Cinco paseos cerca de Bilbao

A veces conviene recordar a los clásicos, incluso cuando se trata de paseos. Para que nuestra pereza no tienda a asentarse en el sofá y evitemos la manida frase de: «No voy porque está muy lejos». ¡Acaba con la vagancia! ¿No ves qué buen tiempo hace fuera? Ponte el pantalón corto, coge unas deportivas y ¡arranca! Enchúfate a la música de tu móvil si eres de los que prefieren caminar con ritmo o déjate invadir por el ruido de la naturaleza, incluso por la ausencia de ruido. Te presentamos cinco rutas para las que no hace falta coger el coche, por si pensabas zafarte con la excusa de no tener vehículo.

Con el escritor bilbaíno continuamos, siguiendo una de sus sendas preferidas por Bilbao. La caminata breve e interesante, une el barrio de Atxuri con el Puente de la Peña sobre la calle Santa Isabel. Lo hace en paralelo a la ría, donde gaviotas y otras aves descansan y chapotean. El nombre del paseo se relaciona con el sistema de caños que partían de manantiales cercanos y, pasando por el Pontón, quedaban ocultos bajo losas de arenisca. Trasladaban el agua hasta el alberque de Ibeni, en la calle Ronda. En la parte de Atxuri unos paneles explican la historia del lugar. Ya no existe la Isla San Cristóbal, donde durante años se pescaban angulas. Tampoco los jardines que adornaban el espacio. Sí queda la compañía del agua. La sensación de cambiar la urbe por el pueblo. Y el recuerdo de un Miguel de Unamuno meditabundo, pensando quizá en su próximo libro.

Si nuestra intención era encontrar rutas cercanas, una buena propuesta pasa por rodear Bilbao. Para campeones, o más bien para senderistas que quieran trabajarse la cita deportiva por etapas. Esta joya natural funde parques forestales y urbanos, un total de 71 kilómetros señalizados para andarines. Disponen además de itinerarios auxiliares por los que regresar al eje central, es decir, la ciudad. Así es fácil planificar la elección que prefieras, según las ganas y el tiempo disponible. Entre las cimas a las que ascender destacan Arraiz, Artxanda, Pagasarri, Arnotegi o Avril. Puedes buscar más información para planear tus visitas consultando el mapa en la web www.bilbao.eus

Se cuentan con los dedos de una mano los bilbaínos que nunca han culminado el «Paga». Sus 673 metros no asustan ni a las familias que, con el buen tiempo, ascienden hasta la cima para aprovechar campas y mesas de picnic. Tomar un pintxo de tortilla, un helado o un refresco en el bar. O jugar al aire libre mientras el sol tuesta la piel. La ruta es sencilla, hacia arriba sin pérdida desde Zabalburu por la calle Juan de Garay hasta el complejo de Iberdrola que habrá que rebasar. Seguir subiendo sin hacer trampa (se puede acceder hasta la barrera en coche, pero hoy se trata de no mover ruedas). Tomar el atajo –más corto aunque con mayor pendiente– o sumar metros por la pista. Arriba aguardan pájaros y continuación hacia el Ganekogorta si ha parecido poco (999 m.). «Ceñudo Pagasarri, viejo amigo / de la tristeza de mis mocedades / tu soledad amparó mis soledades / con su rasa verdura como abrigo», escribía Unamuno que, como el resto de locales, observaría desde sus prados 'El botxo'.

Nos alejamos solo un poco de Bilbao en metro. Hasta Santurtzi, donde bajarse en la salida Las Viñas. Para completar un nuevo ascenso, el de los 451 metros del monte Serantes. Una hora bastará para hacer ejercicio y encontrarse con recuerdos de un pasado bélico, con las torres de observación y baterías que pueblan el lugar como fantasmas de lo que fue y no debió haber sido. Para descubrir este magnífico balcón de Bizkaia. Llegados a Santurtzi, al final de la calle Las Viñas hay que seguir la calle Bullón. Notarás que poco a poco la senda se cierra con arbolado, hasta acceder a una zona abierta. Coge el camino asfaltado del medio. Torreón, fuerte y polvorín de El Mazo aguardan en diversos niveles. Las vistas espectaculares esperan arriba del todo.

Metro hasta la parada de Bidezabal. Desde allí, al salir, camina unos pasos hacia la izquierda y toma la primera calle a la derecha, la Avenida del Ángel, hacia el molino de Aixerrota. A un lado quedará la playa de Arrigunaga que vislumbras durante la subida. Delante afronta el recorrido por la costa, con un Cantábrico dibujado por las olas, el faro de Getxo, el fuerte de la Galea y, casi seguro, los aficionados al parapente surcando el aire. Podrás visitar, si lo deseas, las playas de Azkorri, Barinatxe y Sopelana. Aprovechar los bancos sobre el acantilado para mirar el mar o leer. No hace falta que vuelvas sobre tus pasos. Puedes acercarte a Larrabasterra a por el suburbano. Tómate antes un descanso y una cerveza en La Triangu o el Indian Sopelana. Si quieres ejercitar más las piernas, empieza la ruta en el Puente de Bizkaia, recorre todo el paseo marítimo de Getxo hasta el Puerto Viejo y enlaza por allí con Arrigunaga.