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Lewis MacDougall y el árbol de apariencia pseudohumana tras el que se esconde Liam Neeson.
Bayona quiere que llores

Bayona quiere que llores

"Me gusta que la película funcione como catarsis y que remueva", confía el autor de 'Un monstruo viene a verme', un drama sobre el poder terapéutico de la fantasía llamado a ser la cinta española del año

Oskar Belategui

Jueves, 6 de octubre 2016, 17:00

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Juan Antonio Bayona parece obsesionado en su cine por las relaciones entre madres e hijos. En 'El orfanato' las contempló desde la perspectiva de un cuento gótico de terror y en 'Lo imposible' bajo la coartada del cine de catástrofes. 'Un monstruo viene a verme' reincide en la descomposición familiar como eje de su mirada. "Es una trilogía accidental que, supongo, tiene que ver con la cultura mediterránea", contó el realizador a LA BUTACA en el reciente Festival de San Sebastián. "La familia es el centro de la vida. Y el centro de la familia es la madre. Me sale de manera casi instintiva, no es algo meditado. Lo que me interesa es la idea de la verdad. En 'Lo imposible' no había lugar para la mentira en momentos tan tensos. Aquí hay una enfermedad que se convierte en una cuenta atrás. Cuando el proyecto me llega a las manos yo estaba interesado en cómo surgen las historias, vi una alegoría en la peripecia del protagonista de cómo yo tengo que encontrar lo que me emociona de una peli para poder expresarlo, como cuando alguien te explica el sentido de un sueño. Supongo que me sentía inseguro, había tenido dos éxitos muy grandes y quería saber el secreto de esas dos películas que me emocionaban tanto a mí y al público".

Si de una película vamos a hablar en los próximos meses a cuenta de su taquilla, su proyección internacional y sus nominaciones a los Goyas es de 'Un monstruo viene a verme'. Telecinco Cinema vuelve a avalar el regreso de Bayona tres años después de 'Lo imposible', otro título que entró dentro de eso que se viene en llamar 'película acontecimiento'. Sus responsables planean estrenarla a final de año en Estados Unidos para que entre en la carrera por los Oscar. De ser nominada, al director catalán le coincidiría con el rodaje de la nueva entrega de 'Parque Jurásico', con su maestro Steven Spielberg como productor. "Un lujo. Yo he crecido con su cine, me apetece mucho. Nunca he hecho una película en Hollywood, vamos a ver qué tal. Tenemos un presupuesto gigante (260 millones de dólares), pero cuando hicimos 'Lo imposible' también nos parecía enorme el presupuesto. Yo me lo tomo como un aprendizaje; estoy encantado de rodar en Estados Unidos, pero mi objetivo no es trabajar allí permanentemente".

Ojo. 'Un monstruo viene a verme' no tiene mucho que ver con 'Mi amigo el gigante' de Spielberg, a pesar de estar protagonizada por un niño y una criatura fantástica. No estamos ante un cuento amable destinado a los más pequeños, sino frente a un drama con mayúsculas, que narra el dolor inconsolable de un niño víctima de acoso escolar, con una madre separada y enferma de cáncer terminal. Su único asidero emocional para sobrellevar la desgracia será la fantasía. Un árbol gigantesco cobrará vida cada noche a la misma hora para contarle tres historias con moraleja. Lewis MacDougall es el chaval con vocación artística, que tratará de entender la vida a través de sus dibujos. Felicity Jones, la madre enferma y Sigourney Weaver, la abuela sin sentimientos o más bien la bruja (buena) de este cuento. La estrella de su deslumbrante acabado formal es el árbol de apariencia pseudohumana, creado por ordenador a partir de las expresiones y el vozarrón de Liam Neeson. La novela homónima de Patrick Ness, coguionista junto a Bayona, cuenta con una legión de admiradores conquistados por esta historia sobre la niñez herida, con un monstruo que da clases de autoayuda: "Si tienes que romper cosas, hazlas añicos", alecciona al protagonista.

"Del libro me gustaba la seriedad del niño y lo bien retratada que está la psicología de un chaval que pasa por momentos difíciles", destaca Bayona. "Era interesante contar la historia de un crío que, en realidad, no se entera de lo que ocurre". 'Un monstruo viene a verme' comparte con la novela de Ness su vocación terapéutica. Maneja materiales sensibles -acoso escolar, cáncer, divorcio- y no oculta su pretensión de llegar al público joven. "La idea original de la novela la tuvo una escritora de literatura infantil, que luchaba por acercar los libros a los jóvenes. Y cuando enfermó quiso escribir una historia para ayudarles a lidiar con la enfermedad y la pérdida. Está en la base de la historia. Los chavales de hoy en día están acostumbrados a los temas de los que trata la peli. El acoso escolar, la rabia, la soledad y la culpa están en su mundo. Yo intento hablar sobre ellos de manera accesible, usando la fantasía y hablando de las cosas directamente, porque los chavales quieren saber la verdad".

El autor de 'Lo imposible' quiere, a toda costa, que el espectador participe de la catarsis de su héroe. Y no duda en utilizar todos los recursos en su mano, desde la espectacularidad de los efectos especiales a las secuencias de animación. El problema es que Bayona no tiene sentido de la medida a la hora de insuflar emoción al relato y cae en el efectismo lacrimógeno. Incluida la omnipresente música de Fernando Velázquez, cuya utilización llega a resultar agotadora. La mejor prueba de ello es que el mejor momento de la película no tiene sonido. Con todo, el director asegura que se ha mostrado contenido. "Cuando el niño dibuja, lo estás enfrentando a un mundo libre y orgánico en oposición al racional de la abuela", justifica. "Me gusta que la peli funcione como catarsis y que remueva. No hay que tener miedo a llorar en el cine, entre otras cosas porque es terapéutico. Creo de verdad que no puse demasiado énfasis en eso, me parece más meritorio el poso del filme, más allá de que llores o no, ese no es mi objetivo. Eso sí, confieso que yo lloro hasta con 'MasterChef'".

'Jota' Bayona cuenta que ahora no acude al psicólogo. "Prefiero que no me cure, no quiero dejar de hacer películas como estas". Jura que ha intentado buscar "la manera más honesta" de abordar el drama de un pequeño y desea que el público "ate cabos y piense". "A mí me gusta que la gente se lleve la película a casa cuando acaba, porque la inmensa mayoría de las que ves las olvidas al momento. 'Un monstruo viene a verme' habla de cómo necesitamos la fantasía para procesar la realidad. Contar la verdad es doloroso. Y la emoción es el bálsamo. El niño protagonista tiene que articularla y no quiere. La madre no quiere contarle la verdad y el hijo tampoco la quiere oír".

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