Lo último en publicidad sexista para vender libros
El cartel de la Feria del Libro de Zamora es el enésimo ejemplo de imágenes que reducen a la mujer a un mero objeto sexual
Itsaso Álvarez
Martes, 6 de junio 2017, 01:46
El jueves arranca en Zamora la trigésimo segunda edición de la Feria del Libro, un evento cultural que lleva todo el fin de semana envuelto en una polémica. El motivo no es otro que el cartel que la organización ha elegido para anunciarlo. En él aparece una mujer desnuda y situada de pie y de espaldas al espectador. No se le ve la cara, el pelo lo tiene recogido por encima del hombro derecho y su espalda aparece tapada por un libro grande provisto con unas alas a los lados. Como si ejerciera de atril. Lo que queda bien visible es el trasero de la mujer, pese a que ella ha colocado sus dos manos entrecruzadas sobre él. Hay quien lo ha calificado de «obra de arte» y de «dibujo», aunque es una foto, mientras otros replican que «anunciar una feria del libro no es un Goya», que es «vergonzoso», que es una «alegoría sexista de la lectura, que utiliza los estereotipos publicitarios del cuerpo de la mujer como mero objeto publicitario», que «ni la lectura te hace levitar ni la mujer es solo culo» y que «cualquier pretexto, hasta una feria del libro, es bueno para presentar a la mujer como un objeto troceado y sin cara», expresa Laura Freixas.
El cartel en cuestión, donde figura el apoyo del Ayuntamiento de la localidad, liderado por Izquierda Unida, fue seleccionado en un concurso cuyo jurado estuvo formado por dos representantes de la Escuela Superior de Arte de Zamora, miembros de la Asociación Zamorana de Librerías, Papelerías y Material Didáctico (AZAL) entre sus objetivos figuran fomentar la lectura y defender los intereses de los libreros, y de la Biblioteca Pública y Biblioteca Municipal de Zamora. Valoraron la calidad gráfica, la posibilidad de reproducción de la obra, la adaptabilidad a diferentes soportes, la creatividad, la originalidad, el impacto visual y su contenido simbólico. Las bases de la convocatoria establecían que las obras candidatas debían ser originales e inéditas y que no atentaran «contra la propiedad, la integridad, el orden público o la buena imagen de personas físicas o jurídicas», además de que no incitaran «a la violencia» ni a ludieran a «motivos religiosos y/o políticos» ni, por supuesto, resultaran «discriminatorias». Su autor recibió como premio 100 euros en libros o materiales de trabajo que puede gastar en las librerías participantes en la feria. Además, su nombre figurará impreso en el cartel.
Antes que por este cartel de Zamora de tinte sexista, la controversia ha planeado sobre otros de semejante calado. Aquí van algunos ejemplos: