El Portugalete mantiene las cuotas para sus socios

El Portugalete ha celebrado la habitual Asamblea General de Socios en Santa Clara. A pesar de las constantes quebraderos de cabeza que provoca la pandemia en cuanto a materias de organización, se ha tratado de una asamblea que ha transcurrido con total normalidad, sin prácticamente ninguna oposición a los diferentes puntos propuestos por el club. De hecho, no ha habido ningún voto en contra en ninguna de las cuatro materias tratadas, tan solo cuatro abstenciones acumuladas en todas las votaciones. Se ha aprovado el acta de la anterior temporada, el balance económico del curso pasado, el presupuesto para la presente campaña y las cuotas de socios.

En cuanto a las cuotas de socios, el Portugalete ha anunciado que se mantendrían los precios de la pasada temporada, por lo que continúan siendo 150€ el abono normal, 130€ para los mayores de 65 años, 90€ para los mayores de 75, 80€ para los menores de 24 y 15€ para los menores de 14. Eduardo Rivacoba, presidente del conjunto jarrillero, entiende que esta acción supone «un descuento implícito», ya que «no es lo mismo venir a ver a equipos de Segunda B que de Tercera», ha mencionado. De hecho, se ha basado en el aumento de veinte euros en las cuotas que se llevó a cabo la última vez que el club ascendió a la categoría de bronce. De este modo, la directiva portugaluja quiere compensar a sus socios por los partidos suspendidos la pasada temporada a causa del COVID-19. Las 45 personas presentes no mostraron ninguna reticencia y votaron a favor.

Por otra parte, el presupuesto ha aumentado considerablemente desde el anterior curso. La pasada temporada, el Portugalete contaba con un presupuesto de 476.000 euros. Esta vez, ha incrementado en un 46% debido al ascenso y se ha fijado en 695.000 euros. Lo único que tuvo cierta polémica en la asamblea fue el hecho de que, para abordar el aforo máximo de 600 personas que se permite en esta situación –cien personas corresponden a jugadores, directivos, empleados del campo, etc.-, un total de 180 socios tienen que situarse en la grada ecológica sentados. Esta parte del campo no goza de ninguna cubierta, ni siquiera de asientos fijos, por lo que si llueve, la estancia en esta parte del campo es prácticamente insostenible.