Derio busca al millonario más goloso: «He estado toda la noche sin dormir, no sé quien ha ganado los 162 millones»

La expectación como marcaba la lógica fue máxima en el número 2 de Herri Plaza con un trajín que arrancó a medida que pasaban las horas. «¡Qué bien, me alegró mucho!», decía uno de los residentes, que poco después de que el despacho abriera a eso de las 10.00 horas estaba en la puerta para probar suerte. «Aquí somos todos pobres, ricos no hay, así que todavía es para alegrarse más por el afortunado», aclaraba Jesús Mayor, que todas las semanas juega a «la bonoloto, primitiva, quinielas...» Ahí hay que probar suerte.

«He estado toda la noche sin dormir, pensaba que esto no pasaba aquí porque siempre vemos que cae en Reino Unido, en Portugal...», relató Mariasun Henares, que regenta el negocio desde hace dos décadas junto a su marido. «Es difícil saber quién lo ha ganado porque lo ha comprado por internet. Puede ser de cualquier sitio, aunque lo lógico es que sea de aquí cerca, igual alguien que estaba trabajando y lo hace así porque no le daba tiempo a venir... Nosotros somos el punto de venta asociado como amigo que eligió», recordó.

Se trata del segundo mayor premio repartido en la historia de este sorteo en España. La combinación mágica fue 4, 8, 16, 17 y 20, junto a las estrellas 01 y 06. Únicamente ha sido superado por el bote que cayó en 2017 en Las Palmas de Gran Canaria. Entonces un único acertante se llevó nada menos que 190 millones de euros. Hasta este pasado viernes la mayor recompensa jamás otorgada en el País Vasco por Euromillones eran los 113 millones del boleto ganador de 2021 sellado en la administración de loterías del centro comercial Artea, en Leioa.

«Somos los segundos de España en dar el Euromillón más gordo», presumía esta lotera, cuya administración también ha repartido en dos ocasiones décimos del Gordo de la Lotería de Navidad, un segundo premio de la Bonoloto de 1,2 millones y un tercero del Niño, entre otros. Repartir suerte les viene de familia porque antes de la administración regentaban un bar enfrente y allí los padres de Amancio también ofrecían la posibilidad de jugar desde 1969.

En Derio prácticamente todos se conocen. Por eso, poco después de hacerse viral la noticia del premio, sus vecinos comenzaron a hacer conjeturas. Junto a la administración, en Artile Artean, las mujeres que se concentraban para tejer no hablaban de otra cosa. «Llevamos toda la mañana preguntándonos quién será el ganador y soñando qué haríamos nosotras con ese dinero», aseguraban Carolina Manrique, Carmen Castillo y el resto del grupo.

Enfrente, Rober Ojinaga se hacía la misma pregunta en el obrador Tahona Uribe. «Desde el viernes por la noche estamos hablando del tema. También puede pasar que ni siquiera se haya enterado del premio», opinó. En el bar  Adarve lo tenían claro. «Nos daremos cuenta si hay algún cochazo», afirmó uno de sus camareros. «Anoche, desde que nos enteramos, no tuvimos otro tema de conversación en plenas fiestas, ninguno reconoció que fuera el premiado, pero sobre todo nos alegramos por los loteros», resumían Inma y Agurtzane Diego.