Maier logra industrializar la producción de viseras para sanitarios en sólo una semana

¡Lo han logrado! En una semana de intensísimo trabajo dos empresas vizcaínas, la cooperativa Maier y la firma Walter Pack, han logrado industrializar el proceso de producción de viseras para usos sanitarios, incluyendo la estructura de la visera y la pantalla protectora. Esta industrialización permite que tengan una capacidad para realizar 1.600 kits completos al día, embalados y etiquetados. Y para su transporte cuentan con la colaboración de Transportes Carmelo, de Gernika.

Ha sido una carrera contra reloj, en sólo siete días, para estas dos empresas que habitualmente operan como suministradores del sector de componentes de automoción. Y todo ha sido con trabajo voluntario, altruista y la producción se dona íntegramente.

Garikoitz Azkuna, ingeniero de Maier, relata con gran emoción que «ayer sábado enviamos en taxi 180 kits al Hospital de Cruces y antes de acabar el día suministramos ya 1.500 kits. Hemos seguido trabajando toda la noche, no paramos».

Maier es un gran grupo cooperativo, con su sede principal en Gernika, además de otras plantas productivas en Navarra, Galicia, Chequia, Reino Unido, India, Italia, China y México, que se integra dentro de Corporación Mondragón. En sus instalaciones vizcaínas trabajan habitualmente unas 1.100 personas, pero en la actualidad están paradas como consecuencia del coronavirus, salvo la labor voluntaria que han emprendido.

Por su parte, las instalaciones de Igorre son el origen y cabecera del grupo Walter Pack, nacido en 1992, que tiene plantas en India, México. Su núcleo de negocio son piezas plásticas decoradas para el sector de automoción, electrónica y aplicaciones domésticas. Está integrado en Ner Group, alianza empresarial promovida en 2010 por Koldo Saratxaga, que también zse caracteriza por su implicación con causas sociales y solidarias.

Tras fabricar un molde y adaptar una línea de producción, Maier calculaba que podría sacar su primera gran producción el lunes 30 de marzo, pero tras unos días frenéticos, lo han logrado hoy mismo. Todo en exactamente siete días. El suministro de las viseras se entrega de forma centralizada a Osakidetza, que será después quien las reparta donde sean necesarias.

Con los cronómetros en marcha como si se tratase de una carrera de Fórmula 1... el domingo 22 de marzo, los técnicos del centro tecnológico de Maier reciben la petición del Hospital de Cruces para ver si pueden fabricar sistemas de protección para el personal sanitario. Ambas partes ya se conocían porque no es la primera vez que esta cooperativa colabora en labores de responsabilidad social con el hospital. Al mismo tiempo los técnicos de Maier habían tomado contacto también con la comunidad de voluntarios 'Makers' que está movilizando a miles de personas para colaborar con impresoras 3D en la impresión de viseras, que les aportan su experiencia.

Garikoitz Azkuna, ingeniero del centro tecnológico de Maier, que tras disponer de un diseño «reutilizamos un molde que ya estaba fuera de uso y empezamos a trabajar para adaptarlo para hacer la visera«. Después contactaron con Walter Pack «que también dispone de moldes para hacer las pantallas de PVC transparentes». Con trabajo en equipo y muchas horas han logrado un sistema de producción industrial y la logística de reparto también altruista de mano de Transportes Carmelo, de Gernika.

En esta frenética semana se han hecho muchas pruebas técnicas y de calidad, colaborando también con el centro tecnológico Tknika.

Garikoitz no puede evitar la emoción al asegurar que «la suerte la hemos tenido nosotros, por poder ayudar. Teníamos muchísimas ganas de poder hacer algo, colaborar en algo así nos ayuda a sobrellevar mejor toda esta situación«.

En Maier son cerca de 15 personas las que han estado los últimos ocho días trabajando sin cesar, en turnos de 4 o 5 personas para cumplir con las normativas de distancias y seguridad sanitaria entre ellos.