con Soraya, una de las organizadoras de la fiesta en la que el expolítico le habría agredido sexualmente. «No digas nada que me contradiga», le pidió antes de que declarara ante el juez. «Si me citan, me ceñiré a los hechos que yo vi y viví, no a los que otros piensan o dicen de Errejón», le respondió su interlocutora, molesta por los mensajes.

Un mes después, la actriz volvió a escribirle para advertirle de que el día de los hechos bebió «tres copas servidas por Errejón». La testigo le pidió que dejase de enviarle mensajes y de tratar de convencerle «de nada». «Y las copas no las servía Íñigo. Dedícate a decir tu verdad y yo diré la mía. Que juzgue quien tenga que juzgar sobre lo que pasó aquella noche». Mouliaá le acusó de sufrir «un problema mental» por «dejar de apoyar» a su amiga.

En uno de los audios que le envió, la actriz llegó a asegurar que ella no creía que lo que hizo Errejón fuese punible: «Yo tampoco creo que fuese un delito, pero yo tuve que contar lo que a mí me hizo. Todo explotó por denuncias anónimas contra este tío. Yo tengo la obligación moral de contar lo que pasó». Incluso le pidió que no contara lo que ella vivió, sino lo que ella le contó. «Me quieres joder la vida. Me traicionáis, es lo único que sabéis hacerme. No me seas hija de puta. Mentirosa. Esta es la puta realidad y no te atrevas a mentir», le dijo.

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