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El showrunner Matthe Weiner junto al reparto de 'Mad Men'.
Esos grandes desconocidos con los que cenas a diario

Esos grandes desconocidos con los que cenas a diario

Los creadores de series se han convertido en las auténticas estrellas de la televisión estadounidense

Eduardo R. Paneque

Jueves, 17 de marzo 2016, 16:49

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Matthew Weiner es a 'Mad Men' lo que J.J. Abrams y Vince Gilliam a Lost y Breaking Bad, respectivamente. Sus nombres se han convertido en sellos con personalidad propia asociados a la ficción televisiva trascendiendo a las estrellas que copan los repartos. Los 'claims' de las cadenas han cambiado: vende más lo nuevo de David Chase ('Los Soprano) que la incursión televisiva a mayor gloria de Sharon Stone en la reciente -y ya olvidada- Agent X.

Ellos son los 'showrunners', los encargados de concebir el producto, moldearlo a su gusto revisando los guiones, eligiendo el reparto y ejerciendo un control total sobre la producción. Con los años han construido su marca personal resultando fácilmente reconocible para un seriéfilo avezado distinguir un producto de David Simon ('The Wire', 'Treme') o Tina Fey ('30 Rock', 'Unbreakable Kimmy Schmidt') al igual que un buen cinéfilo podría superar ese test con las obras de Clint Eastwood, Martin Scorsese o Woody Allen.

Puede que desconozcamos si la nueva serie de Shonda Rhimes se desarrollará en un hospital, una facultad de Derecho o en el mismísimo Despacho Oval, pero sabemos que el envoltorio será un culebrón catódico narrado a ritmo frenético. La 'showrunner' ha visto elevado su estatus a la 'categoría diva' por la cadena ABC otorgándole la totalidad de la parrilla de la noche de los jueves ('Anatomía de Grey', 'Scandal' y 'How to get away with murder', a la espera de 'The Catch', su próximo estreno).

Pero, ¿qué sucede cuando éstos abandonan? La séptima (y última) temporada de 'Gilmore Girls' no superó la huida de Amy Sherman-Palladino dejando a Lorelai y Rori vagando sin rumbo por Stars Hollow. La 'showrunner' podrá redimir sus pecados gracias a un 'reboot' en Netflix, diez años después. Un caso similar sucedió en 'True Blood' tras la salida en la quinta temporada de Alan Ball ('A dos metros bajo tierra'), aunque por aquel entonces la serie ya era irreconocible hasta para su legión de defensores.

La ecuación lógica causa-efecto no siempre es concluyente. Ejemplo de ello es 'The Walking Dead' en la que buena parte de la crítica y público fiel al apocalipsis zombie celebraron el despido de Frank Darabont a mitad de la segunda temporada, criticaron la salida de Glenn Mazzara -por diferencias artísticas- tras la 'season final' de la tercera y aplaudieron el giro que le ha dado su 'showrunner' actual, Scott M. Gimple.

En unas semanas -24 de abril- sabremos si David Mandel, el nuevo 'showrunner' de 'Veep' tras la salida de Armando Iannucci, aúpa a Selina Meyer (Julia Louis-Dreyfus) a la presidencia de Estados Unidos. Mandel y Dreyfus son viejos conocidos puesto que aquel fue coguionista de la aclamada 'Seinfeld'.

La Casa Blanca también se tambalea para los seguidores de 'House of Cards', quienes tras el atracón de los recientes 13 nuevos capítulos aguardan con inquietud si el devenir de las tramas se resentirá tras la reciente salida de su 'showrunner' Beau Willimon. El hueco que deja aún está vacante.

Aunque hemos introducido este concepto anglosajón en la cotidianeidad de nuestras charlas seriéfilas, es una profesión con pocos años de antigüedad. El periodista Brett Martin nombra a Steven Bochco ('Canción Triste de Hill Street', 1981-1987) como el primer 'showrunner' de la historia ('Hombres fuera de serie'. Ed. Ariel, 2014).

En la última década, el exiguo grupo inicial ha admitido a decenas de nuevos miembros que han traído consigo ideas frescas y narrativas innovadoras bajo el brazo: desde la gran esperanza depositada en Lena Dunham ('Girls') o Noah Hawley ('Fargo') hasta el estilo negro perfectamente reconocible de Bryan Fuller ('Hannibal' o 'Pushing Dasies') o los Carlton Cuse ('Bates Motel) y Damon Lindelof ('The Leftover'), post-era 'Lost'.

Dicen que el mejor cine de Hollywood ahora se da cita en la pequeña pantalla. ¿Son la nueva generación de 'showrunners' los culpables?

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