Las ETT ya gestionan en Euskadi 161.000 contratos al año, la mayor cifra desde 2007
Los sindicatos lamentan el aumento de la precariedad y denuncian el auge de las empresas de ‘outsourcing’, «un peldaño aún inferior»
Luis López
Jueves, 2 de marzo 2017, 01:42
Dicen los estibadores que el Gobierno, con la reforma del sector, lo que pretende es ponerlos en manos de las empresas de trabajo temporal, y lo dicen como si eso fuese una condena. Como que los arrojasen a un agujero negro. Porque esa es la imagen que tienen muchos trabajadores de las ETT.
Pero lo cierto es que estas empresas cada vez intermedian en más contratos. En el conjunto de España gestionaron 3,3 millones el año pasado. «Es el mayor registro de la historia», se felicita Alejandro Costanzo, director del gabinete técnico de la patronal del sector, Asempleo. Que disparen su actividad parece natural si se tiene en cuenta que la recuperación del mercado laboral se sustenta en el empleo temporal, y semejante coyuntura impulsa el papel de las ETT, cuyo protagonismo no deja de crecer desde 2012, alcanzando incrementos interanuales de hasta el 20%.
En Euskadi también ocurre eso. El año pasado las empresas de trabajo temporal gestionaron 161.640 contrataciones tras encadenar cuatro años de espectaculares subidas desde las 99.130 de 2012. Eso se traduce en que durante 2016 por estas compañías pasó el 18,8% de los 861.069 contratos temporales que se firmaron en la comunidad autónoma, y el 17,4% del total de las contrataciones, que fueron 926.599 (incluyendo las indefinidas).
Semejante protagonismo en el mercado laboral -y que éste no deje de crecer- se debe a que «las ETT son las empresas que mejor se están adaptando a las necesidades de las empresas», explica Costanzo. En concreto, a la «flexibilidad» requerida en un momento incierto en el que nadie sabe qué le deparará el futuro. Aunque, claro, eso de la flexibilidad da un poco de miedo porque a veces es la manera bonita de referirse a la precariedad.
La calidad del empleo cada vez es peor...
Se habla de empleo temporal como oposición a empleo de calidad, pero lo cierto es que en el mercado laboral hay empleo estacional que necesita ser cubierto... Otra cosa es que haya un uso fraudulento de la temporalidad para evitar cubrir puestos que deberían ser fijos.
Desde Asempleo recuerdan que las ETT gestionan algo menos del 20% de los contratos que se firman en Euskadi, y endosan las prácticas fraudulentas a piratas que se encuentran en el 80% restante. «Nosotros estamos muy regulados».
Las empresas miranlas redes sociales paraelegir a quién contratar
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Las redes sociales juegan cada vez un papel más importante a la hora de que una empresa seleccione a su personal. De hecho, el 86% de las compañías miran los perfiles en estas plataformas de los candidatos preseleccionados antes de decidir contratarles, según se desprende de un informe de Infoempleo y Adecco publicado ayer. El estudio revela además que el 78% de los usuarios utilizaron las redes sociales en 2016 para buscar empleo. Así, el 47% de los aspirantes fue contactado a través de este medio en relación a una oferta de trabajo en, al menos, una ocasión.
Los sindicatos, por su parte, son muy críticos con lo que está ocurriendo, y hace ya años que vienen denunciando la precarización del mercado laboral -el 93% de todos los contratos firmados el año pasado en Euskadi fueron temporales, y casi la tercera parte a tiempo parcial-. «Las empresas están haciendo un uso abusivo de los contratos temporales, y eso genera empleo de mala calidad», lamenta Loli García, responsable de Empleo y Formación de CC OO-Euskadi. Pero es que, a su juicio, el problema es mucho mayor porque existe «un peldaño aún inferior: las empresas de servicios», con las que la precarización alcanza, según asegura el sindicato, sus niveles más elevados.
Un «subterfugio»
En ELA coinciden con este análisis. Según Mari Cruz Elkoro, secretaria general de la Federación de Servicios de la central abertzale, «lo que está pasando es que muchas ETT se están convirtiendo en empresas outsourcing» para esquivar alguna de las obligaciones que les impone la ley. Por ejemplo, la que les hace «aplicar el convenio de la empresa principal» en los contratos que intermedian con el fin de que nadie entre a trabajar en una compañía cobrando menos que el de al lado, que hace lo mismo.
«El subterfugio es que grandes ETT se convierten en empresas de externalización de servicios», denuncia Elkoro. Es decir, se ponen el apellido outsourcing y se dedican a ofrecer «mano de obra por medio de subcontratas» con salarios «de miseria». Pone como ejemplo el caso de las camareras de piso en los hoteles, que algunas firmas ofrecen con sueldos de «10.200 euros al año, mientras el convenio de Hostelería de Bizkaia recoge 19.260».
La cuestión es que esta situación no sólo se da en los servicios, sino también en la industria, porque esas subcontratas «entran en las fábricas», de modo que empleos industriales con condiciones interesantes pasan a ser empleos de servicios con sueldos bajos. «La situación es mucho más grave de lo que reflejan los datos de contratación por ETT», advierte Elkoro.
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