La nueva Thermomix y un detalle del libro digital.

Hoy cocina el robot

Thermomix, el pionero del que acaban de lanzar su nueva versión TM5, y sus competidores te volverán un chef de primera aunque no sepas freir un huevo. Solo tienes que seguir sus indicaciones paso a paso

Sergio Eguía

Sábado, 13 de septiembre 2014, 01:12

El lunes se puso a la venta la nueva Thermomix, el exitoso robot de cocina del que se han colocado 1.800.000 unidades en España desde su lanzamiento al mercado en 1978. La TM5, ese es el nombre del modelo, es la quinta generación de esta máquina que corta, pica, remueve, calienta, cuece, cocina al vapor.... De todo, vamos. Cuesta 1.100 euros, claro. La verdad es que el electrodoméstico es lo que uno esperaría ver sobre la encimera de la cocina de la nave Enterprise. Si es que en los tiempos de Star Treck siguen cocinando. Todo apunta a que sí, viendo la evolución en el tiempo del capitán Kirk.

Publicidad

Y es que salvo que seas un cocinillas o uno de los entusiastas de este ingenio alemán -leales como un klingon a los increíbles poderes del artilugio- todo esto de la Thermomix puede que te suene a ciencia ficción. No es para menos. El universo de los robot de cocina no deja de expandirse y complicarse. Así que vamos por partes.

No es una Thermomix...

Primero, olvídate de la Minipimer. Los nombres pueden sonarte parecido -aunque no compartan ni las letras-, pero nada tiene que ver un completo robot de cocina con la batidora que tienes en casa desde aquella tierna infancia cuando los fogones era el territorio casi exclusivo de la amama. La batidora picadora es muy útil, pero no tiene nada que ver con esto. Tampoco te enredes en aquellos armatrostes llenos de accesorios que ocupaban un armario completo -o toda la encimera- que no había forma de lavarlos y que finalmente ni se usaban porque era más rápido y sencillo recurrir al cuchillo y a la varilla batidora. La Thermomix y sus cada vez más numerosos competidores son máquinas completas que realizan tras ser programadas la receta de principio a fin sin ninguna ayuda humana. Y aseguran que la comida sale buena. Mejor que si la hicieras tú mismo. De ahí su larga vida y prosperidad suponemos.

Otro electrodoméstico con el que no se debe confundir un robot es lo que llamaríamos ollas eléctricas programables. Esto ya se parece más a una Thermomix o a sus principales alternativas: el Mycook de Taurus; el Cooking Chef de Kenwood, la Ladymaxx que venden Lidl y Aldi a una quinta parte del precio de la original; o la Cecomix de GM. Las ollas programables, aunque sus usuarios van mejorando las recetas y apuntando trucos en las redes, están pensadas para que uno meta dentro todos los ingredientes, programe la hora de inicio y encuentre la comida recién hecha cuando llega a casa del trabajo, por ejemplo. Claro, no queda igual que hacerlo paso a paso. No obstante, los nuevos modelos permiten usarlas también con la tapa abierta, por lo que se pueden hacer sofritos como base de los guisos y después programarlas para que terminen la faena ellas solas.

Si algo tienen en común todos los inventos son las redes que se tejen entre los aficionados a usarlas. Cada vez más gracias a foros virtuales. En ellos se comparten recetas y experiencias. Una fuente de la que beben los propios fabricantes de las máquinas que las van así adecuando. De hecho, la nueva Thermomix, la TM5, ya está digitalizada e incorpora en su memoria interna un libro de recetas que se puede leer en la propia pantalla del aparato. La pionera va un paso más allá con el nuevo modelo y se convierte no solo en el pinche perfecto; ahora es también el maestro que te chiva el siguiente paso de la receta.

Publicidad

Sí es una Thermomix....

Pero veamos un caso práctico para entender qué es y cómo se usa una Thermomix. Básicamente es como tener -todo en uno y sin ocupar demasiado espacio- una báscula, una picadora de carne, una vaporera, un horno, una panificadora... Se trabaja con un vaso central en el que hay unas cuchillas y que descansa sobre una resistencia. Ahí se van añadiendo los ingredientes (sin procesar, ya lo hace la máquina) en el orden que dice la receta y magia.

Así, por ejemplo, vemos como explica la propia Vorwerk, la empresa alemana que fabrica Thermomix, un Arroz de caldero con sepia y gambón. "Primero se introducen en el vaso 3 ñoras (una especie de pimiento choricero), 3 ajos y 50 gramos de aceite de oliva virgen extra. Lo picamos 4 segundos a velocidad 6. Después se sofrie 5 minutos más, Varoma (la función de cocina al vapor) a velocidad 1". Ya ve que la Thermomix es un ayudante. Tú tendrás que seguir manejando la tarea. Nada de marcharte a la piscina. Salvo que un paso sea largo. Entonces no hace falta que mires cómo lo hace. Claro que tampoco te quedas mirando a la olla una vez que ha subido el pitorro.

Publicidad

"En segundo lugar -continúa la receta- pelamos los gambones y reservamos los cuerpos. Una vez finalizado el sofrito añadimos las cabezas y las pieles y volvemos a sofreir 3 minutos, varoma, velocidad 1. Después añadimos 1.100 gramos de agua y cocemos 15 minutos, Varoma, velocidad 2. Al finalizar, colamos utilizando el cestillo y reservamos en un bol". Imposible equivocarse. Hasta un niño lo haría perfecto.

El robot repostero

  • kitchen aid

  • Además de la Thermomix, sus competidoras, y las ollas programables hay un tercer y popular tipo de robot de cocina. Y está muy de moda. Será su aspecto retro, sus colores llamativos o el 'boom' de la repostería casera, pero la Kitchen Aid, la megabatidora americana que nunca falta en un programa de cupcakes que se precie, se está volviendo un artículo de primera necesidad para mucho pastelero aficionado. Y eso que cuesta unos 600 euros. En las grandes superficies, claro. En internet se encuentra más barata. Bastante más barata.

  • La Kitchen Aid, como la Thermomix, viene con una pala de mariposa, una varilla y un gancho batidor. El último para hacer masas de pan. Luego exiten un montón de accesiorios (se compran por separado -sobre 90 euros cada uno-) para hacer helados, pasta fresca, picar carne, etc... No obstante hay una diferencia fundamental con la Thermomix -y con la My Cook de Taurus y la Cooking Chef de Kenwood, robots de cocina con todas las letras-. La Kitchen Aid no calienta la comida, no tiene resistencias, ni inducción, ni nada. Es decir, solo procesa los alimentos, que luego deberán ir al horno. Aún así, y lo digo por experiencia, si es goloso o le va el pan casero, le cambiara la vida .

Vamos a por el paso cuatro. "Limpiamos el vaso. Ponemos en el vaso el ajo, la ñora restante y el tomate con 30 gramos de aceite de oliva virgen extra y picamos 4 segundos a velocidad 6. Añadimos el pimiento rojo cortado en juliana gruesa y rehogamos 5 minutos, Varoma. Mientras tanto cortamos en daditos la sepia, la añadimos al sofrito y programamos 3 minutos, Varoma. Tras esto, añadimos el fumé al sofrito (ese había que tenerlo de antes, pero también podías haberlo hecho en la propia Thermomix) y llevamos a ebullición programando 4 minutos, Varoma. Una vez finalizado incorporamos el arroz, una cucharadita de sal y probamos. Si es necesario añadiremos otro pellizco de sal". Como ves, con tanta metódica orden el que empieza a sentirse como un robot es el cocinero. "Para ir terminando se programa el Varoma otros 13 minutos y cuando en el reloj falten cinco se incorporan unos tropezones de atún. A 2 minutos de finalizar se meten los cuerpos de los gambones. Cuando pase todo el tiempo, volcamos el vaso sobre una fuente ancha de barro y cubrimos con un trapo limpio durante 5 minutos para que repose".

Publicidad

Listo. ¿Cuánto ha manchado en la cocina? Prácticamente nada. Un cuchillo, la tabla de picar y... Si hubiera hecho una crema, todavía menos. Las cuchillas del propio robot se hubieran encargado de cortar, batir y ligar todos los ingredientes.

Respecto a su antecesora TM31, que llevaba 10 años en el mercado, la TM5 se caracteriza por incorporar la ya detallada Cocina guiada. Ahora, con un solo selector se controlan todas las funciones, las anteriores y las nuevas como la posibilidad de pesar alimentos con la máquina en funcionamiento, más velocidades, más temperaturas (hasta 120 grados) y el turbo.

Publicidad

Nunca he sido partidario de usar máquinas para según que cosas, pero cada vez más personas aseguran que estos inventos que rotan y se calientan logran satisfacer sus más variados apetitos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad