Crónica de un éxito

Mucho más que un museo. El Guggenheim es ya un icono y su silueta y el brillo del titanio que lo recubre son conocidos en todo el mundo. La transformación de Bilbao había comenzado algo antes, pero el nuevo museo la impulsó con una fuerza inusitada y puso a la ciudad en el mapa de la cultura mundial. Y en el del turismo. Lo hizo de tal forma que en muy poco tiempo abochornó a quienes se habían opuesto al museo con argumentos como que era imposible que el País Vasco atrajera a centenares de miles de turista solo por la pinacoteca. Con motivo del décimo aniversario del museo, Territorios publicó el monográfico más extenso de su historia: 56 páginas con un despliegue gráfico inédito hasta ese momento en el que se contemplaba la transformación de la ciudad y su entorno. En los textos, un repaso a la colección propia -mostrada por vez primera en su integridad-, entrevistas a Gehry y Krens y análisis del museo desde todos los puntos de vista, lo que incluía también la original oferta gastronómica de su restaurante y la variedad de objetos de diseño que ya se podían adquirir en la tienda.

Una década después de su inauguración, muchos de los críticos más radicales habían sufrido una conversión como la de San Pablo camino de Damasco. Como para no hacerlo.