Devotos de la tradición

Un talante admirable. Este grupo de amigos de Belakiak apenas soltaron el vaso entre el viernes y ayer. Poco les importó, tienen un remedio infalible. «Este traje da superpoderes, te quita hasta la resaca», bromearon con mucha seguridad. «Hemos apretado un buen almuerzo después de ofrecer las flores a la patrona y a seguir con el programa».

No parece que entre estas amigas de Jatorrak hubiese dos novatas. Llevaban el traje de neska como si lo hubiesen hecho toda la vida. «Llevamos un año esperando este momento... El día 5 es sagrado», admitieron con firmeza. «Tenemos muchísima ilusión. Esperamos aguantar todas las fiestas», rieron las aprendices.

Empezaron vistiéndose algunas, pero fue inevitable que el resto les siguiera la corriente. «Parte de nosotras somos de Gipuzkoa, pero llevamos muchos años en Vitoria. Lo que importa es el sentimiento», prometen. ¿Los planes? «Nos tomamos el día con calma, no hay ninguna prisa. Con este solazo y amigas, no necesitamos nada más».

A las 12 de la mañana ya estaban cerveza en mano en Mateo Moraza. Les sirvió como calentamiento de lo que les llegó después: su primer paseíllo con Bereziak. «Vivir la fiesta de día y en grupo es otra experiencia. Increíble, lo cambia todo», afirmaron después de recordar que en Santiago también se habían unido a la fiesta.

Estos amigos de la cuadrilla Hegotarrak se están «adaptando» a la Blanca con 'peques'. «Lo estamos disfrutando igual, pero es distinto», señalaron. «Tanto que vamos a empezar a hacer una comuna de ropa de niños. Cada vez son más», comentaron risueños. Ayer, después del poteo, les tocó una buena comida en Falerina y el paseíllo en el bar Iriko.

Antes de nada, advirtieron que el tambor no se toca como en la foto. Tuvieron que madrugar, después de acostarse a las tres y media el viernes, para hacer música (de una manera correcta) en la ofrenda floral con la cuadrilla Zoroak. No lo sufrieron en exceso. «Se puede», apostillaron. «Tenemos la edad perfecta para disfrutar a tope de las fiestas. Santiago fue el tráiler y teníamos muchísimas ganas».

Dos vitorianas y dos valencianas con el accesorio estrella de las fiestas, los brillantitos en la cara. «Dan un toque», se justificaron entre risas. «Vemos mucho más ambiente que otras veces. Aunque las ganas siempre son las mismas», dijeron ilusionadas.

Antes veían el paseíllo desde fuera y ahora, por fin, están dentro. En concreto, de Nekazariak. «Siempre habíamos vivido las fiestas de noche y nos apetecía aprovechar más el día. Nosotras tuvimos suerte porque es complicado que te cojan. Preguntamos a seis y sólo nos aceptaron en dos. Lo estamos pasando genial», aclararon.

El sentimiento se mantiene implacable año tras año, pero los gustos... van variando. Estas jóvenes treintañeras se han vestido de neskas «desde siempre». «Antes lo hacíamos de azul, de 'arrantzales'. Ya queríamos dar el salto a un traje más elegante», explicaron antes de llenar la tripa y con el pensamiento en la verbena de la noche.