«Si sangras practicando no lo estás haciendo bien», advierte el No-Land Trio

La referencia número 126 del sello guipuzcoano de jazz Errabal la nomina el No-Land Trio, se titula 'Irudiak', se ha editado en CD, resulta muy especial y transversal, y la pueden oír ya mismo en Spotify. Empero la formación académica de sus tres intérpretes, su música colaborativa desborda fronteras y estilos sin perder ni el oremus ni la homogeneidad.

La hoja de promoción dice: «Es fácil hallar ecos del clasicismo del Bill Evans Trio, guiños de duende flamenco y pinceladas folklóricas de toda índole». Vaya, el flamenco aún no lo hemos encontrado, pero sí percibimos la tensión continua que gusta de imprimir el pianista Brad Mehldau y paisajes (queríamos escribir pasajes) que abarcan desde la clásica con personalidad hasta la fusión sin banalidad.

Es el segundo disco de No-Land Trio y sigue a su debut homónimo, editado en 2019 por Orrua Diskak, aquél con un repertorio menos sorprendente, más divagante, cadencioso y canónico (esos lentos after hours…). Los componentes eran y siguen siendo el contrabajista Juanma Domínguez (Córdoba, 1991), el pianista que apunta a figura del jazz Jorge Fernández (Alicante, 1994) y el baterista alavés Aitor Bravo (Araya, 1997), exalumnos del Musikene donostiarra y del parisino Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza.

Nos atiende desde Sevilla, donde vive, el contrabajista, el cordobés Juanma Domínguez.

¿El nombre del grupo de dónde sale? ¿Trío Sin Tierra porque sois nativos cada uno de un lugar, de Alicante, Córdoba y Álava?

Podríamos decirlo así. Hay una reflexión al respecto de Iñaki Salvador que me gusta mucho. Decía: «En realidad somos de todos los lados porque no somos de casi ninguno. O por lo menos, cuando uno va ganando en edad, va perdiendo en percepción. Como ves fatal... Es una ventaja porque ya no sabes ni de dónde eres. ¿Qué más me dará para la izquierda que para la derecha? Donde me quieran». Un abrazo gigante para Iñaki de parte de los tres.

De parte de los tres del No-Land Trio. ¿Y de qué vivís? ¿Sois ya profesionales de la música, aún veinteañeros?

Supongo que sí. No sabemos hacer otra cosa. En cuanto a la edad, Aitor y Jorge son veinteañeros, pero yo acabo de quitarme el mes pasado.

Pues felicidades con retraso. ¿En qué se diferencia vuestro nuevo disco, 'Irudiak', del primero, homónimo y editado en 2019 (también está en Spotify)?

Básicamente el punto de vista desde el que se gestó. Digamos que nuestro primer disco fue el culmen de un periodo de experimentación. Y en 'Irudiak' hemos establecido las premisas para experimentar. Al primero, de alguna manera, llegamos, y desde 'Irudiak' más bien partimos. No sabemos aún hacia dónde.

El nuevo, 'Irudiak', Imágenes, sí que tiene piezas muy visuales. ¿Esa sensación del oyente la persigue el intérprete al componer originales o al arreglar versiones, como las dos del nuevo CD, 'Stella by starlight' y 'Nana de Sevilla'?

Ambas persecuciones se dan, pero desde distintas perspectivas. En el caso de los originales proponemos algunos bocetos e ideas. En el caso de las versiones, se podría decir que son nuestro comentario personal a esas otras propuestas que vienen dadas.

Como oyente pienso que el de 'Irudiak' es un repertorio con una ejecución muy tensa, incluso en los temas más lentos. ¿Esto también se busca?

Habría que definir esa tensión. Hay muchos conceptos rondando esa palabra. A nivel intelectual es más bien lo contrario, procuramos ser viscerales y no pensar demasiado cuando tocamos con No-Land, si es eso a lo que te refieres.

Me refiero a la ejecución, con el piano tocado con la intensidad que por ejemplo le imprime Michel Camilo.

Si es una cuestión de pura ejecución, pues bueno, intentamos ser claros con la técnica, limpiar el canal por el que vamos a transmitir las ideas, como cualquier músico.

¿En cuántos grupos estáis ahora además del No-Land Trio?

Jorge (Fernández, piano) está con la vocalista de Durango Irati Bilbao, con C-U¿, con Sixth Trio… Yo (Juanma Domínguez) con C-U¿, Luis Casado Trio, Lian Harmon Trio, Gustavo Díaz Cuarteto, Sixth Trio… Son grupos de jazz moderno en general. Y Aitor (Bravo, batería) está con Irati Bilbao y con Triology (jazz, hip hop, funk, afro beat...). Aparte colaboramos con otros artistas...

Habéis estudiado en Musikene y hasta en el Conservatorio Nacional de París. ¿La película 'Whiplash', la del baterista de jazz, es verídica? Dejando al margen las bofetadas de J.K. Simmons, ¿os identificáis con ella como alumnos de escuelas de élite?

Aitor, nuestro batería, se identifica en algunos aspectos y en otros no. Yo opino que 'Whiplash' es cine, es ficción. Con palomitas funciona bien, no mucho más allá de eso. Aunque la escena de la cena y el primo que juega al fútbol es bastante acertada.

Sí, la de apostar por la ambición social o profesional en vez de por lo que en verdad te gusta. Sangrar, como en la película 'Whiplash', seguro que vuestro batería ha sangrado practicando. Y tú como contrabajista probablemente también.

Aitor nos dice que ha sangrado tocando rock and roll, funk y cosas así. Yo también alguna vez tocando en directo, sí. Aunque no estoy seguro de si un músico que sangra practicando está haciendo las cosas del todo bien.

El lunes estuve en el Conservatorio de Bilbao, viendo una audición múltiple. Casi 30 piezas líricas barrocas y todos los intérpretes vestidos de gala. De negro. Los del jazz actual provenís casi todos de conservatorios, como el Musikene. ¿Por qué entonces en los conciertos de jazz los músicos tantas veces descuidan la estética, la ropa, de modo incluso chocante?

No es relevante. Hacemos música. Encontramos esto del uniforme, la imagen y el protocolo un poco retrogrado, absurdo y, además, genera un despiste de mil demonios. Mira, acabo de despistarme. ¿Estábamos hablando de música?

Venga, la última: ¿Algún músico de jazz al que estés enganchado últimamente? Igual no sólo porque te guste, sino por practicar ciertas facetas desde el punto de vista de un profesional.

Ahí van algunas referencias: Robert Glasper, Brad Mehldau…

Oyendo el nuevo disco a menudo pienso en Brad Mehldau. Sobre todo por la intensidad en la ejecución del piano que hablábamos antes.

Estoy con su 'The art of the trio', que son varios volúmenes. También oigo mucho a Aaron Parks, a Pierre de Bethmann Trio con sus 'Essais', que también son varios volúmenes, a Pablo Held...

Todos pianistas, americanos y europeos. ¡Y tú eres el contrabajista!

Y Thundercat y La Tana son músicos de jazz, ¿no? Lo de oír a tantos tríos de piano es por un motivo compartido y evidente. Lo de Thundercat y La Tana, pues a ver, hay que saber de tó.

(Thundercat es un bajista y vocalista funkie y La Tana una vocalista aflamencada.)

Vídeo en directo de No-Land Trio: