Doble brecha en la renta de los vascos: de clase social y de género

Los peores años de la crisis, los inmediatamente posteriores a 2011, han impactado mucho más en la renta de los trabajadores vascos menos preparados. Entre ese año y 2016, los ingresos medios anuales percibidos por las personas que ejercen profesiones superiores (como directores, gerentes, o profesionales liberales) crecieron un 8%, mientras que los de los obreros no cualificados descendieron un 1,6%. Son datos incluidos en la 'Estadística de Renta Personal y Familiar 2016' elaborada por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

El informe, en el que han colaborado las diputaciones forales de los tres territorios, analiza la renta de los vascos desde una perspectiva socioeconómica, pero también de género. Y ahí queda reflejada una doble brecha. Por un lado, la que separa la renta de los profesionales más cualificados de los que no lo son. Y por otro, entre lo que ingresan los hombres y mujeres de la misma condición socioeconómica.

El estudio desvela que un trabajador con una profesión superior obtuvo en 2016 (último año analizado) una media de 40.517 euros en forma de renta del trabajo, capitales mobiliario e inmobiliario, renta de actividades y transferencias. La cifra supera en un 27% lo que ingresaban diez años antes. El crecimiento de la renta personal resultó más modesto en el caso de las profesiones intermedias y empleados: de 20.865 euros en 2006 pasaron a 23.021 (+10%) en 2016. Los obreros cualificados también han visto incrementarse su renta en un 22% durante esa década (de 22.224 euros de media hasta los 27.223 euros). Sin embargo, lo no cualificados ingresaban en 2016 sólo 14.934 euros, lo que supone un raquítico incremento del 2,5%. Y si se toma como referencia el año 2011, incluso han perdido ingresos (15.174 euros).

El informe constata «una desigual distribución de la renta entre hombres y mujeres», puesto que los primeros obtuvieron en 2016 unos ingresos medios de 25.696 euros, y ellas de sólo 15.578 euros, lo que supone un 39% menos. Si se consideran sólo las personas ocupadas (las que trabajan), la brecha es prácticamente la misma, puesto que los hombres con empleo obtienen una renta media de 33.140 euros, y las mujeres de 23.497 euros.

La desigualdad es patente en las escalas profesionales superiores, donde un hombre percibe una renta media de 47.915 euros, y una mujer 34.505 euros (un 28% menos). Y si se toma como referencia la categoría de directores gerentes, con rentas muy elevadas, ellos ingresan 64.416 euros anuales, mientras que las mujeres con la misma profesión se han de conformar con un 36% menos (40.979 euros). En las escalas inferiores la brecha es menor. Según el informe, en el grupo de operadores de maquinaria se da una diferencia de 'sólo' 4.158 euros entre ellos y ellas.

María Silvestre, doctora en Ciencias Políticas y Sociología. Profesora Titular de la Universidad de Deusto, comenta al respecto que «si bien es cierto que en términos absolutos es mayor en los puestos directivos, ya que hablamos de salarios más altos, en términos relativos el impacto de la brecha salarial de género en los empleos menos cualificados es mayor, porque implica mucha mayor precariedad para las mujeres».

La máxima responsable del DeustoBarómetro Social cree que el estudio demuestra «dos tipos de brecha». Por un lado, «la salarial de género», y por otro, «la de clase». «Asistimos a dos formas de desigualdad: la que existe entre los ingresos percibidos por mujeres y hombres y la existente en el incremento de los ingresos percibidos en empleos cualificados y en empleos no cualificados», añade.