En Bilbao todo es 'Berria'

Si en Bilbao todo es o aparenta felicidad de la cantidad de negocios que exhiben carteles y pegatinas que levantan el ánimo al más triste, de unos años para acá todo es Berria. Ya sea por el deseo de estar siempre a la última o sencillamente reinventarse, son muchos los establecimientos, especialmente del ramo de la hostelería y restauración, que emplean de prefijo o sufijo este término. A esta tendencia han sucumbido todo tipo de locales.

Lo mismo clásicos, que precisamente por su longevidad se han ganado un destacado sitio en la memoria colectiva ciudadana y siguen en boca de todos, que los que han echado a andar. Unos y otros utilizan el vocablo 'nuevo' en euskera de complemento. Ahí está el caso de Café Bar Bernardo Berria, La Exquisita Berria Pastelería Gozotegia, New York Berria, la pastelería de la calle Buenos Aires que se salvó hace varios años de la amenaza de cierre, o El Huevo Berria, un clásico del poteo de Pozas. 'Hermano' pequeño de El Huevo Frito de García Rivero, este bar ha crecido sin darnos apenas cuenta. Es ya un mozalbete de 16 años que presume, en su página web, de ser el bar «más fan» del Athletic.

De eso y de servir, entre otras delicatessen, los mejores pimientos verdes rellenos de rabo estofado. Por eso, cuando Clemen, la dueña, se embarcó junto a su socio en otra aventura empresarial pensó que al huevo de toda la vida había que salpimentarle con algo diferente. «Fuimos de los primeros, si no los pioneros, en utilizar berria. Luego han venido los demás», aclara la hostelera. «Y nos decantamos por berria porque, obviamente, éramos un huevo nuevo, pero que veníamos del frito. A veces nos han confundido con el Bilbao Berria, pero no pasa nada», agradece Clemen.

Lo del popular restaurante de Ledesma no tiene nombre. Hay decisiones que más que un riesgo suponen una temeridad en toda regla. Cuando los dueños del legendario Metro Moyua abandonaron el emplazamiento de Gran Vía (hoy Max Mara) para saltar a la parte alta de Ledesma efectuaron un salto mortal sin red. Prescindieron de uno de los mejores emplazamientos de la ciudad y del nombre original para cargar con una nueva identidad. A a escasos metros de su emplazamiento anterior, el resultado es de sobra conocido. Si algunos locales mueren de éxito, el de la familia Lasa –herederos del Matxinbenta– acrecentaron su fama y renovaron su idilio con la clientela antigua, mientras sumaban una legión de nuevos acólitos. Tan contentos están con la elección que traspasaron fronteras internacionales con la apertura de una nueva criatura en Londres, concretamente en el número 2 de la mismísima Regent St. Se llama Norte by Bilbao Berria. Ahí es nada. Eso sí que es vender Bilbao.

¿Pero por qué Berria? «Allá por el año 96», cuando Iñaki Lasa y Rafael Viar abrieron su segundo restaurante en Barcelona, Bilbao vivía una «época esplendorosa con la regeneración de la zona de Abandoibarra, la reforma de la ría y la inauguración del Museo Guggenheim. Significó el renacimiento de la ciudad. Se convirtió en una urbe cosmopolita y abierta al mundo», aclaran. Lasa y Viar no dudaron en dar a conocer 'Bilbao Berria' a la sociedad barcelonesa a través de un nuevo concepto gastronómico. Lo demás, dejan entrever, estaba cantado. Si Barcelona contaba con un Bilbao Berria, la capital vizcaína no se merecía menos.

La fórmula parece interminable. Referencias de toda la vida, como el restaurante Mendata –ahora Mendata Berria, de Alameda San Mamés– o el legendario asador Pollo Rallye de Egaña, que desde 1974 se está dejando la piel preparando pollos y codillos para llevar a casa o servirlos en su atestada terraza, también han añadido este vocablo. Apunten su nueva seña: Rallye Berria. Nada como ponerse al día cuando a casi todo el mundo le funciona la fómula. El Alkimia Berria, en lo más alto de la corta calle de José María Escuza, también echó mano de este concepto para dar a conocer sus pinchos de tortilla de patata o La Karola Berria.

Antes de convertirse en un lugar de culto junto a la ría, al bar situado a la altura del número 22 del Muelle de Olabeaga se le conocía simplemente como La Karola, en homenaje a la famosa grúa. En junio del pasado año arrancó una nueva etapa que prolongó una historia iniciada justo dos décadas antes. «Queríamos un cambio de imagen y prácticamente de todo. Buscábamos diferenciarnos de todo lo que había supuesto hasta entonces», remarcan los hosteleros Agustín Medrano y Daniel Muniozguren. Pero tampoco querían prescindir del valor de una referencia «tan mítica», encajada en una joya arquitectónica: la casa Bolívar de Olabeaga. Por eso coincidieron en que Berria les venía como anillo al guante.

En realidad, de Berria tiran todo tipo de empresarios. Locales, como el Bertoko Berria, de la Plaza Nueva, y foráneos. Como Tanger Berria, que sirve desde hace tres años en Alameda Recalde los mejores platos de la cocina tradicional marroquí. Apunten: Sopa harira, puré bissara, tajine con verduras y, por supuesto, pinchos morunos o cuscús. Sin olvidarnos de sus pastas y tazas de té.

Hay referencias que a fuerza de emplear el bilingüismo resultan algo redundantes. En estas anda Nuevo Portu Berria, una taberna de lo más 'cool' de la calle Iturribide, en el corazón del Casco Viejo, de la que no se puede salir sin probar sus rabas de lujo, vermús y gildas. «Crean adicción», dicen quienes prueban estas últimas.

La moda de poner a todo Berria es un asunto central que llega también a la periferia y alcanza a populares establecimientos de barrio. Bar Berria, en Zamakola, Matiko Berria o el Ariltze Berria de Avenida Madariaga, en Deusto, son un ejemplo que se repite con asiduidad.

Tanto, que Bilbao parece el reino de Berria.