Sergio Turull conquista Bilbao en su reto solidario de 2.500 kilómetros por el cáncer infantil

«Hemos recaudado cerca de 50.000 euros para la Fundación Juegaterapia y, sobre todo, estamos haciendo ruido en todas las ciudades, moviendo a la gente por salud», ha explicado Turull tras completar el recorrido por las calles de la villa. A las 08:30 de la mañana, más de 200 corredores se han concentrado en el parque de Doña Casilda para sumarse a la causa. Él ha aparecido puntual, megáfono en mano, y ha dado las instrucciones para la jornada: vueltas de entre 7 y 8 kilómetros que han partido desde el paseo de la ría, frente al Guggenheim, han cruzado el puente del Ayuntamiento y han llegado hasta el Itsasmuseum, con un punto de avituallamiento ofrecido por la marca Vitamin Well, que le acompaña durante el reto.

A pesar del cansancio acumulado y de algunas molestias físicas -ha arrastrado un pinzamiento en el glúteo, que ya mejora, aunque por un dolor en el tobillo ha tenido que correr parte del recorrido por el césped-, Turull ha completado los 50 kilómetros con una sonrisa y su energía ha contagiado al pelotón que le ha acompañado hasta el final. «La comunidad del running se ha volcado con la causa. Es muy bonito y reconfortante. Yo tengo días duros, pero ellos me levantan», ha reconocido.

Bilbao no le ha resultado ajena. Ya había participado en la Bilbao Night Marathon, pero esta vez el reto tiene una dimensión mayor: completar 2.500 kilómetros en menos de dos meses, una hazaña que combina resistencia, compromiso social y mucha fuerza mental. «En el ultrafondo siempre va a haber problemas. Son muchos días, muchos factores... Pero tenemos experiencia, entrenamiento, muchas horas y años detrás para poder solucionarlos. Estamos luchando día a día sin pensar en lo que queda, sino viviendo el momento y disfrutando con la gente», ha asegurado.

Su siguiente parada será San Sebastián. Allí continuará sumando kilómetros y recaudando fondos para una causa que corre mucho más allá del asfalto.