Crítica de 'Última noche en el Soho' (2021): El 'Swinging London'

El 'Swinging London' es un término que se aplicó a la moda y la cultura en la capital británica de los años 60. La intriga de 'Última noche en el Soho' se enmarca en esa zona del West End londinense, al tiempo que mezcla presente y pasado, en un 'thriller' con ribetes fantásticos interpretado por dos chicas, Eloise y Sandie, encarnadas con mucha personalidad por Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy. Una ciega guía a otra ciega, pero las dos quieren ser fuego, volcanes de aires rojos deambulando por ambientes enrarecidos que incendian el secreto de todos los pechos. Dos muchachas que son como dos fraguas, donde se forjan a fuego lento sórdidos deseos.

La violencia ejercida sobre la mujer es otro de los aspectos del filme, que también incluye una sombría trama sobre el ansia de triunfo a cualquier precio, sazonada con breves momentos de ternura. Pero además estamos ante una intriga de variadas sugerencias, gracias a una realización pujante que mantiene una notable altura cinematográfica. El resultado es un microcosmos que acumula buena parte de las maldades del mundo, en un esfuerzo creativo de visión obligada para todos aquellos capaces de comprender que el mal no es una excepción, sino un ingrediente más de la existencia humana, a la que no perturba, ya que forma parte de ella.

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