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Cinco rutas para descubrir paisajes de libro
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Cinco rutas para descubrir paisajes de libro

Leer es un placer, y conocer los escenarios que inspiraron libros y vidas otro. No hace falta viajar lejos para seguir la pista de escritores y escritoras expertos en letras y caminos

Viernes, 14 de marzo 2025, 00:25

No hace falta haber leído el libro para disfrutar de una visita literaria, aunque obviamente ayuda. Acudir con todas las páginas revisadas puntúa para matrícula de honor, pero apuntarse sin haberlo abierto y llegar a casa con ganas de empezar es síntoma de que la ruta ha suscitado interés, y mostrar interés por algo, especialmente por la lectura, suma nota. Así que elige una de estas posibilidades para empezar y adéntrate en otro tipo de turismo que conecta con el paisaje, la historia y una trama pensada para entretener, hacer pensar o acompañar. Porque los libros son esos amigos que nunca te dejarán sentir solo, y las rutas literarias permiten disfrutarlos en grupo.

Bizkaia

Ondarroa

Antonio Real Hurtado

El pueblo costero ha estrenado ya la ruta 'Kaliangora, maria behera'-'Calle arriba, marea abajo'. Arranca en Kanttoipe, y obedece los lugares que aparecen en dos libros, 'Ondarroako piratak' de Ana Urkiza y 'Bilbao-New York-Bilbao' de Kirmen Uribe. Homenajea a ambos escritores nacidos en sus calles, que además ponen voz a sus propios pasajes. Urkiza narra la historia de un niño tímido de Bilbao que no quiere trasladarse a Ondarroa porque cree que allí se aburrirá, sin presentir que se convertirá en escenario de muchas aventuras. Uribe relata un vuelo entre el aeropuerto de La Paloma en Loiu y el JFK de Nueva York, mientras desgrana la existencia de varias generaciones pertenecientes a una misma familia gracias a un libro que obtuvo el Premio Nacional de Narrativa 2009.

El objetivo de la ruta pasa por descubrir los pasajes y escenarios más emblemáticos de ambas obras. ¿Cómo? Acercándose hasta rincones significativos donde aguardan placas con códigos QR. Placas escritas en euskera, QR que permiten escuchar las voces en castellano, inglés, catalán y gallego. Así logrará el visitante acceder a los mensajes multimedia, a los narradores que detallan la relación de cada entorno con la obra, las experiencias vitales y los fragmentos.

Lugares como la Kofradia Zahara, Arraun Elkartea, Sabin Arana, Kalehandi, el Ayuntamiento, Txakur Txiki Zubia, Andra Mari Eliza, Antiguako Amaren baseliza... «En el pueblo hay una gran tradición de maquetistas de barcos. La maqueta más antigua que se conserva es una fragata, del siglo XIX, que está colgada en la ermita de La Antigua», narra Uribe en la novela.

Gipuzkoa

Pasaia

Adobe Stock

«Hablamos de una bahía que esconde historias interesantes además de un paisaje embaucador, mucho más bonita cuando te la cuentan que si solo vas a verla. La visita la hacemos a pie o en barco, recorriendo los cuatro distritos. Incluso la gente de aquí descubre cosas. Como la formación del distrito de Trintxerpe, la única calle de San Juan, el papel fundamental de las mujeres en el pueblo…», comenta Maider Pérez, guía de una visita literaria inspirada en los libros 'El Faro del Silencio' de Ibon Martín y 'Los Privilegios del ángel' de Dolores Redondo (https://euskaditurismodenovela.com/).

En la primera novela, el cuerpo de una mujer aparece a los pies de un faro de la costa vasca. Sobre Leire, una escritora bilbaína, caen las sospechosa, pues es ella quien encuentra el cadáver. Obligada a investigar, pronto se dará cuenta de que está ante un imitador del Sacamantecas, el asesino en serie que aterrorizó Vitoria en el siglo XIX. El escritor donostiarra convierte a Pasaia en parte de este thriller, los lugares que describe son reales, incluido el Faro de la Plata, cuya imagen aparece en la cubierta del libro. Enamorado de los paisajes vascos, su carrera literaria empezó con narrativa de viajes y la edición de guías. «Por mis libros de excursiones, conozco muy bien la geografía del País Vasco y Navarra», comenta.

El barquero que cruza de Pasajes de San Juan a Pasajes de San Pedro es uno de los personajes. Salpica de tradición páginas en las que la protagonista, Leire, rema en la trainera de San Juan. La ruta literaria se puede reservar en formato corto o largo, desde lo más básico, tour a pie cruzando en la motora, hasta una inmersión cultural completa conociendo los secretos de la bahía desde el mar y visitando el museo Albaola. Habla también de películas y series grabadas allí, de otro libros y de personajes históricos como el Marqués de Lafayette o Blas de Lez, además del escritor Victor Hugo. Por supuesto, llega hasta el Faro de la Plata y el Faro de Senekozuloa, por lo que sirve para entender el funcionamiento del puerto.

Se centra especialmente también en la primera novela creada por Dolores Redondo, que habla de dos amigas inseparables de cinco años, Pakutxa y Celeste, una pérdida inasumible y una vida a la deriva. De muelles, pesca y estibadores; juegos, complicidades y travesuras. «Soy una de esas personas que recuerdan su infancia con todo lujo de detalles, puedo reproducir conversaciones enteras. Cuando era pequeña y vivía en Pasaia, los fines de semana a menudo iba hasta la punta de las bocanas del puerto, en Ondartxu, y pasaba el día jugando. Durante años fui muy buena amiga de la hija de los guardas del Varadero Azkorreta, que ocupaba ese rincón antes que el actual museo», comenta la autora nacida en Donostia.

Cantabria

Molledo

Cavia

Tal vez sorprenda a algunos, pero nos trasladamos a la provincia vecina para asistir a una ruta literaria dedicada al escritor Miguel Delibes. 'El camino' es el nombre del libro que la inspira y el de este paseo que recuerda una obra donde adquieren fuerte presencia la naturaleza, las costumbres de la época, el amor, la amistad y la muerte, temas que el autor vallisoletano ha plasmado en muchos de sus trabajos (https://elcaminoenmolledo.wixsite.com/rutaliteraria). Delibes recrea el paisaje del pueblo y del valle con gran fidelidad y lo convierte en el escenario integrador de la vida de sus personajes. 

«De este paisaje, tres elementos forman el hilo conductor y están presentes en la novela: la vía del ferrocarril, la carretera y el río», explican los impulsores del paseo que puede seguirse de manera particular, con la señalización de los lugares clave gracias a tótems, placas y códigos QR que incluyen fragmentos y descripción de personajes, entre otros aspectos, o de manera guiada, acompañados por Carmen Múgica Ceballos, profesora jubilada de Lengua y Literatura, quien comparte con el visitante todo su conocimiento y su pasión por el libro.

Molledo aguarda en la cuenca alta del Besaya, limita al norte y oeste con el municipio de Arenas de Iguña, al sur con Bárcena de Pie de Concha y San Miguel de Aguayo y al este con Luena. Es uno de los municipios que conforman el Valle de Iguña y destaca por sus construcciones civiles y religiosas. «Desde que empecé a escribir, me ha movido una obsesión antiprogreso no porque la máquina me parezca mala en sí, sino por el lugar en que la hemos colocado con respecto al hombre […] El hombre, nos guste o no, tiene sus raíces en la naturaleza y al desarraigarlo con el señuelo de la técnica, lo hemos despojado de su esencia», defendía el escritor que en esta localidad encontró precisamente arraigo. «En 'El camino' me despojé por primera vez de lo postizo y salí a cuerpo limpio… ser fiel a uno mismo, escribir como se es», comentaba en el prólogo de la obra.

La ruta arranca en el Puente del Rey y continúa por otros rincones como la iglesia, la plaza o la bolera, además de por la casa familiar, porque el abuelo paterno, Fréderic Pierre Delibes Roux, llegó a España desde Toulose en 1860 para trabajar en el ferrocarril Alar-Santander, justo en el tramo de Pesquera a Molledo. Estableció su residencia allí, donde conoció y se casó con Saturnina Cortés Villegas, y donde nacieron sus tres hijos, Luis, Enriqueta y Adolfo, el padre de Miguel.

La familia se trasladaría a Valladolid en 1890, pero conservó ese hogar donde pasaban casi todos los veranos. Los recuerdos infantiles inspiraron la obra. Molledo siempre tuvo espacio en el corazón del escritor, que eligió la casa y el pueblo para pasar su luna de miel. Por eso en 2009 fue nombrado Hijo Adoptivo.

Burgos

Lerma

Ricardo Ordóñez

José Zorrilla es el autor al que dedica este municipio burgalés su recuerdo, un corto paseo urbano de 700 metros, con inicio y final en el Ayuntamiento de Lerma-Centro de Iniciativas Turísticas de Lerma. Recorrerás las mismas calles en las que el poeta se enamoró, pasó malos momentos, cultivó amistades y escribió algunos de sus versos más bellos. «¡Río Arlanza! ¡río Arlanza, / Que el florido campo pules / Derramándote en holganza, / Tan frágil es mi esperanza / Como tus ondas azules!». Su obra más conocida, Don Juan Tenorio, está dedicada a una de aquellas amistades que empezó en la villa ducal, «para que su nombre viviera con el mío unos cuantos días más después de nuestra muerte», dijo. Solo hace falta seguir las flechas naranjas.

Originario de Valladolid, el autor del siglo XIX estudió interno en el Real Seminario de Nobles de Madrid, pero la muerte de Fernando VII cambió la suerte de su familia y las Guerras Carlistas obligaron al destierro a Lerma. Más tarde, sus padres le mandaron a Toledo a estudiar leyes, aunque él prefería leer a Walter Scott y Espronceda. Fue en el funeral de Mariano José de Larra, en 1837, cuando adquirió fama tras leer un poema. Se convirtió en el poeta del pueblo y dominó la escena española hasta que un mal matrimonio le enfrentó con la familia y tuvo que abandonar el teatro. Emigraría a Francia y México antes de volver a España, donde falleció pobre en 1893.

Por qué esa localidad, lo entenderá el turista literario en el Mirador de los Arcos de Santa Clara cuando hable de la familia burgalesa de su madre y de su tío Zoilo Moral, canónigo de la Colegiata de Lerma. Profundizará en su vida justo en el cruce de caminos y bajada al Redondal, donde describe malos trances sufridos por sus desplazamientos. En el Mirador de San Pedro traslada la grave enfermedad de su padre y sus malos resultados en los estudios. En los Jardines de la Colegiata de San Pedro, el amor a Catalina. Habrá que fijarse en la casa donde residió, en la calle que lleva su nombre, a cuya ventana se asomaba sonámbulo y desnudo. En el cruce de la calle José Zorrilla con la calle Mayor menciona a su gran amigo Paco Vallejo, corregidor de Lerma e inspirador del Tenorio. En la biblioteca municipal y la Plaza Mayor confiesa que llegó a odiar su obra más conocida por la mala gestión de los derechos de autor. «Don Juan no me deja ni envejecer ni morir; Don Juan me centuplica anualmente la popularidad y el cariño que por él m etiene el pueblo español; por él soy el poeta más conocido hasta en los pueblos más pequeños de España y por él solo no puedo morir en la miseria ni en el olvido; mi drama Don Juan Tenorio es al mismo tiempo mi título de nobleza y mi patente de pobre de solemnidad», escribió.

Gipuzkoa

Donostia

Arizmendi

«La visita al cementerio de Polloe es interesante para conocer el crecimiento de la ciudad y personajes históricos que se encuentran enterrados, como Clara Campoamor, el artista gráfico Chumy Chúmez, el escritor Miguel Mihura o el pintor Ignacio Zuloaga», comentan desde la organización cuando se les pregunta por la ruta cultural del camposanto donostiarra (https://euskaditurismodenovela.com/).

Las visitas se realizan en grupos máximos de 8 personas y los participantes eligen día y hora. «La creación del cementerio ayuda a entender también cómo ha ido creciendo la ciudad», añaden. Ubicado en el barrio de Egia, nació tras constatar, a finales del siglo XIX, la insuficiencia de los viejos. Inaugurado el 12 de agosto de 1878, guarda monumentos oficiales de varias épocas.

La ruta menciona a escritores locales y no pasan desapercibidos personajes ilustres como el dramaturgo, historietista y periodista Miguel Mihura, que firmó entre otras obras 'Tres sombreros de copa' y 'Ninette y un señor de Murcia'. «El humor es un género literario al que se suelen dedicar los poetas cuando la poesía no da lo suficiente para vivir bien», escribiría. Aunque nació en Madrid, quería descansar eternamente junto a sus padres, en el panteón familiar.

Comparte destino final con Clara Campoamor, impulsora del sufragio femenino en España, incluido en la Constitución de 1931 y ejercido por primera vez en las elecciones de 1933. Debido a la guerra civil, debió huir y murió exiliada en Suiza. Su cuerpo no podía enterrarse en el país natal, pero sus cenizas fueron trasladadas clandestinamente al panteón de los Monsó Riu, pues Clara había sido madrina de la familia. Frente a ella aguarda la tumba de Lolo Rico, escritora, guionista y realizadora de televisión famosa por haber creado 'La bola de cristal'. Quedarán figuras como el periodista y escritor Francisco Grandmontagne, uno de los desconocidos de la generación del 98 o LuisMartín-Santos Ribera, escritor y psiquiatra vitoriano, autor de 'Tiempo de silencio', considerada una de las mejores obras españolas del siglo XX.

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