Indemnizan a unos vecinos con 3.000 euros por los ruidos del trinquete
Un juez obliga al ayuntamiento a reformar las instalaciones y pagar a los demandantes por el daño moral ocasionado
Manuel García
Lunes, 10 de febrero 2025, 11:49
Siete vecinos de la localidad Pobla de Vallbona, en Valencia, serán indemnizados con 3.000 euros cada uno por los ruidos provenientes del trinquete municipal. Este grupo denunció los hechos en diciembre de 2023 tras años de quejas ante los responsables del ayuntamiento y ahora el juzgado de lo contencioso administrativo número 10 de Valencia les ha dado la razón. En la sentencia se condena al Consistorio a pagar a los denunciantes por el daño moral ocasionado hasta que se solucione la problemática y a asumir las costas procesales.
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Este grupo de vecinos son propietarios de viviendas contiguas al trinquete y afirman que desde que se reformaron las instalaciones en 2018 los ruidos han ido a más y vulneran directamente sus derechos fundamentales.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso Las Provincias, el juzgado estima que se han infringido los derechos fundamentales a la intimidad domiciliaria (artículo 18 de la Constitución Española) y a la integridad moral (artículo 15) de los demandantes debido al exceso de ruido. Además de indemnizar a los vecinos afectados, el Consistorio deberá reformar las instalaciones. El juez plantea dos escenarios: o bien el cerramiento completo del trinquete -que está abierto al exterior por su parte superior- o bien el cese de actividad. Fuentes del Consistorio han confirmado a Las Provincias que no van a recurrir la sentencia en su contra.
Las molestias se iniciaron tras las obras que realizó el área de Deportes, con Compromís en el gobierno, a partir de 2018 y que modificaron su acústica, amplió los horarios e incrementó las actividades a todas horas en dicho recinto deportivo, con todo lo cual, se empezaron a producir continuas emisiones acústicas, reclamaciones y denuncias. Los vecinos aportaron partes médicos sobre los efectos que este ruido tenía sobre su descanso. Alguno de ellos apuntó que estas exposiciones ruidosas le habían provocado «una importante afección en su descanso, nocturno y diurno, en su estado, y, por tanto, en toda su vida personal». Además, las mediciones realizadas durante la celebración de algunas competiciones señalaron que se superaban los niveles de decibelios legales.
El señalamiento resalta que «el recinto de juego está abierto al exterior por su parte superior, con muros laterales y frontales de hasta 6,8 metros de altura, que hacen de caja de reverberación que, ante la imposibilidad de absorber y mitigar el sonido, tanto de impactos como aéreo, se transmite notablemente, incluso amplificándose». Así pues, para un correcto funcionamiento de la instalación sería necesario ejecutar el cierre adecuado de la parte superior, es decir, el cerramiento completo del trinquete con un aislamiento apropiado, actuación técnica que no se puede acometer.
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