«La maternidad no es subrogable: condiciona para siempre la vida de la mujer y del niño»

Los responsables de las diócesis de Bilbao, Vitoria y San Sebastián se pronuncian sobre los vientres de alquiler

Iván orio

Viernes, 24 de marzo 2017, 02:22

Los responsables de las diócesis de Bilbao, Vitoria y San Sebastián también se pronuncian en esta entrevista sobre los vientres de alquiler -«la maternidad no es subrogable», defienden- y sobre las peticiones de algunos partidos políticos para avanzar hacia una sociedad más laica.

Publicidad

En las últimas semanas la izquierda abertzale, y en algunos casos el PSOE, se han pronunciado contra las relaciones Iglesia-Estado, contra la exención del IBI, contra la asignación tributaria, contra la asignatura de Religión e incluso contra la emisión de la misa en televisión, como hizo Podemos. ¿Piensan que hay una ofensiva laicista en España?

José Ignacio Munilla: Es una vieja costumbre. Estas tendencias políticas olvidan que los cristianos son ciudadanos normales que tienen sus derechos sociales y que con toda justicia pueden exigir democráticamente una manera de concebir la enseñanza, la distribución de la riqueza o la comunicación. Es un tema de votos y no acaban de aceptar que otros tengan un posicionamiento distinto y con más apoyo social en estos temas. El Estado no es confesional, pero los ciudadanos tienen derecho a exigir las concreciones sociales de acuerdo a su confesión.

En el reciente congreso nacional del PP, el partido en el Gobierno esquivó pronunciarse sobre la maternidad subrogada. ¿Cómo valoran esa posición?

Mario Iceta: La maternidad es una relación del todo singular que se establece entre la mujer madre y el niño que vive y crece en su seno. Es una dimensión personal de primer orden que deja una impronta profunda para siempre en la madre y también en el niño, que en el seno materno vive en una relación maravillosa y plenamente humanizadora. Es una relación que condicionará de modo decisivo y para siempre la vida de ambos. Por eso la maternidad no es subrogable. Aquí hablamos de un proceso que en el fondo despersonaliza a la mujer, pues realmente no se busca establecer una maternidad verdadera, una auténtica relación materno-filial, sino un uso temporal del útero de una mujer. Lo mismo ocurre con el niño alojado en su seno, donde la relación que se inicia y que está llamada a durar toda la vida se ve truncada y distorsionada por una provisionalidad y una permanencia en ese seno puramente transitoria y en el fondo de carácter utilitarista. Habría también que realizar una valoración ética de toda la cuestión económica que rodea estas situaciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad