La violinista granadina que deslumbra al mundo con solo 20 años
María Dueñas logró estudiar en Austria con los mejores y ha actuado ya en las mejores salas del mundo: ahoira ha grabado en el Musikverein de Viena el concierto de Beethoven
María Dueñas (Granada, 2002) es una de las grandes figuras jóvenes de la música clásica hoy en Europa. Una beca le permitió trasladarse a Dresde y más tarde otra hizo posible que se instalara en Viena. El objetivo era estudiar con los mejores profesores. Y en estos años ha ganado numerosos premios, entre los que destaca el primero del concurso Yehudi Menuhin en 2021. Al tiempo, ha actuado en las mejores salas del mundo y con unos cuantos directores célebres, que han elogiado su talento. Ahora acaba de debutar en el sello discográfico Deutsche Grammophon con un álbum doble que incluye el Concierto para violín de Beethoven junto a la Sinfónica de Viena dirigida por Manfred Honeck. El álbum se completa con varias piezas de otros compositores -Saint-Saëns, Kreisler, Ysaÿe, Spohr y Wieniawski- y, una verdadera rareza, con las cadencias que estos cinco músicos hicieron para el concierto de Beethoven. La joven granadina no usa ninguna de ellas en su grabación, sino las que ella misma escribió ya hace unos años. María Dueñas hace un alto en su apretada agenda durante una estancia en Berlín para atender a Territorios.
- Sorprende la elección de la obra para su primera grabación: del Concierto de Beethoven siempre se ha dicho que requiere, más allá de la técnica, haber vivido, tener experiencias acumuladas. Y usted tiene solo 20 años.
- Es una obra muy importante en mi carrera, con la que me siento muy próxima sobre todo después de haber vivido en Dresde y ahora en Viena. Además, tengo muy dentro la cultura musical austriaca. Por otra parte, quería ofrecer algo nuevo, mostrar mi personalidad, y eso lo hago también a través de las cadencias, que las he escrito yo.
María Dueñas | Beethoven and Beyond
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Orquesta Sinfónica de Viena. Manfred Honeck, director.
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Sello: Deutsche Grammophon
- Se lo preguntaba porque es más esperable en un artista joven con gran dominio técnico una obra de mayor espectacularidad: Paganini, Shostakovich, Prokofiev...
- Paganini habría sido muy esperado y entiendo que lo de Beethoven sorprenderá a mucha gente. Empezar con una obra tan grande y que han grabado todos los grandes violinistas de la historia... Pero quería grabarlo.
- ¿Impone respeto eso de que lo han grabado todos los grandes?
- Por supuesto, impone respeto. Pero eso es bueno, porque permite que se vea la personalidad de cada uno. Lo más importante es el sonido que consigues y esa es mi meta.
- Se ha referido antes a que interpreta unas cadencias que ha escrito usted misma. ¿Cuándo la hizo?
- Cuando comencé a tocarlo. Es una forma de demostrar cómo entiendo la obra. Escribir una cadencia requiere estudiar mucho la partitura para ver la estructura de la obra y cómo Beethoven escribía y cómo las han hecho otros compositores. A mí me ha dado la oportunidad de dar a conocer mi visión de la misma.
«Quiero abordar la música contemporánea y algunas obras que apenas han sido interpretadas»
- ¿Ha escrito cadencias para otros conciertos?
- Sí, para los de Mozart y el de Brahms. Los que dan la oportunidad de hacerlas.
- En el álbum incluye además la interpretación de las cadencias que otros compositores escribieron para el concierto de Beethoven y que nunca o casi nunca se escuchan. ¿Por qué lo hace?
- Como intérprete, soy responsable también de dar a conocer repertorios que no se interpretan. Por eso he incluido un segundo disco con las cadencias de Kreisler, Saint-Saëns, Spohr, Wieniawski e Ysaÿe. Son cadencias muy distintas, además. Spohr, por ejemplo, escribe casi en el estilo de Mozart; la de Wieniawski está muy alejada de ese espíritu, y por eso es la que más contraste ofrece. Se ve muy bien la evolución.
- Ha grabado en la Sala Dorada del Musikverein. ¿Tiene eso también su simbolismo?
- La sala aporta una conexión muy emocional. Crecí escuchando cada 1 de enero el Concierto de Año Nuevo que dan en televisión. La comunión con el público durante la interpretación fue muy importante. Se escucha literalmente la respiración del público, y yo quería tener esa esencia en el disco.
Su carrera
- Hablemos ahora de su carrera. Con solo 20 años ha ganado numerosos premios, ha debutado en un puñado de grandes salas, con orquestas y directores de primera fila. ¿No le da vértigo? ¿No piensa nunca que quizá va demasiado deprisa?
- Siempre me han gustado los retos. Estoy muy agradecida por las experiencias que me permiten vivir todo esto. Pero al tiempo, sigo estudiando y voy a la Universidad, así que tengo dos vidas diferentes que se complementan bien. Soy consciente de todo lo que estoy viviendo. Por eso tengo la idea muy clara de que no se trata solo de tocar el violín sino que además debo estar en contacto con otros ámbitos de la música. ¿Velocidad excesiva? Pues creo que el estilo de cada músico marca de alguna manera el ritmo de su carrera. Cada caso es distinto.
- Además de las cadencias, también compone. Incluso hay ya un vídeo con una de sus obras. Y, otra sorpresa, es una pieza para piano.
- Fue una pieza que surgió de forma muy natural. Me gusta mucho componer, y de hecho está en marcha un proyecto que saldrá a la luz muy pronto.
«El vídeo es una forma distinta de contar una obra y eso es algo que me fascina»
- Esa obra para piano suena en un vídeo en el que también actúa. ¿Le gustó la experiencia?
- El vídeo es una manera distinta de contar la obra, y eso, la búsqueda de nuevas formas, es algo que me fascina. Lo hicimos en un lago próximo a Viena y en la propia ciudad durante la pandemia, por eso no sale nadie. Quién sabe si actuaré en otro momento. Desde luego, lo que tengo claro es que así se llega a un público más amplio y diferente.
- Compone obras para piano. ¿También lo toca como su colega Julia Fischer?
- Lo toco como hobby. Pero por ahora no me he propuesto hacerlo en público.
- ¿Y dirigir? En alguna entrevista ha insinuado que quizá se anime.
- De momento es algo complementario a mi actividad. Creo que es importante saber lo que pasa detrás de un solista, cómo afronta las obras una orquesta. Pero a día de hoy estoy concentrada en el violín. No le oculto, sin embargo, que me gustaría tocar muchas cosas, más allá del repertorio solista.
- ¿Cuáles son sus próximos retos?
- Estoy en proyectos muy interesantes. Por ejemplo, quiero abordar la música contemporánea o piezas que sin serlo no se han tocado nunca o casi nunca. Y acabo de realizar una gira con la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel con el concierto de Gabriela Ortiz.
- ¿Y música española?
- Siempre la llevo y la llevaré conmigo. Entiendo que su difusión es también una responsabilidad que tengo.
«Entiendo que la difusión de la música española es para mí una responsabilidad»
Ciudades y violines
- Vive en Viena. ¿Es el lugar perfecto para este momento de su carrera? ¿En algún momento se plantea regresar a España?
- Viena me aporta una gran oferta cultural. Esta ciudad me inspira y me sigo formando y al tiempo ofrece un gran acceso a muchas cosas que son importantes para alguien en mi situación. No renuncio a volver a España, por supuesto, pero por ahora no me lo planteo.
- ¿Y los violines? Alguno de los concursos que ha ganado tenían asociado al premio la cesión de un instrumento, por ejemplo un 'stradivarius'.
- En este momento tengo un 'gagliano' de una fundación alemana y un 'stradivarius' de una japonesa. Con el primero llevo ya diez años. El 'stradivarius' aún estoy conociéndolo. Elijo entre ellos según la obra que vaya a tocar.
- ¿Cuál escogió para el disco?
- En realidad, ambos. El concierto de Beethoven lo hice con el 'gagliano' y parte del resto de las obras con el 'stradivarius'.
- ¿Sueña con tocar algún violín en concreto en el futuro?
- Estoy muy agradecida de poder tocar con estos. Un instrumento te ayuda a descubrir tu propia personalidad. Cada violín tiene un alma. Nunca se toca igual con uno que con otro. Tengo la suerte de seguir probando.
- ¿Le condiciona tener esos violines a la hora del repertorio? Lo digo porque hasta ahora su repertorio casi comenzaba en Mozart...
- Pues el mes próximo voy a tocar mucho Bach. En una carrera todo evoluciona.
- ¿Con qué visión interpretará a Bach, más o menos historicista?
- La época en que se ha escrito una obra debe tenerse en cuenta pero una interpretación también ha de mostrar la personalidad de quien la hace.
- ¿Qué compositor actual le gustaría que escribiera una obra para usted?
- Jordi Cervelló ha escrito varios caprichos teniendo en cuenta mi manera de tocar. Y también he estrenado alguna obra de la mexicana Gabriela Ortiz. Ojalá tuviera muchas.
- ¿Y a qué compositor del pasado le habría gustado pedirle una?
- Me hubiese gustado que Rachmaninov escribiera un concierto para violín.
- ¿Quiénes son sus violinistas de referencia, los que más veces ha escuchado en disco o a cuyas versiones incluso acude alguna vez para saber cómo lo hacen en un pasaje concreto?
- Creo que los que más he escuchado son Jascha Heifetz y David Oistrakh.
- Y algo completamente anecdótico: ¿cuántas veces la han confundido con la escritora?
- Ahora menos que antes (sonríe). Pero es un honor porque es una gran novelista.
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