32 variedades de tortilla y productos a la brasa al alcance de todos

Carlos Toro junto su mujer, Alejandra Sánchez, se hizo cargo de La Ofi en el Parque Tecnológico de Derio-Zamudio cuando acabó la pandemia. Desde 2019 atendía, en el mismo espacio, la tienda de bocadillos Denda. La Ofi es un local espacioso que se ha convertido en una referencia hostelera en el entorno. Tiene capacidad para 68 comensales en su interior, un comedor privado para 32 personas y una amplia terraza para otras 60.

En este establecimiento los empleados de las empresas del entorno pueden ir a desayunar cada mañana a partir de las siete. La barra está bien surtida durante todo el día con buenos pintxos y hasta 32 variedades de tortilla y los sábados ofrecen rabas, caracolillos o quisquillón. De lunes a viernes tienen un plato del día, además de una pequeña carta y menús concertados. El fin de semana disponen de un menú especial. La Ofi es un sitio ideal para organizar comidas de grupos, despedidas y todo tipo de eventos.

Carlos vino a Bilbao de vacaciones en el año 2000 desde su Santiago de Chile natal y acabó quedándose a vivir aquí. Es un hombre que reconoce y agradece a quienes le enseñaron en sus comienzos todo lo que sabe de hostelería. Agradecido con Ángel Llamazares, que fue el primero que le contrató en el restaurante Don Peppone de Las Arenas; con Mari Luz Llamazares, que le formó en cómo tratar con los clientes, y con Jorge Lamas, responsable del bar Kaixo y del restaurante El Puente de Las Arenas, con el que ha compartido largas conversaciones sobre hotelería y que le enseñó a hacer las rabas como dios manda. Carlos ahora trastea en los fogones de La Ofi tras haber trabajado en el Vía Veneto de Santurtzi y en la Oficina de Txutxi. Alejandra Sánchez, su mujer, natural de la localidad venezolana de Nirgua, se encarga de la sala del local. Trabajó como relaciones públicas en restaurantes de Perú y en el Beti Lagunak de Romo, donde conoció a Carlos.

En La Ofi casi todos los productos de hacen a la brasa. Antes del primer plato sacan a la mesa un alioli adictivo. El festín gastronómico puede comenzar con croquetas de bacalao –cremosas en su interior y crujientes por fuera– y tartar de tomate –en temporada se los traen de una huerta de Lezama–, perfectamente picados y aderezados con aceite de oliva y aguacate, que es una delicia. Los puerros a la parrilla con salsa de hongos son un plato que sorprende por el toque ahumado y el intenso sabor de las setas

Se puede continuar con pulpo a la brasa, perfecto de punto, con patata asada y costilla a la brasa a baja temperatura, caramelizada y cuya carne se separa limpiamente del hueso. Como postre no se pierdan la piña a la parrilla. Se flambea antes de servirla al cliente y se acompaña con helado de yogur o vainilla.

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