Lolita Flores: «Si me quedo en blanco me invento algo, que para eso estoy sola en el escenario»

El padre de Lolita (Madrid, 1958) impidió a su hija participar en películas de los 70 pese a haber sido seleccionada incluso en algún casting: «Yo empecé cantando. Y en la época del destape me mandaron algunos guiones que mi padre no me dejó aceptar porque era muy joven y porque me pedían desnudarme. Entonces seguí cantando». Hasta que estrenado este siglo probó suerte de nuevo en el cine, y en 2002 ganó el Goya a la actriz revelación por su trabajo en 'Rencor', de Miguel Albaladejo. Fue el inicio de una carrera deslumbrante, especialmente en los escenarios teatrales, donde muchos recuerdan sus interpretaciones en 'Sofocos', 'La asamblea de mujeres', 'Fedra' o 'La plaza del diamante', donde afrontó en solitario una compleja obra sacando la mejor nota.

Estos días, Lolita se atreve de nuevo con un monólogo, 'Poncia', un texto de Luis Luque que desarrolla el personaje de 'La casa de Bernarda Alba', de García Lorca. Lo presenta de nuevo (ya lo trajo al Arriaga) en el teatro Campos, de jueves a domingo. Una obra que le está dando «muchísimas satisfacciones. Quién me iba a decir que algún día podría poner en mi boca palabras de Lorca. Cuando era una chavala, en el colegio no se hablaba de él, pero mi madre me leía sus poemas y sus obras de teatro. Es un honor muy grande. Y muchas veces yo no sé si lo que estoy diciendo son palabras de Lorca o de Luque, que ha hecho un texto maravilloso».

Lolita sale al escenario sin compañía, como en 'La plaza del diamante', y en 75 minutos encarna a la criada de Bernarda Alba, que habla bajo el shock que le ha causado el suicidio por amor de otro personaje, Adela. «El monólogo de 'La plaza del Diamante' (de la catalana Mercè Rodoreda) era más largo y complicado, con otra manera de escribir no tan cercana a mí, como gitana que soy, como la de Lorca, que siempre ha hablado de Andalucía. Pero lo hice. No es preparación mental, es saberte bien el texto, lo que estás diciendo, entenderlo. Y luego lo dices, nada más».

¿Algún truco cuando uno se olvida del texto y no hay compañeros de escena que le salgan al paso? «No tengo, hija. Son los movimientos, que me van marcando, y que me sé la obra de memoria, llevo casi 170 funciones, tengo grabada a Poncia en mi piel. Y si alguna vez me quedo en blanco, que puede pasar, me lo invento y ya está. Que para eso estoy sola. Meto una frase de mi cosecha y no se entera nadie».

En mayo se cumplirán 30 años de la doble pérdida que sufrió al morir su madre, Lola Flores, y su hermano, Antonio, en apenas 15 días, pero no hay pensada conmemoración. «Hoy es el cumpleaños de mi madre y de mi sobrino, Pedro Antonio, nacieron el mismo día. Él lo celebrará con sus amigos y mi madre arriba, en el cielo, con su gente».

Su faceta musical permanece aparcada: «No tengo ni casa de discos. Y estoy alejada porque un día decidí que no me compensaba. El tipo de música que yo hago no es el que se lleva ahora. Y, la verdad, estoy feliz haciendo mi teatro». El gran público lleva años viéndola de 'jurado' en 'Tu cara me suena', donde confiesa pasárselo «muy bien. Me río muchísimo. Tengo unos compañeros fabulosos. Soy yo en cuerpo y alma, es mi casa».

Pero la risueña Lolita del programa televisivo montó en cólera ayer mismo al escuchar esta desafortunada declaración de Agatha Ruiz de la Prada: «Estoy viviendo como las gitanas; no tengo de nada, ni luces, ni cocina, ni lavabo, ni sofá...», a lo que la artista respondió en sus redes sociales: «Qué pena que aún hables así de los gitanos, yo soy gitana y no hablo de que vivo como una paya». ¿Se molestó mucho, verdad? «Ese tipo de cosas duelen, pero lo que he dicho lo tenía que decir, y dicho está».

Este domingo, Lolita será protagonista de 'Lo de Évole', donde en la pasada edición su ex Juan y Medio entonó un 'mea culpa', aceptando que se equivocó en la forma de llevar sus relaciones, citando expresamente a Lolita: «Yo también me he equivocado, como todos, y es de sabios rectificar. Me ha gustado escucharle no solo por lo que piensa de mí, que ya lo sabía, sino porque es un hombre que habla con coherencia y respeto, algo que se está perdiendo».