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La Llanada alavesa se abre ante dos cicloturistas que participan en uno de los recorridos de Guiartu.
La Llanada alavesa se abre ante dos cicloturistas que participan en uno de los recorridos de Guiartu.

Cuatro planes para mimar el planeta y salir de la rutina

Minimizar nuestra huella sobre el entorno es el objetivo de las actividades que proponemosesta semana

Jueves, 15 de febrero 2024, 19:02

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Placer y responsabilidad pueden caminar de la mano. Evitar fricciones entre ambos conceptos depende también de nosotros, posibles turistas responsables para destinos placenteros. El turismo consciente es necesario, solo tenemos un planeta. Por eso la palabra sostenibilidad forma ya parte del sector. Proponemos alternativas respetuosas con el medio ambiente en Álava, aunque por supuesto hay muchas más. Solo hace falta interiorizar los cuidados a la Tierra y lanzarse.

En bici

Ruta de la Llanada alavesa

«Hacer cicloturismo acerca al sentimiento de libertad. Hay un recorrido seguro que transita por el anillo verde de Vitoria-Gasteiz, el trazado antiguo de la vía del tren Vasco Navarro, el embalse de Ullibarri Gamboa y el Camino de Santiago. Pedalear por la Llanada alavesa es la mejor forma de disfrutar de un entorno que permanecerá en tu memoria», explican desde Guiartu (https://guiartu.es/). El viaje, de dos etapas, combina historia y naturaleza. Acumula 117 kilómetros de deporte y disfrute sin dañar los lugares por los que pasas. Está pensada para todo tipo de público. En bici normal o eléctrica. Con bebé y mascota, incluso.

El primer día parte del centro Ataria, en Vitoria, entrada al parque de Salburua. «Pedaleamos por uno de los humedales continentales más valiosos del País Vasco, protegido por el Convenio de Ramsar de Importancia Internacional y declarado Lugar de Importancia Comunitaria dentro de la Red Europea Natura 2000. Allí conviven decenas de especies, destaca el visón europeo», agregan. La salida se hace por el anillo verde hasta conectar con la vía verde del antiguo tren Vasco Navarro. Por aquí circuló 'El trenico' hasta 1967, unía Bergara con Estella.

«Llegamos a la presa del embalse de Ullibarri Gamboa para tomar la senda junto al pantano repleto de aves. Y comenzamos a pedalear por el Camino Real de Postas que, del siglo XV al XVII, era transitado por correos hacia Francia. Rodeados de campos de cereal y a los pies de los Montes Vascos», añade. Dormirás en Zalduendo. La segunda jornada toma el Camino de Santiago. «En Gazeo, podemos ver una perla del románico alavés, la iglesia de San Martín de Tours, del siglo XIII», narran. Después, el Santuario de Estibaliz. Y regresarás por la vía verde Vasco Navarra hacia Vitoria.

A pie

Cascadas de Corraladas

Cascada del río Corraladas. ANIA FERNANDEZ DE JAUREGUI RELLOSO

El parque natural Gorbeia es un tesoro a proteger. Caminarlo sin ensuciar, respetando la ruta con mimo, no parece tan complicado. Basta dejar todo como lo encontraste, norma que nos enseñaron de pequeños. Puedes llevar a los niños para que la interioricen. Una ruta de 4 kilómetros lineales lleva a este especial rincón. Consulta los datos en https://parquenaturalgorbeia.com/. Y si ha llovido, ¡cuidado con los resbalones!

Llanea por la senda que sale del aparcamiento. En 200 metros llegaréis a un valla para ganado a superar. Aplica la pedagogía de la que hablábamos mostrando a los críos pinos, hayas y robles, que se empapen de lo visto. Descenderás hasta un claro para elegir la derecha por bosque, obedeciendo el GR 282 (aprovecha para explicar aquello de las señales rojas y blancas...). En el paso inferior de la autopista AP68, contemplaréis el cauce del arroyo Corraladas. Superadlo por el puente de piedra, abrid la puerta metálica y atravesad el paso inferior de la autovía.

A medio kilómetro se presenta una bifurcación, toma la derecha. Baja y, en diez minutos, hallarás tu destino. Si hay agua suficiente, fluirá una primera cascada más pequeña; otra más alta algo abajo. Por el cauce del arroyo, en 200 metros, esperan saltos de agua juguetones. Un paraíso natural para comprender que otros seres habitan nuestro entorno... y tienen derechos.

Para descansar

Kora Green City

Terraza de Kora Green City. Erlantz Biderbost

El concepto es más habitual en el resto de Europa, menos por estos lares, por eso, de momento, ya te apuntas casi a un estreno. Apartahoteles conoces, 'eco-friendlys' ya menos. A qué se refieren con eso: a alojamientos creados para un viaje consciente. «Para descansar en un estudio climatizado por el interior de la tierra, geotérmico, donde la energía del sol calienta el agua con la que te duchas. Un edificio que respira para hacer que duermas mejor, donde al alojarte reduces tu huella ecológica. Un alojamiento que tiene la eficiencia energética en su ADN y que no utiliza energías fósiles dentro del edificio». Lo explican sus promotores (www.koragreencity.com) para dejar claras las ventajas.

Hablan de calor de hogar y sensibilidad por el entorno, dos puntos imprescindibles que no están reñidos. Respaldan sus palabras que se trata del edificio 'passivhaus' con mayor capacidad alojativa de Europa.

Añadimos diseño moderno, pero en absoluto frío; colorista, aunque elegante; repleto de firmas vascas. Uno de esos lugares donde entran ganas de quedarse, de hecho, nace para permanecer unos días o durante largas estancias. Con ventajas cien por cien locales en busca de proximidad... Ofrecen gratis Gasteiz freetour todos los días; gastrotour viernes de noche; yoga domingos por la mañana; vermú en la magnífica azotea con explicaciones sobre la ciudad los sábados. Una azotea desde la que ver las torres de los edificios más espectaculares de Vitoria, «con atardeceres de película e 'infinity pool'», aclaran.

Cuenta, además, con alquiler de bicis y Vitoria bike experience. O lleva la tuya y apárcala allí, hay un pequeño sector de mantenimiento y limpieza para 'dos ruedas'. Los amantes del buen comer y las reuniones gastronómicas pueden alquilar un txoko encantador donde el chef del Sua mostrará su arte. Nota: todos los estudios y apartamentos cuentan con cocina y zona de trabajo, aunque si necesitas más hueco hay espacio de coworking. ¡Ah!, y no olvides admirar el mural de Junita Makina en 'The Kantine' (para amantes del sushi). Encontrarás retazos en las paredes cuando vayas a dormir, pero disfrutarlo en conjunto es un lujo.

Para observar

Parque ornitológico Mendixur

Una joven utiliza sus prismáticos en Mendixur. josé montes

Nos referimos a una de las zonas más buscadas para la observación de aves, más de 70 hectáreas que forman parte de la Red Natura 2000. No hace falta ser experto, solo tener ganas de pasar horas distintas, revisando pacientemente el ir y venir de sus 'vecinos' (pueden llegar a sumar más de 100 especies a lo largo del año). Ubicado en las colas de la zona sur del embalse de Ullíbarri-Gamboa, Humedal Ramsar de Importancia Internacional, sus aguas someras vivieron un proceso de naturalización adorado por animales de ambiente acuático.

Hay dos sendas. La Biributxi, con algo más de un kilómetro, hasta el observatorio de Buceadores, al borde del agua. Y la de Errekabarri, de 600 metros, donde el camino de la derecha llega al observatorio de Carboneros y el de la izquierda al de Trogloditas. Aprovecha los bancos y paneles informativos. Entre chopos, sauces, árboles acuáticos, especies autóctonas, arbustos y flores. Para buscar somormujos, fochas o zampullines, por ejemplo. Revisa los itinerarios y especificaciones en www.araba.eus.

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