Desalojan tres portales de Santurtzi tras derribar un muro de carga en una obra «sin licencia»

«Percibimos que el patio se estaba hundiendo, porque había llovido y se formó un charco, lo que nos alertó. Llamamos a los bomberos y nos confirmaron que había un riesgo de colapso», relató ayer a EL CORREO Sara Pérez, una de las vecinas afectadas del portal 6. La residente explica que «en la lonja llevaban dos semanas de obras, el otro día daban unos martillazos que retumbaba el edificio, ahora entendemos por qué, han quitado un pilar importante». Ante los hechos, «nos confinaron a todos en casa por seguridad y, después de analizar durante horas la situación, decidieron que no podían entrar a apuntalar porque se ponían en riesgo ellos mismos. Estaba en demasiado mal estado como para entrar a llevar a cabo esa tarea», contó.

En una primera instancia los Bomberos, mediante una grúa, sacaron por la ventana a los vecinos que tenían que salir por una «urgencia médica o similar», añadió. La situación alertó al Ayuntamiento, que acudió junto a un equipo de mantenimiento urbano y efectivos de la Policía Local. La noche fue de lo más angustiosa para los residentes de estos tres portales. «Estábamos muy preocupados. Los Bomberos usaron un dispositivo de alarma que se activa si percibe movimiento, y sonaba muy alto. Daba miedo», expresó Pérez.

La mayoría de familias de las 34 viviendas afectadas permanecieron en sus hogares, pero el Consistorio se encargó de realojar en un hotel del municipio a «seis familias» durante la noche del suceso, puntualizó el portavoz del equipo de gobierno, Edorta Rodrigo.

Desde el Ayuntamiento aseguraron que la actuación en la lonja, un antiguo almacén de materiales de construcción, se llevó a cabo «sin licencia de obra. Solo comunicaron que harían la limpieza del espacio, por lo que solo tenían permiso para limpiar. Han actuado, consciente o inconscientemente, sin licencia», resaltó el concejal jeltzale. La eliminación del «pilar central», añadió Rodrigo, provocó un «riesgo evidente de seguridad ciudadana», por lo que los expertos decidieron que se tenía que demoler el patio que da acceso a los portales. A pesar de ser una zona privada, que permanece acordonada, el Ayuntamiento, de forma subsidiaria, ha contratado a una empresa encargada de echar abajo la estructura afectada. «No hay otra manera. Si no se hace nada, se cae del todo seguro», agregó el portavoz.

Los operarios acudieron durante la mañana de ayer al lugar de los hechos para proceder a la demolición del patio. Según confirmaron los vecinos a este periódico, «apenas tuvieron que hacer nada, al primer toque de martillo cayó todo», afirmó Pérez, quien añadió que «la arquitecta nos ha asegurado que debajo de los edificios no hay ningún problema, no hay peligro». Ayer los residentes estaban «más aliviados, pero también enfadados con el propietario de la lonja. Al final se ha quedado en un susto, pero podía haber pasado alguna desgracia muy grave», añadió la vecina, que avanza que «lo primero es poner a la gente a salvo, luego esperaremos a los informes técnicos y tomaremos las acciones pertinentes».

Los Bomberos continuaron ayer con las labores de evacuación por la ventana para aquellos vecinos que quisieran salir. Los demás «no podrán entrar ni salir hasta hoy por la noche, según nos han confirmado», aludió la vecina. Mientras perdure la situación, se asegurará el acceso de los residentes a las viviendas mediante unas pasarelas metálicas.