Simon Carr estrenó su palmarés en Ordizia. nippo

El británico Simon Carr gana bajo la lluvia la Clásica de Ordizia

El joven corredor del Nippo decidió la prueba en la subida final a Abalzisketa, con el alavés Unai Cuadrado en quinta posición

Lunes, 12 de octubre 2020, 14:47

En el corazón de Gipuzkoa, metida en una nube y bajo una incesante lluvia que oscureció el día, la Clásica de Ordizia descubrió a Simon Carr (Nippo-Delko), un británico de 22 años criado en Francia que ganó porque fue el más fuerte en esta carrera trasladada a otoño por la pandemia. Mejor joven en la recién terminada Vuelta a Portugal, Carr atacó en el último paso por Abaltzisketa. Cogió los metros suficientes para alcanzar la meta con una veintena de segundos sobre Kyle Murphy, Winner Anacona y Jefferson Cepeda. A unos segundos apareció el quinto clasificado, el alavés Unai Cuadrado, que cerró así la temporada de su equipo, el Euskaltel-Euskadi.

Publicidad

El mal tiempo ayudó a hacer la selección. En los primeros giros al circuito Txomin Juaristi sumó puntos para el premio de la montaña. A la última vuelta, de 35 kilómetros, llegaron con aliento una treintena de dorsales, con el Caja Rural al mando. En la subida a Altzo se movió la baza del conjunto navarro, el ecuatoriano Jefferson Cepeda. Ahí ya se vio que Carr y Anacona eran candidatos al triunfo.

Quedaba Abaltzisketa, tres kilómetros empapados y cuesta arriba. Cepeda insistió. Sólo le siguieron Anacona, Murphy y Carr, que les remachó con la cima a la vista. El joven británico mantuvo su escasa renta en los diez kilómetros hasta Ordizia, donde celebró su primer triunfo profesional. 

La carrera guipuzcoana, que ya suma 97 ediciones, está acostumbrada a sacar nuevos talentos. Carr es el último. Sus padres ya vivían en Francia antes de que él naciera, pero decidieron que viniera a mundo en Gran Bretaña. Creció al sol de la costa azul gala. Probó como piloto de karts y le fue bien, pero la familia no tenía dinero para un deporte tan caro. Hizo sus pinitos en el atletismo. Aunque brillaba tuvo que dejarlo porque tiene un pierna más larga que la otra y eso le provocaba lesiones. Luego, en una carrera escolar de mountain bike vio que se le daba bien escalar. Y se apuntó a un club ciclista.

Formado en el equipo filial del Nippo-Delko Marsella, ganó una etapa en la Vuelta a Bidasoa y otra en la Vuelta a Navarra como amateur. Ya profesional, ha destacado en la pasada Vuelta a Portugal. Acabó cuarto en una de las etapas más duras. Con ese ritmo se presentó en Ordizia donde, bajo el diluvio, salió a flote su clase como ciclista. Ya hay otro británico que llama a la puerta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad