Así es la supergrúa que reforma el Bellas Artes: Norman Foster visita esta mañana las obras

La silueta de las grúas asomando por encima del vallado de la obra de ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao llama la atención a todo el que pasa junto a ellas. En este caso la fascinación está más que justificada, porque la mayor de ellas es un modelo mastodóntico. Tanto, que solo existe otra igual en toda España. Esta misma mañana, Norman Foster, el arquitecto británico que firma el nuevo diseño, podrá contemplar cómo trabajan a destajo y la evolución de la obras que acabarán por colocar una 'boina gigante' sobre la estructura actual.

La Liebherr LTM1750-9.1 es un modelo autotransportable de nueve ejes que pesa 96 toneladas. Tiene 800 toneladas de capacidad. Mide casi 22 metros de largo. No es la única que participa en este tajo, pero es la más espectacular. Ha llegado circulando por sí misma hasta el museo, acompañada de otras grúas y 25 camiones que transportaron el resto de elementos necesarios para la tarea que tienen encomendada, como contrapesos y largueros de apoyo. Para la obra del Bellas Artes, la LTM1750 está equilibrada por 204 toneladas de lastre.

Junto a la 1750 -la llamaremos así para abreviar- también se trabaja en la ampliación una 1650 (que tiene 650 toneladas de capacidad, 8 ejes, con una tara de 96 toneladas y 175 toneladas de contrapeso), una 1300 (con 300 toneladas de capacidad, 6 ejes, 72 toneladas de tara y 96 de contrapeso), además de otras de 200 toneladas de capacidad o menos.

Aunque llama la atención la altura que puede alcanzar -que se adapta según las circunstancias, pues a la grúa se le acoplan los plumines necesarios para complementarla- lo que la hace espectacular son esas 800 toneladas de capacidad.

Sin embargo, ¿es esa su capacidad para levantar peso? No siempre. La cifra resultante -la cantidad de toneladas que pueden colgar del plumín y ser izadas y movidas de un lado a otro- depende de la distancia horizontal respecto a la base. Son grúas originariamente diseñadas para la instalación de aerogeneradores, capaces de alzar mucho peso si están cerca del objeto que tienen que sostener. Es decir, cuanto más lejos de su posición deben trasladar la carga, menos peso pueden izar sin desesquilibrarse. A su máxima extensión es capaz de levantar solo 1,8 toneladas. Sin embargo, podría con más de 100 toneladas que estuvieran a 20 metros de distancia del centro de la grúa.

La grúa cuenta con dos motores diésel, uno de 8 cilindros (675 CV de potencia) para la circulación por carretera y para poner en marcha las primeras fases de automontaje. Luego entra en funcionamiento el segundo motor (6 cilindros, 400 cv), que alimenta el sistema hidráulico de la grúa y el cabrestante. Los motores funcionan con combustible HVO a base de aceites vegetales hidrotratados, compatible con el diésel.

El montaje comienza con la colocación de los cuatro largueros de apoyo -las 'patas' que estabilizan el conjunto-. Pueden viajar encajadas durante el transporte o en un camión auxilar. Son colocadas en posición por la grúa principal, que no necesita ningún elemento externo para esta primera fase. Después, se colocan los contrapesos, se sitúa la cabina de control en la posición de trabajo y, finalmente, se extiende la grúa.

Los plumines -las estructuras que se acopla a la grúa para aumentar el alcance de esta- se transportan por separado y se montan en función de las necesidades. El mismo modelo de grúa se puede configurar de diferentes formas según las necesidades.

Para la obra del museo, a la grúa -de 27 metros completamente extendida-, se le ha acoplado un plumín basculante de 42 metros.

Su configuración final es un espectáculo para quienes admiran estas estructuras.

Las grúas que están colocando las grandes piezas de la reforma del Bellas Artes aún tienen trabajo para unas semanas, según fuentes del museo. Así que aún serán visibles unos días.

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