Oyarbide, en pleno tramo de sterrato el sábado. Naike Ereñozaga

La Strade Bianche más compleja para Lourdes Oyarbide

La ciclista de Eguino, todavía lejos de su mejor forma, no pudo terminar el sábado en su cuarta participación en la clásica italiana

Mikel Uriarte

Martes, 5 de marzo 2024, 00:52

A pesar de su experiencia y de haber disputado ya con la del pasado sábado cuatro ediciones de la Strade Bianche, Lourdes Oyarbide ha regresado ... a casa más cansada que nunca. Esta vez no pudo cruzar la línea de meta de Siena, algo que sí consiguió en 2018. Y es que los pequeños cambios de recorrido que introdujo la organización con bastante desnivel en alguno de ellos causaron una ristra de abandonos notable; sólo fueron 55 las clasificadas. «Ahí es donde se ve que una carrera es dura», apunta. A la alavesa le sacaron los jueces cuando había cumplimentado un centenar de kilómetros. «Ha sido un fin de semana en el que no han salido los objetivos. Los tramos de sterrato estaban perfectos, pero resultó muy exigente, la vez que más para mí», confesaba ayer a EL CORREO poco antes de llegar ayer a Araia.

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No sólo se topó con piedras sueltas, baches o barro. Todas las participantes querían estar bien colocadas para no sufrir algún susto y eso elevaba la tensión. «Se rodaba fácil, pero luego cuenta mucho ser habilidosa. Sí que había zonas con gravilla suelta y en algunas bajadas había que ir con más cuidado, pero en general estaba bastante compacto. Si te encuentras algún agujero y eres capaz de saltarlo o esquivarlo, no tenías ningún problema», reconoce Oyarbide,

El famoso tramo seis hizo verdaderos estragos en el pelotón. Las favoritas elevaron su ritmo de pedaleo para hacer una primera selección y ahí no pudo estar la integrante del Laboral Kutxa. De haberlo conseguido, quién sabe si al menos hubiese tenido la recompensa de sentir el calor de un público entregado en las céntricas calles de la ciudad transalpina. «Eran diez kilómetros con bastante desnivel y fue ahí donde se hizo el corte decisivo. Las que tienen más motor tiraron para adelante y provocaron la sangría. En una carrera así es difícil que todo salga bien. Me quedé por fuerzas, no por errores. Tenía las piernas que tenía y no hay más que decir», rememora la corredora alavesa.

Normandía, la siguiente cita

Pese a la complejidad del momento también sacó conclusiones positivas. «Es un privilegio poder estar en una cita como esta, con las mejores del Mundo. Lo que pude recorrer, lo disfruté», destacaba la ciclista alavesa. Y es que de todas sus actuaciones saca conclusiones. De las que no salen tan bien aprende cosas para poder mejorar. En este caso le queda un margen para llegar al estado de forma que pretende alcanzar. «Estoy un poco lejos de donde me gustaría estar, aunque no me obsesiono. La temporada es larga. El único secreto es el trabajo», asume.

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Un par de días de descanso y vuelta a pedalear por Asparrena para enfocar su siguiente cita competitiva, el Tour de Normandía del 14 al 17 de marzo. Luego tiene intención de irse a Sierra Nevada a entrenar en altura durante cuatro semanas. Sesiones de trabajo con mejor temperatura y en condiciones idóneas para alcanzar la forma adecuada.

Son dos meses ya de aventura deportiva con el maillot del Laboral Kutxa y ciertamente se muesta satisfecha de cómo marchan las cosas. «Tengo un buen calendario, con gente que sabe lo que quiere. Estoy contenta, aunque es verdad que me hubiese gustado haber empezado con algo más de nivel. En el equipo me transmiten confianza y seguro que se la devolverá a lo largo del año», admite Lourdes Oyarbide.

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