Crítica de 'Visitante' (2021): El miedo es la clave

Con 'Visitante' el cine español se une al cine de terror de última hornada, pero lo hace con una intriga tan trillada, que no resiste el menor análisis. Aquí, una chica sumida en una profunda crisis existencial queda aislada en la típica casona encantada, por la que pululan entes amenazantes. Así pues, nada nuevo bajo el sol, en un producto de mero consumo, ausente el pálpito aterrador exigible en estos casos. Pero, si en un filme de Hitchcock, de Tourneur o de Polanski la angustia queda a menudo atrapada entre los seres y los objetos que pueblan las estancias por las que discurren los personajes, en 'Visitante' todo queda reducido a un quiero y no puedo.

Si como descripción de un estado de ánimo la cinta carece de entidad dramática, la intriga propiamente dicha, protagonizada por esa mujer semiparalizada por el terror a lo desconocido, navega por el cauce de lo gratuito, lo convencional e incluso de lo ridículo. Aburrida también resulta la subtrama, protagonizada por un amante rijoso, al que habría que decirle que antes de embarcarse en un viaje de venganza debería cavar dos tumbas. Para mas 'inri', las pinceladas de personajes rozando la caricatura demuestran que se podría haber prescindido de lo discursivo, para dedicarse al dibujo de una sucia ratonera capaz de poner los pelos como escarpias.

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