Así podría ser la jornada laboral de 4 días en España

Gobierno y Más País pactan un programa piloto para ayudar a empresas que quieran implantar la semana de cuatro días o 32 horas

Miércoles, 3 de febrero 2021

El debate sobre la conveniencia de acortar la semana laboral vuelve a reavivarse. En este caso, por el acuerdo al que llegaron la semana pasada el Gobierno y Más País (la formación liderada por Iñigo Errejón) para poner en marcha un plan piloto de semana laboral de cuatro días o 32 horas. Un programa que destinará 50 millones de euros a ayudar a las empresas que se ofrezcan voluntarias para implantar este calendario de trabajo.

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Ambas partes concretarán detalles la semana que viene, pero la idea es que esas compañías reciban un complemento que les permita mantener intactos los salarios hasta que se consolidara el pretendido incremento de producción derivado del mayor rendimiento del empleado. Esta medida se enmarcará en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, y el dinero para financiarla vendrá de los fondos europeos.

La reducción de la semana laboral es una reivindicación que Más País incluye en sus estatutos, y que introdujo en su último programa electoral. El partido político presentó una enmienda referida a este asunto en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), pero entonces fue desestimada por el Ejecutivo. Ahora, sin embargo, el Gobierno ha aceptado la propuesta de la formación de izquierdas a cambio de su apoyo parlamentario para el reparto de los fondos europeos.

Mas País defiende que el mantenimiento de una jornada laboral «artificialmente alta tiene efectos perversos en la segmentación del mercado de trabajo, donde actualmente conviven el desempleo estructural con jornadas laborales excesivas, que terminan resintiendo la salud laboral nacional». Por contra, las jornadas más cortas «intensifican el rendimiento y mejoran la productividad por hora trabajada». Además, tienen efectos ambientales «muy positivos, ya que posibilitarían pautas de consumo menos compulsivas y más sostenibles».

Podemos, a través de su lider y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ya mostró el pasado mes de diciembre su apoyo a esta medida. La respuesta de los empresarios al pronunciamiento de Iglesias no pudo ser más contundente. «No vamos a contestar a ocurrencias que se le ocurren cualquier día a alguien. Estamos en una situación bastante seria, así que la CEOE no va a estar haciendo comunicados cada vez que a alguien se le ocurra una cosa. Es la negociación colectiva la que tiene que gestionar estos temas», dijo el presidente de la patronal, Antonio Garamendi.

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Dificultades para el sector servicios

Los detractores de esta forma de organizar el trabajo argumentan además que no es adaptable a todos los sectores productivos. Por ejemplo, creen que las actividades del sector servicios (en el que se encuadra aproximadamente el 42% de las empresas españolas) tendrían dificultades para cubrir ciertos espacios temporales. Y ponen como ejemplo a los bares, restaurantes o peluquerías.

También creen que la contratación que presumiblemente conllevará el acortamiento de la semana laboral no aumentará el mismo volumen en el que se reducen las horas de trabajo del empleado. Y que, además, no es una reforma que se pueda aprobar vía decreto: debería ser una decisión adoptada en el seno de la empresa y que nazca de la negociación colectiva.

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Incluso algunos sindicatos han apuntado que es más urgente solucionar otros problemas, como el hecho de que numerosas empresas aún no han habilitado el registro de jornada, por lo que en muchas de ellas se 'meten' horas extra que a veces ni siquiera se pagan.

No todas las empresas opinan igual que el presidente de la patronal. Por ejemplo, las integradas en la plataforma 4suma, coalición de empresas y trabajadores que promueve la reducción de la semana laboral. Esta asociación cree que ese acortamiento se puede hacer con y sin reducción de horas de trabajo. Es decir, trabajar las mismas horas (40) pero repartidas en cuatro jornadas. Sin embargo, apuesta por reducir las horas en la misma proporción (un 20%), de forma que la semana quedaría fijada en 4 jornadas de ocho horas. Eso sí, manteniendo el mismo salario.

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Su propuesta no sólo se refiere a las empresas, sino también a los centros educativos y a las Administraciones Públicas. ¿Y cómo se articularía el teletrabajo, una modalidad en auge tras la llegada de la pandemia? La plataforma propone teletrabajar dos días y trabajar presencialmente otros dos. Su presidenta, María Díaz, es copropietaria de la cadena de restaurantes la Francachela, que el año pasado implantó la reducción de jornada.

«Las dos propietarias somos madres, con sus necesidades de conciliación. Cuando reabrimos los restaurantes tras el confinamiento, decidimos que no podíamos mantener este modelo insostenible. Pero la reducción de jornada no sólo es una solución para conciliar, sino también para producir una transformación de la cultura de la empresa e innovación en los mecanismos y procesos que usamos», declaraba días atrás en Onda Cero. «Hemos introducido tecnología y la forma en la que trabajamos todos para que los trabajadores hiciéramos menos horas y se adaptaran a las circunstancias de la pandemia y para ser más productivo. Y lo estamos consiguiendo. Nuestro resultado este año es positivo», añadía.

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Los pioneros jiennenses

La empresa Software DELSOL acaparaba hace más de un año los focos de la actualidad laboral cuando decidió implantar la semana laboral de cuatro días. La compañía jiennense cree que el balance de su experiencia es positivo: los trabajadores mantienen los objetivos pese a la reducción de horas trabajadas, ha bajado el absentismo laboral, e incluso «ha aumentado el orgullo de pertenencia a la empresa». Pero creen que quizá no sirva para todo tipo de compañías.

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