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Medicina preventiva, anticiparse a la enfermedad

EL CORREO

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¿Cuándo fue la última vez que acudiste al médico sin estar enfermo o enferma? Si tienes que pensar demasiado la respuesta, probablemente sea hora de programar esos controles preventivos que has estado postergando. Existe una tendencia preocupante a visitar al médico solo cuando los síntomas ya son evidentes. Sin embargo, esta práctica reactiva puede tener consecuencias devastadoras para nuestra salud a largo plazo.

La población vasca ha demostrado en muchos aspectos ser pionera en la adopción de hábitos saludables, con una rica tradición gastronómica equilibrada y un amor por el deporte y las actividades al aire libre. Sin embargo, cuando se trata de acudir regularmente a controles médicos preventivos, aún tenemos un importante camino por recorrer. Según los datos disponibles, existe una marcada diferencia de género en los hábitos de prevención: las mujeres tienden a ser más conscientes de la importancia de los chequeos regulares, en parte debido a que están más habituadas a las revisiones ginecológicas anuales desde jóvenes. En contraste, los hombres suelen mostrar mayor resistencia a acudir al médico de manera preventiva, a menudo retrasando las visitas hasta que los síntomas son imposibles de ignorar.

Esta realidad nos plantea una pregunta esencial: ¿estamos haciendo lo suficiente para proteger nuestra salud a largo plazo?

La medicina preventiva se centra en un principio fundamental: es mejor prevenir que curar. Sus objetivos principales son:

Promoción de la salud: fomentar hábitos de vida saludables que reduzcan el riesgo de desarrollar enfermedades.

Detección precoz: identificar enfermedades o factores de riesgo en etapas iniciales, cuando el tratamiento es más efectivo y menos invasivo.

– Evaluación de riesgos personalizados: determinar qué enfermedades tienen mayor probabilidad de aparecer según la genética, estilo de vida y entorno de cada persona.

– Reducción de la morbilidad y mortalidad: disminuir tanto la incidencia de enfermedades como la tasa de mortalidad asociada a diagnósticos tardíos.

– Mejora de la calidad de vida: permitir una vida más larga y saludable, con menor dependencia médica y farmacológica.

La medicina preventiva actúa como un sistema de alerta temprana, dándonos la oportunidad de intervenir antes de que los problemas de salud se agraven. Podríamos compararla con el mantenimiento regular de un vehículo: es más sencillo y económico realizar revisiones periódicas que enfrentarse a una avería grave por falta de atención.

El valor incalculable de la detección temprana

La detección temprana de enfermedades no es solo una cuestión de salud, sino también de calidad de vida y recursos. Las ventajas de identificar una patología en sus fases iniciales son múltiples:

Mayor tasa de supervivencia: en enfermedades como el cáncer, la detección precoz puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Por ejemplo, la tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de mama detectado en etapa temprana supera el 90%, mientras que en fases avanzadas puede reducirse drásticamente.

Tratamientos menos agresivos: cuando una enfermedad se detecta en sus inicios, las opciones terapéuticas suelen ser menos invasivas y con menores efectos secundarios. Esto se traduce en una recuperación más rápida y con menos secuelas.

Reducción de costes sanitarios: desde una perspectiva económica, prevenir o tratar precozmente una enfermedad resulta significativamente menos costoso que abordar complicaciones avanzadas. Esto aplica tanto a nivel personal como para el sistema sanitario en su conjunto.

Mantenimiento de la calidad de vida: un diagnóstico temprano permite mantener la independencia y funcionalidad durante más tiempo, reduciendo el impacto de la enfermedad en la vida cotidiana.

El papel de los seguros de salud privados en la medicina preventiva

En un contexto donde la demanda sanitaria crece constantemente y los recursos públicos se ven sometidos a una presión cada vez mayor, los seguros de salud privados juegan un papel fundamental también en el ámbito de la medicina preventiva al facilitar un acceso más rápido a especialistas y pruebas diagnósticas y evitar con ello una posible demora en los controles de salud.

Dentro de la sanidad privada vasca, IMQ, como compañía líder del sector, garantiza esta posibilidad aportando al mismo tiempo la red de centros sanitarios y el cuadro médico más numeroso y referente, con servicios personalizados y programas preventivos que favorecen un seguimiento adaptado a las necesidades individuales, factores de riesgo y antecedentes familiares.

Atención integral y coordinada: la fragmentación de la atención médica puede resultar también un obstáculo para una prevención eficaz. IMQ aporta a este respecto una visión integral del paciente, facilitando la coordinación entre distintos especialistas y pruebas, lo que resulta en un abordaje más completo de la salud preventiva.

Incorporación de tecnologías avanzadas: la innovación tecnológica ha revolucionado la medicina preventiva, permitiendo diagnósticos más precisos y menos invasivos. Tanto la clínica Zorrotzaurre como los centros médicos IMQ cuentan también con lo último en tecnologías y terapias para el diagnóstico precoz: equipos de imagen avanzados, técnicas mínimamente invasivas…

Servicios digitales innovadores: la digitalización ha llegado también a la medicina preventiva, e IMQ ha sido pionera en su implementación: App IMQ con chat médico disponible 24 horas, videoconsultas inmediatas con especialistas, recetas electrónicas sin desplazamientos, programas de fisioterapia digital personalizada y acceso a nutricionistas y entrenadores personales. Estos servicios facilitan el seguimiento continuo de la salud y complementan los controles presenciales, creando un ecosistema preventivo integral.

Controles preventivos recomendados según edad y sexo

A modo de guía práctica, presentamos un resumen de los principales controles preventivos recomendados según la edad y el sexo. Esta información puede servir como referencia, aunque siempre debe personalizarse según las características individuales y siguiendo el consejo médico.

– Infancia (0-14). Para ambos sexos, controles pediátricos, calendario vacunal, desarrollo psicomotor, revisiones oftalmológicas y auditivas, y evaluación postural.

– Adolescencia (15-19). Para ambos sexos, examen físico anual, evaluación desarrollo puberal, control tensión arterial, salud mental y educación sexual.

– Juventud (20-35). Para ambos sexos: revisión general cada 2 años, control presión arterial, análisis básicos, factores riesgo cardiovascular y revisión oftalmológica. Para las mujeres: revisión ginecológica anual, citología desde los 25 y autoexploración mamaria. Para los hombres: exploración testicular y evaluación de riesgos específicos.

– Adultos (36-50). Para ambos sexos: revisión anual, perfil lipídico y glucemia, evaluación cardiovascular, función tiroidea, revisión oftalmológica y evaluación dermatológica Para las mujeres: revisión ginecológica anual, citología, mamografía desde 45-50 y densitometría según riesgo. Para los hombres: PSA y exploración prostática desde 45-50.

– Mayores 50. Para ambos sexos: revisión completa anual, analítica completa, control frecuente presión, sangre oculta en heces, colonoscopia, revisión oftalmológica y auditiva y vacunación específica. Para las mujeres: revisión ginecológica, mamografía bienal y densitometría. Para los hombres: PSA anual y evaluación urológica completa.

Una inversión inteligente en tu futuro

Contratar un seguro de salud con enfoque preventivo como los que ofrece IMQ no debe verse como un gasto, sino como una inversión en calidad de vida y bienestar futuro. Los beneficios a largo plazo superan con creces el coste económico. Como señala Javier Maiztegui, director de IMQ Seguros, «el cuidado de la salud es una de las mayores preocupaciones de la población y lo es cada vez en mayor medida. Ante la enfermedad valoramos y demandamos una asistencia sanitaria rápida, sin largas listas de espera y no solo para urgencias, sino también a la hora de pruebas diagnósticas, consultas y hospitalización».

La medicina preventiva representa el enfoque más inteligente y efectivo para cuidar nuestra salud a largo plazo. No se trata solo de evitar enfermedades, sino de construir un futuro con mayor calidad de vida y bienestar.

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