El día que Rozalén se quedó atrapada con el coche en un parking de Bilbao y dos trabajadores lo levantaron a pulso

La última vez que Rozalén visitó Bilbao tuvo un pequeño percance en el parking del hotel donde se alojaba junto a su madre. La anécdota la reveló ayer en 'Martínez y Hermanos'. Pese a que el hotel era de grandes dimensiones, «hotelazo», matizó, la zona de aparcamiento era «pequeñica» y le resultó «imposible» sacar el coche al día siguiente. El problema es que lo tenía al final del parking, entre dos columnas, y no podía maniobrar.

El operario que se encontraba en el lugar trató de sacarlo, pero tampoco pudo. Es más, según cuenta Rozalén, lo dejó peor todavía: «No salía ni para adelanta ni para atrás. Lo quería matar». Tuvieron que llamar al hotel y bajaron dos trabajadores llamados Patxi e Iván. «Encima uno dice 'ahí va, la Rozalén', no sé qué», recuerda, entre risas, la artista. Ella, angustiada, se preguntaba «¿qué va a pasar, qué va a pasar?», hasta que los empleados hallaron una solución... «¡Me movieron el coche a brazos!», cuenta. El público se echó a reír. «Pero de esto que la llanta empieza a hacer... (hace el movimiento de arriba y abajo). Entonces, lo mueven lo justo y el coche salió perfecto».

Rozalén admite que pasó de querer «arrancarles la cabeza a una risa que el otro no se podía creer». Y los trabajadores, tan tranquilos, solo querían «una foto», asegura la protagonista.

Dani Martínez, que escuchaba atentamente la historia, alucinó con el testimonio de Rozalén: «¡A pulso...!». La cantante continuó con el final de su historia: «Lo flipante es que luego lo cuento entre gente vasca y me dicen 'hombre, pero eso aquí... en las fiestas. Si está mal aparcado entre varios lo movemos'». Martínez aprovechó para hacer la broma sobre el acento bilbaíno: «Y te dijo uno... ¡¿cómo te crees que hemos montado todo este escenario?! Entre dos, a pulso». El público se moría de la risa.

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