Llegan «muchas más limitaciones» para alquilar

Sufriendo Bilbao un problema residencial importante por los precios disparados, el Ayuntamiento ya anunció que va a poner coto a los pisos turísticos. Ahora ya tienen sus cortapisas porque únicamente pueden emplazarse en primeras plantas y en el Casco Viejo, además, se reduce a uno solo por portal. ¿Qué más restricciones se están preparando en la modificación en marcha del Plan General de Ordenación Urbana? «Su implantación se va a limitar mucho más», se limitó a avanzar Xabier Ochandiano. Sin embargo, evitó concretar de qué manera va a hacerse porque revelar pormenores podría provocar movimientos en el mercado, pendientes como están inversores y especuladores de estas cosas.

En lo que trabaja el Ayuntamiento es en el análisis barrio a barrio del número de pisos turísticos, y se plantea establecer un tope por cada mil habitantes. En cuanto se supere, no se otorgarán más licencias. Y a la hora de conocer el mercado, tan opaco ahora, jugará un papel importante la transposición a la normativa española de la regulación europea que ya obliga a los grandes portales comercializadores a revelar, por ejemplo, en qué piso está cada inmueble, lo que facilitaría mucho detectar a los que ahora operan de forma ilegal.

Otra cuestión que se está analizando en el Ayuntamiento es el tratamiento legal de las habitaciones de alquiler. Por el momento las restricciones solo afectan a los pisos turísticos que se alquilan en su totalidad, pero no a aquellos en los que el propietario mete a viajeros en una habitación de la vivienda en la que reside. Claro, esto abre la puerta a fraudes porque alguien puede aparecer empadronado en un lugar, vivir en otro, y destinar toda su casa a estos fines aparentando alquiler habitaciones. Así que otra posibilidad sería dar el mismo tratamiento, o parecido, a este modelo que a los pisos turísticos tradicionales.