Gran idea, ciertamente, la de vincular o extender la finalización del proyecto Tutto Verdi con unos premios internacionales, con una ceremonia y una gala de ... entrega de los galardones e incluso con otro proyecto cultural vinculado al maestro de Busseto, como es un próximo congreso dedicado a los estudios verdianos, a la aportación histórica, teatral y musical de uno de los pilares fundamentales del género. Naturalmente, la representación el pasado abril de 'Alzira', el último de los 35 títulos de un ambicioso proyecto operístico desarrollado a lo largo de dieciséis años -incluyendo óperas, conferencias, publicaciones y exposiciones- no debía poner el colofón a semejante hazaña, un ciclo prestigioso que merecía mayor solemnidad. De ahí los premios y la gala o el proyecto del congreso verdiano que ahora se esboza.
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En cuanto a los premios, reconocimientos siempre subjetivos, la nómina de los galardonados es coherente con la pasión verdiana y hasta con su protagonismo a lo largo del proyecto. Por poner algunos ejemplos, si el Tutto Verdi se inició con un 'Rigoletto' en 2006, nada mejor que premiar a Leo Nucci, cuya interpretación del complejo papel del bufón en 2013 quedará para la historia de la ópera en Bilbao. Y lo mismo se puede decir de la trayectoria profesional del maestro Pier Luigi Pizzi, un arquitecto de la elegancia escénica; de las direcciones musicales y escénica de Ricardo Frizza -al que le quedan muy pocos Verdis por dirigir- y Emilio Sagi, de las voces de Daniela Barcellona y Juan Jesús Rodríguez o de la entrega del Coro de Ópera de Bilbao, formidable y necesaria compañía en todo el proyecto. Una fiesta verdiana, en fin, pero sobre todo el broche de oro para una extraordinaria iniciativa cultural.
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