Dos menores quemadas vivas en una chabola
El exnovio de Ana María prendió fuego hace 14 años a la chabola en la que vivía en el barrio El Bullón de Santurtzi, donde pereció también su amiga Sandra y sufrió quemaduras graves otro chico
Éste es uno de esos sucesos que nunca debió ocurrir. Sandra y Ana María tendrían hoy 31 y 30 años, pero el exnovio de la segunda decidió quitarles la vida «por celos» la madrugada del 23 de noviembre de 2004, cuando tenían 17 y 16 años. Y lo hizo de la manera más cruel que se puede imaginar: las quemó vivas. Ana María se encontraba bajo tutela de la Diputación vizcaína tras una infancia difícil y se había escapado de un centro foral en Otxarkoaga dos meses antes de los hechos. Vivía en una antigua cuadra para guardar ovejas, cabras y conejos que con la ayuda de sus amigos había adecentado en una zona escondida, de matorrales, en el barrio El Bullón, en Santurtzi.
La noche de autos, Sandra, que tenía una hermana melliza, tuvo la mala suerte de decidir quedarse a dormir con ella. También se encontraba un tercer joven, J.A.Z., de 20 años, único superviviente de la tragedia. Ana María había decidido romper con su novio, de 16 años, porque la maltrataba, según su entorno. Por la tarde, le había confesado que estaba saliendo con otro joven. Según algunas fuentes, el homicida había mantenido un enfrentamiento con el nuevo compañero de la joven, que le advirtió «que no le pegara más y le dio un sopapo».
«Cegado por los celos», sobre las tres de la madrugada y sin hacer ruido para no despertarles, en un impulso, el menor introdujo en la chabola un cojín envuelto en llamas y colocó un sofá en la puerta para bloquear la salida. Sólo el chico de 20 años consiguió escapar del fuego abriendo un boquete, aunque sufrió quemaduras en el 25% del cuerpo, por las que quedó ingresado en la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Cruces, donde le practicaron varios injertos. Herido, caminó durante un kilómetro y encontró ayuda en el parque central de la localidad marinera, donde un ciudadano llamó a la Policía.
Las dos adolescentes murieron abrasadas. El suceso conmocionó a la localidad de Santurtzi y a toda Bizkaia. La Ertzaintza detuvo horas después en su domicilio familiar en el barrio de Kabiezes al único sospechoso. Apenas cinco meses después se celebró el juicio en un Juzgado de Menores, que condenó al presunto autor de los hechos a seis años de internamiento en el centro cerrado de Zumarraga. En la vista oral, el acusado alegó que no pretendía matar a nadie, que sólo quería asustar a su exnovia y que, de hecho, al darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido, intentó sin éxito auxiliar a las chicas.
«Me tocó patear el monte para poder divisar el lugar»
Un SMS me despierta a las siete de la mañana. Incendio en Santurtzi con varias víctimas. Me dirijo a la zona y la encuentro fuertemente acordonada por la Ertzaintza. Empiezo a indagar y me llegan las primeras informaciones. No ha sido un incendio casual, ha sido provocado y hay menores por medio. Los cuerpos ya han sido retirados y los agentes están inspeccionando la zona en busca de pruebas. Me toca patear el monte para poder divisarlos. A lo lejos puedo ver cómo los miembros de la Policía científica recogen restos de una hoguera aún humeante. Poco a poco me van llegando noticias de cómo ha sido el suceso. Difícil de asimilar una desgracia como ésta.
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