El equipo de 'Bilbao Magazine', un espectáculo al que se acercan muchos niños, a su paso por Otxarkoaga. jordi alemany
Programa de actividades de calle en Bilbao

Bilbao saca a la calle la comedia y sus bártulos

La programación cultural del Ayuntamiento estrena un magazine teatralizado que recorre los barrios y un ciclo de monólogos con tirón

Miércoles, 4 de agosto 2021, 01:20

Frente al segundo verano de la pandemia, necesitamos reforzar nuestras defensas y la oferta cultural de Bilbao trae vitaminas. El programa #Udakalean, que solo descansará ... en las fechas que corresponderían a la Aste Nagusia para evitar crear falsas expectativas, estrena este año un magazine teatralizado que recorre los barrios y un ciclo de monólogos en Abandoibarra. Maribel Salas y Gemma Martínez abren hoy un cartel que promete hacer 'Terapia de grupo', como el espectáculo de esta última, los miércoles de agosto.

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'Bilbao Magazine' se 'emite' de lunes a jueves (hasta el día 19) mañana y tarde. Escoltados por los gigantes Mari y Akerbeltz, la compañía Hortzmuga y el actor, dramaturgo y periodista Unai Izquierdo llevan sus bártulos de plaza en plaza y nunca repiten contenidos. Les acompañan Begotxu y Mirentxu, «dos señoras que conocen los secretos de la ciudad», y colaboradores como la payasa Virginia Imaz y el mago Imanol Ituiño. La banda sonora es de Iván Allue, 'Txistuman', que pone música de tensión cuando Izquierdo hace «preguntas comprometidas» a los artistas que actúan en Bilbao.

Junto a la música y el teatro de calle, este año se apuesta por los monólogos, porque el público ha demostrado que necesita reírse. «La gente entra desde el primer momento», dice Maribel Salas, que no para de trabajar durante la pandemia. Se curtió hace más de 25 años haciendo café-teatro «en cualquier sitio, bares, polideportivos...», y aprendió a utilizar sus experiencias vitales para crear personajes. «Lo importante es que la gente se sienta identificada, que conecte con tu manera de contar la historia. Tengo monólogos muy testados y juego con ellos, depende del escenario. A veces te llevas sorpresas». Pese a sus muchas tablas, siempre hay un momento en el que se siente «sola ante el peligro. Los nervios que paso justo antes de salir no se los deseo a nadie».

LAS FRASES

Maribel Salas

«Lo importante es que la gente se sienta identificada»

Gurutze Beitia

«La risa tiene su protocolo. El tempo, los silencios...»

Gorka Aguinagalde

«No temo que se ofendan, sino que miren el reloj»

Gemma Martínez

«Si pasa algo y logras llevarlo a tu terreno, es mágico»

Explicar bien el climaterio

Una vez en escena, «a la segunda frase ya sabes cómo va a salir», asegura Gemma Martínez. «Hay una energía muy directa y el público te quiere o no te quiere». Puede pasar de todo -focos que saltan, teléfonos que suenan «y la gente contesta», que salga un espontáneo...- «y, si esa situación la recoges y consigues llevarla a tu terreno, es algo mágico. Otras veces piensas: me quiero pirar de aquí». Gurutze Beitia coincide en que para transmitir naturalidad y frescura el trabajo «debe estar ensayadísimo. El monólogo tiene un tempo, unos silencios...». El repertorio se nutre «de la propia vida» y ella está sacando mucho partido a los cincuenta. «Estoy en una edad que hay que contarla. Uno de los ginecólogos más famosos de Bilbao me dijo: 'Nunca he visto el climaterio tan bien explicado'. ¡Y fíjate lo que oirá este hombre!», ríe.

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En este ciclo hay mayoría femenina. Además de ellas tres, actúan Justi Larrinaga, Alazne Etxeberria, Ibon Belandia, Gorka Aguinagalde y Txemi Parra, con Sol Maguna como maestra de ceremonias. Gemma Martínez ha oído muchas veces la frase que desató la polémica en La chocita del loro, «lo de que las mujeres somos menos graciosas», aunque eso no la hace menos absurda. «El humor es cuestión de seguridad, y cada vez ganamos más espacio y estamos más seguras».

Gorka Aguinagalde viene con 'A pelo' y con la intención de «ser ácido sin llegar a ser soez». No porque se corte, sino porque no es su estilo. «Creo que uno se puede reír de todo, el problema está en el receptor. Si alguien se escandaliza, yo he triunfado, lo que no quiero es que miren el reloj», afirma. Al principio se le hacía raro ver al público con mascarilla «porque necesito la sonrisa, pero me lo tomé como un reto. Ahora busco que muevan los hombros y se oigan las carcajadas».

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