'Chicago', un musical «guerrero» para animar las navidades en el Arriaga

Este diciembre, entre los días 5 y 29, habrá ocasión de verlas en acción junto a 22 compañeros, arropados por una orquesta de 11 músicos que darán vida a la partitura de John Kander. «La banda también es parte del show. No está escondida en el foso, todos damos la cara. Es un musical minimalista y guerrero, con un trabajo en equipo agotador y maravilloso», apunta Eli Ruiz, al término de la rueda de prensa celebrada en el hall del Arriaga. Muy dinámica y chispeante, con una energía de alto voltaje, se la ve cómoda bajo la piel de Velma Kelly, «una mujer que empieza fuerte desde el principio», acusada de asesinar a su marido y su hermana tras descubrir que tienen una aventura. «En mi caso, me muestro más contenida y voy evolucionando», explica Silvia Álvarez al reflexionar sobre el rol de Roxie Hart, una aspirante a estrella del vodevil que acaba en prisión después de matar a su amante.

La trama de 'Chicago' se ambienta en los años 20 del siglo pasado, cuando hasta los pañales de los bebés se hacían a prueba de balas en Chicago. Eran los tiempos de la Ley Seca, con la mafia moviendo los hilos y la corrupción arraigada en todos los estratos de la sociedad. No había día tranquilo, sin cuerpos acribillados en la calle, y la población se había vuelto adicta al morbo y la sangre. «En ese contexto está el origen de este musical, uno de los más populares de Broadway, que han visto más de 34 millones de espectadores en el mundo», apunta Silvia Álvarez. El argumento de 'Chicago' se basa en las andanzas de dos presuntas criminales que de la noche a la mañana se convirtieron en iconos mediáticos de la mano de una periodista que con el tiempo ingresó en las filas de la Iglesia Evangélica y renegó de su trabajo como reportera.

«Todo se reduce a una historia de asesinos y farsantes que utilizan a la gente para luego dejarla tirada», zanjaba Bob Fosse, coautor del libreto junto a Fred Ebb, cuando reflexionaba sobre 'Chicago'. Su estreno en 1975 no fue un éxito rotundo y todo apuntaba a que no despegaría. Demasiado cinismo y crítica social. Pero en 1996, las coreografías de Ann Reinking, que respetan el estilo de Fosse, y un nuevo libreto, firmado por David Thompson, le dieron una segunda oportunidad y entonces sí que rompió la taquilla. Desde entonces ha recibido más de 60 premios internacionales, incluidos seis Tony, dos Olivier y un Grammy. Temas como 'All that jazz' (Al son del jazz) y 'Razzle Dazzle' (Deslúmbralos) se han aplaudido lo mismo en teatros de Singapur que de Emiratos Árabes, Dinamarca y Suiza.

A rebufo de su popularidad, se rodó una versión para la gran pantalla con Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger y Richard Gere, que en 2002 obtuvo seis Oscar, incluyendo el de mejor película. «Ha tenido mucho eco y cada vez más con el tiempo. Es una pena que el gran Bob Fosse, que murió en 1987, no llegara a verlo», admite Ela Ruiz, dispuesta a dejar muy alto el pabellón del musical en diciembre. Lo mismo Silvia Álvarez, especialmente contenta de pasar las navidades en Bilbao. Subirán el telón casi todos los días.