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Imagen actual del muro levantado en Tijuana.

Las mafias, pendientes del muro de Trump

Colectivos sociales y organizaciones civiles comienzan a avisar en México de que la política migratoria del nuevo presidente alentará a los cárteles

óscar b. de otálora

Miércoles, 25 de enero 2017, 20:51

Las consecuencias que tendrá el muro que Trump pretende levantar entre México y Estados Unidos son imprevisibles. No solo económica o socialmente. En el país azteca se están alzando ya voces que anuncian los graves problemas de seguridad ciudadana que supuestamente generará al sur de la frontera al favorecer las políticas de los cárteles. Uno de los últimos personajes relevantes que están alertando de que los mayores beneficiados de la valla serán los cárteles es el padre Alejando Solalinde, un sacerdote premiado por su labor en favor de los derechos humanos. Y las mafias ya han dado muestras de querer obtener beneficios del discurso de Trump.

A finales del año pasado, la embajada norteamericana en Honduras comenzó a avisar a los ciudadanos del país de que desoyesen los llamamientos que estaba realizando el crimen organizado, cuyas bandas estaban utilizando las proclamas del magnate norteamericano a favor del muro para que aquellas personas que tuviesen previsto emigrar a Estados Unidos tuviesen en cuenta que se trataba de «ahora o nunca» y se apresurasen a intentar cruzar la frontera. Según la prensa hondureña, los discursos de Trump durante la campaña electoral sobre emigración supusieron un aumento de los ciudadanos ilegales que intentaban cruzar la frontera antes de que el candidato republicano llegase a la presidencia y llevase adelante sus planes para levantar el muro. Entre octubre y febrero del año pasado, cuando el discurso de Trump ya conmocionaba Latinoamérica,150.304 inmigrantes fueron detenidos tratando de cruzar la frontera, lo que supone un aumento del 24% frente a las mismas fechas del año pasado.

Los 'Zetas'

Los riesgos, según el sacerdote Solalinde y algunas organizaciones civiles que desde el año pasado están alertando de que levantar la valla puede ser letal, se centran en la posibilidad de que una enorme población flotante de emigrantes ilegales quede detenida en la frontera de México, a merced de las mafias que, por otra parte, ya han comenzado a incluir el tráfico de personas entre sus negocios. Recientemente, uno de los carteles más brutales de México, los 'Zetas', era identificado como parte de las tramas de inmigración ilegal. En la actualidad, la valla entre Estados Unidos y México es de 1.100 kilómetros de un total de 3.200 de frontera. Ese obstáculo no ha frenado jamás los movimientos de las mafias, que funcionan además mediante sistemas que ya se han demostrado capaces de burlar los muros -túneles, barcos, vehículos legales- para el tráfico de drogas, por ejemplo. Pero si la dificultad aumenta, sus ingresos aumentarán -al cobrar más por la dificultad añadida a sus movimientos- y además contarán con una población de desesperados capaz de nutrir sus filas.

Pero lo que también preocupa es qué sucedería con los ciudadanos que Trump piensa deportar de Estados Unidos. Aunque este es un punto que el presidente no ha aclarado en sus discursos de campaña, cómo llevará a cabo las expulsiones. Si la deportación que ha anunciado se produce a la frontera mexicana en esta región se crearía una avalancha humana pese a la escasa capacidad de acogida y de que el crimen organizado ha llegado a ser más poderoso que el Estado en puntos como Ciudad Juárez.

No obstante, una de las dudas sobre el tamaño real de esta amenaza es que Obama fue el presidente que más ciudadanos ha deportado de la historia de Estados Unidos. Bajo su mandato, 2,5 millones de personas fueron obligadas a dejar Estados Unidos -un 23% más que en las legislaturas de George W. Bush-, sin que ello haya supuesto un colapso en Centroamérica.

En la región, los mayores problemas de seguridad vinculados a la inmigración se produjeron en los años 90, cuando desde California se produjeron expulsiones masivas de ciudadanos salvadoreños, hondureños o guatemaltecos. El criterio básico para la deportación es que tuvieron antecedentes delincuenciales así que el grupo que fue enviado de vuelta a sus países estaba vinculado con organizaciones criminales norteamericanas que se extendieron a Centroamérica. Así nacieron las 'maras', las pandillas que en países como El Salvador han puesto en apuros hasta a los Gobiernos y el Ejército. No obstante, su caldo de cultivo fueron los grupos criminales que ya estaban infiltrados en los gobiernos regionales. En este sentido, el sacerdote mexicano Solalinde ha aclarado en las últimas horas que peor que el muro de Trump «es el muro de corrupción» levantado por los políticos mexicanos en los últimos años.

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