Azkena Rock Festival

16 recomendaciones más allá de las estrellas

El público del Azkena acude al recinto de Mendizabala con la seguridad de que va a salir satisfecho. Más allá de que haya escrutado el cartel con mimo o simplemente le suenen algunos nombres, sabe que alguno le gustará, incluso con el gusanillo latente de que hará algún descubrimiento. Y en situación de alarma siempre podrá recurrir a la carpa de Trashville, donde más que conciertos se asiste a espectáculos con gente muy diversa (algunos hasta dan miedo). Ocho periodistas de ELCORREO, asiduos al festival, han hecho una selección personal y no vinculante de conciertos que les llaman la atención por unos u otros motivos. Hay quien tira a los clásicos, encarnados por Los Sírex, en versión nacional, o Jane's Addiction, llamando al rock alternativo desde los 80. También hay alguna referencia a Carlos Tarque, que en el Azkena dejará claro que su rock tiene fondo o a gente como Ty Segall, a quien su cara de no haber roto un plato lo desmiente una guitarra que echa fuego. También les llaman la atención los llodianos de Moonshine Wagon o el rockabilly a mil por hora de La Perra Blanco. El Azkena da para todo porque sus organizadores quieren que quepan todas las variantes del rock, simple y llanamente. Imposible quedar mal.

Jane's Addiction| Jueves, God, 23.3

Antes de la irrupción de Nirvana con 'Nevermind' (1991), estaban ellos a la cabeza del llamado rock alternativo. Son Jane's Addiction y llegan a Vitoria con su formación clásica, liderada por Perry Farrell y de nuevo con Eric Avery al bajo, el otro cerebro del grupo. Junto a los Pixies y Sonic Youth pusieron la banda sonora a la transición entre los años ochenta underground y los noventa de la MTV. Su canción 'Stop!', del disco 'Ritual de lo Habitual', lo dice todo: fiereza, alucinación, hedonismo y surf. 'Here we go!...'

Pi L.T. (Sábado, God, 18.05)

PiL.T. supieron encajar los teclados en su particular visión del metal. Fundados en Mungia en 1992, reescribieron el rock en euskera más internacional hasta el auge de Berri Txarrak. Con influencias de Faith No More, son el ejemplo de superbanda. Los dos bajistas que ha tenido el grupo -Txarlie Solano, también en Mäbu; y David González, aliado de Gorka Urbizu- conviven en directo con el inquieto Rafa Rueda, Aitor Abio y Xanpe a las baquetas. 'Hil da Jainkoa' aún retumba en el amanecer del Antzoki. Pero tienen mejores.

Whispering Sons (Jueves, Respect, 20.05)

Resulta imposible hablar de la banda belga sin referirse a la voz de la cantante, Fenne Kuppens: gravísima, tan profunda como si brotase de la tierra o del interior del oyente, parece un instrumento diseñado especialmente para transmitir la desesperanza y la angustia propias del post-punk. Además, dicen quienes han visto a Whispering Sons en directo que, sobre el escenario, la vocalista se transforma en una fiera atormentada y sufriente, que exorciza sus demonios con el frenético abandono de un Ian Curtis.

Bala (Viernes, God, 17.30)

Que nadie se engañe: a lo mejor Anxela y Violeta, las componentes de Bala, pueden parecer poca cosa en la inmensidad del escenario principal del ARF, pero en su caso sería un error muy grave confundir masa con potencia. El dúo gallego sacudirá un mazazo brutal a los asistentes de esa hora plácida de la sobremesa, con su música extrema desde el punto de vista sonoro y también desde el emocional. Un guitarrazo y un golpe de batería de Bala se bastan para concentrar una intensidad abrumadora.

La Perra Blanco (Viernes, Love, 19:20)

La vi de casualidad en la carpa Trashville del Azkena 2022, llovía ligeramente y buscaba guarecerme. Y allí estaba esta fuerza de la naturaleza, una rockabilly cantando y tocando a mil por hora, haciendo bailar a todos como si no hubiera un mañana. Con mi maldita tendencia a buscar parecidos, pensé que era como si Amy Winehouse, con todo su carisma, su moño XXL y sus rabos en los ojos, hubiera resucitado en forma de esta bomba de Cádiz de nombre Alba Blanco que gustaría al mismísimo Brian Setzer.

Moonshine Wagon (Sábado, Love, 18:00)

El sábado se intentará un completo, pues hay interés en aguantar hasta la fiesta de Aka Pintxadiscos a las 4:00 (Rat Hole). Empezaremos el día a las 18 en la América profunda con Moonshine Wagon, que con sus camisas de leñador sin mangas y sus luengas barbas nos harán creer que los sonidos salidos de sus banjos y mandolinas provienen de la cuna del (heavy) bluegrass y no de la propia Vitoria, que pisan poco; en 6 años han dado más de mil conciertos por Europa y América. Ojalá tocaran después los Crazy Jazzers.

Los Sírex (Jueves, Trashville, 22.30)

Es repasar la biografía de los barceloneses Los Sírex y el año de formación de la banda produce vértigo:1959. Es decir, no existían todavía ni los Beatles ni los Rolling Stones pero estos chavales ya estaban dándole a las guitarras en pleno Franquismo cuando casi ni se sabía lo que era el rock and roll. 65 años más tarde, estos pioneros siguen dando guerra liderados por Leslie, su incombustible cantante octogenario, que entonará auténticos himnos añejos como 'La escoba' o 'Que se mueran los feos'. No se lo pierdan.

Lendakaris Muertos (Sábado, Love, 01.50)

A estas alturas poca cosa nueva se puede decir sobre los navarros Lendakaris Muertos, que llevan 20 años sobre los escenarios con su propuesta machacona de punk del bueno de cuatro acordes y, como ellos mismo presumen, ¡sin punteos! La novedad es que llegan al Azkena con uno de sus mejores discos bajo el brazo, 'Mucho asco (casi) todo', en el que reparten contra Pedro Sánchez, Pablo Echenique, el Osasuna o Carolina Durante, entre otros. Un cierre de festival irreverente y, sobre todo, divertídisimo.

A eso de las 0.45 del viernes se lo estará pasando genial en The Queens of The Stone Age, le parecerá un sacrilegio largarse de allí para enfilar hacia la carpa Trashville y escuchar a un tipo que quizás ni siquiera le suene, que está en las letras más diminutas del cartel. Un consejo de amigo: hágalo. No se lo piense. ¿Que la cuadrilla no le sigue? Déjelos ahí con sus katxis. La del bueno de Les Greene –tan excesivo, tan poco heteronormativo– es una voz estratosférica. Lo demostró versionando 'Tutti Frutti' en el biopic de Elvis. Va a flipar. De nada.

Vaaaale, sí, es cierto que, a lo sumo, ahora aquella dulce niña Carolina a la que el propio Tarque le cantaba en 2001 –por cierto, hoy, con esa canción se izarían unas cuantas 'red flags'– será como mucho una cuarentona. El caso es que el líder de M Clan lleva tiempo haciendo todo lo posible por sacudirse aquel pelotazo. Lo logra con esta banda paralela, en la que ha juntado a un 'power trío' de nivelón como esa eminencia que es Carlos Raya, Coki Giménez y Chapo González. El mejor directo de una banda de rock (maduro) nacional ahorita mismo. Palabra.

Ty Segall luce una sólida discografía basada siempre en la sorpresa y la actitud rupturista. Compositor, multintrumentista, dominador de las asimetrías rítmicas y los acordes disonantes, cada una de sus obras es una invitación a mandar los prejuicios al garete. Amante de los sonidos acústicos, pero también de las guitarras crudas, el músico californiano es maestro modelador de canciones. Su último disco 'Three Bells' es un ejemplo más de lisergia sonora y armonías vocales que recuerdan a los Beatles más tardíos.

Llegan desde Nashville, pero en su sonido no hay una sola brizna de hierba country. El cuarteto liderado por el bajista y voz Charles Michael Parks despacha un rock pesado, con largos desarrollos progresivos, guitarras de alta densidad y el blues como veneno. El 'riff' bien marcado y circular es la principal arma de una agrupación de sonido machacón, con tintes stoner y reminiscencias de Blue Cheer. En temas como 'When God Comes Back' copian sin sonrojo al 'Black Dog' zeppeliniano. ¿Y quién no?

Elegido en su día como uno de los mejores 100 guitarristas de la historia del rock por la revista Rolling Stone, Warren Haynes (Asheville, Carolina del Norte, 1960) participa como epítome del genuino rock sudista. No en vano ha sido componente de The Allman Brothers Band (1987-1997) y fundador de los más espesos Gov't Mule (1997), que ya han tocado en Mendizabala en 2005, 2008 y 2010. Aunque se prodiga en solitario, viene a en cuarteto, y repasará muchas canciones de Gov't Mule y de los Allman ('Old friend', 'Melissa').

La veteranísima Mavis Staples (Chicago, Illinois, 1939), cantante, actriz y activista, vinculada a Martin Luther King y obamita antes de que naciera Obama, se hizo popular en The Staple Singers, punta de lanza en la lucha por los derechos civiles de los 60-70, un grupo familiar de góspel social dirigido por su padre, el patriarca Pops Staples (1914-2000). Su gran éxito fue 'Respect yourself'. En vivo no duda en ejercer de predicadora y probablemente versione el 'Slippery People' de los Talking Heads.

Al cantautor Glen Hansard la mayoría lo conoce por la película 'Once' (2007). Allí daba vida a un cantante que repartía su tiempo entre tocar en la calle y trabajar en la tienda de música de su padre. Con ese aclamado musical sin demasiados artificios, el irlandés se llevó a ganar el Oscar a mejor canción. Ese ascenso fulgurante ha llegado a deslucir su trabajo posterior. Sin embargo, Hansard es un artista folkie y letrista más que solvente. Con un repertorio ideal para las últimas horas de la tarde.

El nombre del grupo se escribe con letra pequeña, todo en minúscula: entropía. Aparece también en la parte baja del cartel. No se engañen. Aunque toquen a la hora de la siesta, el grupo vitoriano está llamado a entrar en esa 'playlist de descubrimientos de Mendizabala. Sobre todo para aquellos a los que le guste Ty Segall, All Them Witches o Pshychedelic Porn Crumpets. Con su segundo disco de rock espacial, 'Eclipses', se confirma una de las bandas de más interesantes del panorama vasco.

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