4.000 notas de amor cubren las fachadas de dos tiendas de Bilbao
Los bilbaínos han querido celebrar San Valentín dejando bonitas dedicatorias para sí mismos en el escaparate de dos comercios de Rodríguez Arias
Las flechas de Cupido han cambiado de dirección y de propósito. Ya no se trata de buscar a la otra mitad. Ni príncipes azules, ni ... medias naranjas. El amor nace desde la libertad y no desde la necesidad. El amor no siempre triunfa. De hecho, no debería de ser una lucha. Y, sobre todo, empieza por uno mismo. Así de claro lo han dejado los bilbaínos en los mensajes que han escrito sobre los papelitos rosas que dos tiendas de la villa han colocado en sus fachadas con motivo de San Valentín.
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La idea de adornar los escaparates con post-it se le ocurrió a Anakoz Merikaetxebarria, encargado de la joyería Mansión de la Plata, en el número 22 de la calle Rodríguez Arias. «No quería que San Valentín se convirtiese en un día para hacer regalos, sino en una demostración de amor propio», cuenta este profesional, que ha colgado más de 4.000 notas. No dudó en sumarse a esta original iniciativa su compañera Miren Gotzone Almanchel, que regenta la tienda de moda Sas, que está justo al lado.
Y que le sigue en todas sus ocurrencias desde que en Nochevieja celebrasen sus particulares campanadas mañaneras con uvas y champán. «Queríamos hacer algo divertido, que no fuese una horterada, y a la gente le está gustando un montón. Lo más bonito es comprobar que desde el otro lado de la calle ya se acercan sonriendo», cuenta Miren, que ayer se tiró junto a Anakoz más dos horas pegando los papelitos. «Algunos los he colocado por abajo para que los niños también se animen a pintar algo», explica.
Lo que no esperaban Anakoz y Miren es que tantos bilbaínos les fuesen a seguir en su idea 'sanvalentinera'. Y, sobre todo, que fuesen a coger el boli para celebrarse a sí mismos y para demostrar que la felicidad no depende solo del amor romántico. 'Cada día me quiero más', 'Respétate', 'Confía en ti mismo y quiérete', 'Pierde el miedo a los cambios, sé tu mismo', 'Ámate como nadie te ha amado', 'Si yo no me cuido, no te podré cuidar' o 'Me quiero hasta el infinito y más allá' son algunos de los mensajes que los bilbaínos se han dedicado a sí mismos.
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Algunas personas han aprovechado el día más romántico del año para plasmar sus deseos, que nada tienen que ver con vivir un romance de película o encontrar una pareja para toda la vida. Prefieren 'el pantalón del escaparate', 'una Visa sin fondo', 'bombones'... Y como aquí no ligamos ni aunque Cupido nos lance el arco a la cabeza, hay quien directamente quiere 'un cubata de ginebra rosa con limón para tener un buen revolcón'. Y quien no se anda con rodeos: 'Déjame tu número, quiero ser tu Bustamante'.
Algunos creen que seríamos más felices si nos quisiésemos más. 'Pudiendo amar, por qué odiar' o 'quiero que la vida sea amor', escriben. Y, sobre todo, están convencidos de que nos iría mejor si atinásemos más. 'Afina la puntería', sugiere alguien consciente de la cantidad de disgustos que uno se ahorra eligiendo bien. Otros se han acordado en San Valentín del amor más grande: 'el de mi madre'. Y de aquellos compañeros que siempre dan sin pedir nada a cambio, hoy y todos los días. 'Tengo el amor de mis gatos', 'A Lope, mi amor incondicional...'
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La dedicatoria de Fito
Fito Cabrales, cliente habitual de Mansión de la Plata, ha visitado este martes la joyería para hacer un detalle a las 'Marisas' de su vida, su mujer y su hija. «Se ha llevado regalitos para las dos, también suele cogerles cosas en Navidad, en los cumples... es un encanto, súper majo», cuenta Andrea Osta, dependienta de este comercio especializado en bisutería y complementos «a precios accesibles». El rockero bilbaíno también se ha animado a dejar su dedicatoria en el escaparate. «Estaba justo atendiendo a otro cliente y me he despistado, pero creo que puede ser esta: 'Cosas buenas, hoy y siempre'».
Eso sí, aquí ponernos romanticones en público nos da apuro. A diferencia de Fito, muchas personas se paran a leer las notas y a sacar fotografías, pero se cortan a la hora de escribir algo. «Cierro la puerta de la tienda para que se sientan más cómodos, porque la mayoría de los mensajes los escribieron ayer por la noche. Menuda alegría me he llevado hoy al verlos», expresa Miren. Su ilusión sería que el resto de tiendas se sumasen a la iniciativa. «Me encantaría que todo Bilbao se cubriese de notitas rosas, porque además es una idea muy sencilla y barata». Reconoce que ella y Anakoz han dormido con miedo de que una ventolera se llevase por delante los papelitos, pero confiados en que la gente no los quitaría. «Los bilbaínos apoyan y se alegran con estas cosas». Y enseguida pillan el boli para dedicar unas bonitas palabras a Laura, Borja, Joel... y para gritar a los cuatro vientos que ¡viva el amor.. propio!
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