Bizkaia cuenta ya con su EPSV de empleo con la que llegar a 140.000 personas

La puesta en funcionamiento de un sistema de previsión social asociado a la negociación colectiva en Euskadi es un viejo deseo de las instituciones. El modelo de EPSV está fuertemente arraigado como herramienta de ahorro de los vascos, pero no ha sido una prioridad en el diálogo social. Por ello, lo que propició Etorkizuna fue la legislación en España, que instauró la figura de los planes de pensiones de empleo. Así, al trasladarse a Bizkaia el convenio de la construcción, el acuerdo de sindicatos y empresas del sector (Ascobi) recogió esta opción abriendo la oportunidad a Cebek para crear esta figura que aspira a ir extendiendo al resto de ámbitos según se renueven sus convenios.

En el arranque, Etorkizuna cuenta con un patrimonio de 3,95 millones, 6.193 socios y 747 empresas adheridas a la entidad que ha encargado la gestión de sus recursos a Kutxabank. La EPSV recogerá las aportaciones que hagan las empresas por sus empleados y las que estos también suscriban de parte de su salario. Un modelo por el que el Gobierno vasco viene apostando para desarrollar este complemento a las jubilaciones públicas y que las diputaciones han primado fiscalmente en la última reforma de impuestos.

En la asamblea celebrada ayer, se eligió también a la junta de gobierno de Etorkizuna. Está formada por doce vocales y la presidencia, así como la secretaría, recaerán en Cebek, mientras que el sindicato mayoritario en la construcción, CC OO, asumirá la vicepresidencia y la vicesecretaría. Al final, a pesar de las negociaciones mantenidas durante los últimos doce meses, ELA, LAB y UGT no participarán del órgano de gobierno de la EPSV.

ELA ha mostrado su rechazo a que un acuerdo en el ámbito de la construcción luego se extienda al resto de sectores donde la relación.

Etorkizuna está abierta también a recoger a empresas de Álava, donde el sector de la construcción se encuentra en la misma situación. El convenio colectivo integró la aportación a un plan de pensiones por parte de trabajadores y empresas, pero sin crear una figura propia en Álava, al estilo de la de Gipuzkoa o como la recién constituida en Bizakia. Así las cosas, las aportaciones que en Álava se están depositando en la herramienta que gestiona en el conjunto de España Caixabank. Eso sí, en la firma final se recogió una cláusula para poder constituir una EPSV en Álava a la que trasladar el patrimonio o utilizar la de Bizkaia para simplificar el proceso de gestión.