Primeras broncas en 'Secret Story': la vasca Alatzne contra las gemelas musulmanas
Un nuevo concursante entró a la casa provocando el caos y las gemelas chocan con Alatzne -a quien llaman 'la Cuqui'- porque les dijo que tenían carácter
Poco más de dos días llevan encerrados y ya se ha liado. 'Secret Story', el 'Gran Hermano' rebautizado que ahora pueblan anónimos, ya se ha instalado en el conflicto. Y una de las señaladas es la vasca Alatzne, que ha chocado con las hermanas Laila y Nissy. Lo único que hizo es señalar, de muy buenas maneras, el carácter que tienen las gemelas y éstas no recibieron de buena gana la crítica de su compañera, a la que llaman 'la Cuqui', en referencia al personaje de 'La que se avecina'. «Ojalá se pareciese a ella con la cara de orco que tiene», llegó a decir la pareja de «musulmanas modernas», como ellas mismas se definen. Y todo porque Alatzne comentó que les veía capaces de «tener un arranquito» de vez en cuando. «Nos ve rivales fuertes y como es mayor y calculadora…», cavilaban las hermanas. «Me fastidia que se va a vender como la primera bronca de la casa y yo no he sido consciente de nada», se lamentaba la técnico de emergencias. Al final limaron asperezas, pero cuidado porque donde hubo fuego…
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Laila y Nissy también se enzarzaron con Elena, una sevillana que no traga a las mellizas. «Ninguna de las dos es muy lista, no suman una neurona», sentenciaba entre amigos. Aunque lo que más dolió es una reflexión que hizo en el jacuzzi. La joven opinó que veía a Laila demasiado infantil como para tener un hijo. Cora escuchó la conversación y ejerció de correveidile largándola a su manera. Y claro, todo llegó a oídos de la afectada y se montó el drama. «Yo por lo menos tengo la suerte de ser madre, cosa que ella no lo será en la puta vida porque ningún gilipollas la va a aguantar», proclamó Laila mirando a cámara entre lágrimas.
Está claro que las mellizas se han convertido en protagonistas de las principales tramas del concurso, bien por las discusiones, bien por preguntas surrealistas. Ahí va una. «Cuando un hombre es virgen, ¿se le pone eso hacia arriba?», cuestionó Laila. Y argumentó su duda: «Es que yo no lo sé porque como no tengo pito…». Pues eso.
Para acabar de liarla parda, un nuevo aspirante al gran premio se sumó a la aventura. Se llama Álvaro, es interventor en el Ayuntamiento de La Roda (Albacete) y hace sus pinitos como ilusionista. El hombre era positivo en Covid y por eso no pudo entrar el jueves pasado. Así que llegó con retraso, pero montando un numerito de aúpa. Resulta que Toñi Moreno (a la que la audiencia aplaudió a rabiar por su buen hacer) le informó de que tenía a su disposición un huevo que otorgaba la inmunidad. Podía quedárselo él o dárselo a otro compañero, y tiró de egoísmo. Y para que evitar que se lo robaran, les contó que el huevo condenaba a la expulsión y que él iba a decidir quién se iba. Señaló a Carmen y a Colchero, y la broma explotó. «Es broma», corregía. Ya era tarde. Los aludidos lloraban, otras alucinaban y algunos se encaraban con el recién llegado. «Donde la ignorancia habla, la inteligencia calla», dictaminó Brenda. Y Álvaro no se arredró: «Habló la Paulo Coelho de la casa», ironizó. Y acabó llamando «buitres» a quienes le atacaban. ¡Y esto no ha hecho más que empezar! Por cierto, el partido del Athletic trastoca la parrilla esta semana y la gala de Sobera se adelanta al miércoles con las primeras nominaciones.
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