Siemens Gamesa insiste en que es «inevitable» abordar un duro ajuste laboral

La dirección de Siemens Gamesa ha reiterado a los sindicatos CC OO, UGT y ELA que el ajuste de plantilla en la compañía es «inevitable», debido a la complicada situación económica que atraviesa y a la necesidad de reducir el peso de algunos departamentos, en especial de lo que se conoce como 'servicios centrales'. El mensaje ha sido transmitido en la reunión celebrada hoy jueves por el director corporativo de recursos humanos, Javier Fernández Combarro, a los representantes sindicales de CC OO, UGT y ELA en un encuentro celebrado en las oficinas de Zamudio.

El encuentro ha servido como arranque de la 'mesa de empleo', un mecanismo de diálogo entre la empresa y los representantes de la plantilla y que está fijado en el convenio como paso previo a la adopción de cualquier medida de ajuste laboral. La empresa está obligada a convocarla y a mantenerla durante un mínimo de dos meses, en un intento de alcanzar acuerdos que permitan salidas voluntarias in recurrir a la presentación de un ERE. Como ya es conocido, Siemens Gamesa ha planteado la reducción de 2.900 puestos de trabajo en todo el mundo, de los cuales 475 corresponderían a España. Ambas cifras suponen el 10% de la plantilla total y en España.

En el encuentro, la empresa no ha avanzado más detalles sobre el perfil concreto de ese excedente ni su localización geográfica exacta, al tiempo que tampoco ha concretado la oferta que está dispuesta a realizar para atraer voluntarios a este plan de ajuste. De nuevo se insiste en la idea de que la reducción de plantilla no afectará a las factorías industriales y sí a los servicios centrales, lo que en términos coloquiales se conoce como 'administración'. Una fuerza laboral que en el caso de Siemens Gamesa está muy repartida entre las sedes de Zamudio, Madrid y Sarriguren, en Navarra.

La empresa también ha insistido –ya lo había anticipado días atrás– que el excedente neto se puede reducir a 352 empleados. Y ello porque 80 ya han abandonado la empresa al finalizar sus contratos de trabajo eventual y se estima que en los próximos dos años –el plazo que la multinacional se ha dado para ejecutar la reducción de plantilla– se producirá 43 bajas de «rotación natural». Esto es, salidas de personas que dejan la empresa por decisión propia o al alcanzar la edad de jubilación.

Por su parte, el sindicato ELA ha emitido un comunicado en el que denuncia que «la falta de información añade más tensión sobre una plantilla que se enfrenta al tercer proceso de ajuste en los últimos cuatro años». Con ello el sindicato llama la atención sobre la indefinición que mantiene la compañía desde que anunció este recorte de plantilla, hace ahora dos semanas. En la misma línea, este sindicato ha exigido «garantía de empleo» y un plan industrial que permita consolidar la actividad de la compañía de cara al futuro.

Hace apenas unos días la multinacional despidió de forma fulminante e incluso contundente al máximo responsable de la división de generación terrestre, el área en el que se concentran la mayor parte de los males de la compañía. Lars Bondo, que ha sido durante los dos últimos años jefe de ese área, fue cesado y la explicación que se dio a los empleados dejaba poco espacio para las contemplaciones. Su salida, argumentó el consejero delegado Jochen Eickholt en un comunicado remitido a todos los empleados, se producía por «la necesidad de hacer cambios en la división terrestre, debido a las pérdidas y el continuo bajo rendimiento que nos han obligado a lanzar varias advertencia de incumplimientos de resultados, así como una masiva desviación de márgenes, cartera de pedidos, previsiones y planes de negocio». Bondo es el tercer responsable de la división terrestre que abandona su cargo desde que se produjo la fusión de Siemens y Gamesa a mediados de 2017.

Por otra parte, se da como seguro que en los próximos meses habrá un relevo en la presidencia de la empresa. Un cargo que en la actualidad ostenta Miguel Ángel López y que previsiblemente recaerá en Christian Bruch, consejero delegado y primer ejecutivo de Siemens Energy, la firma propietaria de Siemens Gamesa.

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