«El Madrid de Goya, de los majos y las majas, es muy audiovisual»

- ¿Qué supone para usted Musika Música?

- La primera vez que toqué fue en la edición dedicada a Schubert, en 2008. Desde entonces siempre que he vuelto me he sentido muy feliz. En Bilbao me siento como en casa, para mí no es una ciudad más. Además en Musika Música conocí al que después sería mi productor francés, René Martin, una persona importantísima en mi carrera. Y a nivel nacional es uno de los grandes festivales que tenemos.

- ¿Qué recuerdos destacaría de todos estos años?

- Me acuerdo de algunos momentos estelares, muy especiales, como fueron las 'Noches en los jardines de España' de Falla que hicimos en el auditorio; o más recientemente el 'Segundo concierto' de Rachmaninov con la Sinfónica de Navarra. La sala estaba llena, el silencio era sepulcral y ello creó un ambiente impresionante que sentíamos también desde el escenario.

- Dos obras que representan dos estilos distintos, el ruso y el español, con los que pudo familiarizarse directamente a través de sus maestros: Dimitri Bashkirov y Galina Egyazarova en Madrid y Alicia de Larrocha en Barcelona. ¿Qué aprendió de ellos?

- Dimitri y Galina, además de Marta Gulyas en música de cámara, me dieron la gran base. Después, en el Máster en Música Española en la Academia Marshall, con Alicia trabajamos el repertorio español en gran profundidad: Mompou, Falla, Albéniz, Falla, Granados… A través de las enseñanzas de Alicia aún quedan ciertos rescoldos de la escuela de piano español que tan bien vienen técnicamente para interpretar la música española.

- ¿Permanecen esos rescoldos en la Academia Marshall, donde ahora es usted docente?

- La Academia Marshall fue fundada por Granados, resiste el paso del tiempo y ahí seguimos los que hemos pasado por ella, los que hemos sido alumnos de Alicia o de Carlota Larriga. Es verdad que hoy las escuelas están intermezcladas, y la Marshall es para mí el último reducto, aparte de algunos profesionales que pueden tener mucha edad, de la escuela española de piano, entendiendo por ello la que se hacía allí, en Cataluña, en la época de Albéniz y Granados.

- De hecho, usted está reconocido como uno de los grandes intérpretes de la música de piano española. ¿Qué importancia tiene el repertorio español en su actividad actual?

- Alrededor del 50%. Me la demandan mucho porque no somos tantos los que la hacemos ni tantos los que tienen un repertorio amplio como el que puedo tener yo. En disco vamos haciendo las grandes obras: 'Goyescas', 'Iberia', 'Noches en los jardines de España', la 'Fantasía Baetica' de Falla… En Musika Música he hecho prácticamente de todo, pero muy poca música española.

- A diferencia de este año, en el que la música española es protagonista en sus recitales. En el primero presenta la suite 'Goyescas' de Granados. ¿Cómo la relacionamos con el tema del festival, 'Imágenes'?

- Por un lado, está la inspiración en la obra pictórica, los tapices y los grabados de Goya. A Granados le impresionó la obra artística de Goya, así que ahí tenemos las primeras referencias, en grabados como 'Tal para cual' o 'El amor y la muerte', o en obras que están en el Museo del Prado como 'El pelele'. Ese Madrid de Goya, del siglo XVIII y comienzos del XIX, de los majos y majas, es muy audiovisual. Goyescas es también una ópera, hay una historia, unos personajes... Y la música de la suite es casi audiovisual, con ese amor imposible de los amantes.

- ¿Tocará 'El pelele', a pesar de no pertenecer efectivamente a la suite?

- Sí, me lo pidió el festival y lo haré con mucho gusto.

- En cuanto al segundo programa, con Debussy y Falla, ¿cómo realizó la selección de obras?

- La selección de obras de Debussy tiene que ver con la amistad que mantenía con Falla. Son preludios muy relacionados con España, un Debussy más español, e incluyo también una de las Estampes: 'La Soirée dans Grenade'. Debussy jamás pisó Granada, pero por medio de su amistad con Falla y el contacto con otros músicos españoles en París pudo oler muy bien lo nuestro. Después irá el homenaje a Debussy que Falla compuso dos años después de su muerte, y de ahí iremos a 'El sombrero de tres picos' y a la 'Fantasía Baetica', con lo visual que pueden tener el flamenco, nuestro folclore o los rasgueos de la guitarra.