Ainhoa Gorriz

Defender Basurto, defender Osakidetza

Jefes de servicio

Domingo, 13 de noviembre 2022, 00:05

La consejera de Salud, señora Sagardui, había dado orden de que a partir del 17 de noviembre los más de 30 trabajadores relacionados con la ... cirugía cardiaca de Basurto se incorporaran a Cruces. De hecho, el día 9 de este mes se iba a realizar la última cirugía en Basurto. Cruces acogería a este personal y a una importante lista de pacientes sin unas instalaciones preparadas.

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Una demanda de los cardiólogos, preocupados por el futuro de sus pacientes y el impacto de esta medida para un Servicio puntero, ha hecho que el traslado se haya paralizado de forma cautelar, pendiente de alegaciones. A raíz de ello, el Gobierno vasco ha realizado manifestaciones en todos los medios informativos posibles. Una de ellas, que «la concentración de la cirugía cardiaca en Cruces lleva forjándose más de 5 años y es, en este último año, cuando se ha adoptado la decisión». Es curioso que hace exactamente 5 años y 4 meses el lehendakari Urkullu inauguró nuevos quirófanos y nueva reanimación cardiaca en Basurto con un coste de 15 millones de euros, con la frase «que mejorará notablemente la atención que reciben los 360.000 vecinos y vecinas de Bilbao». ¿Creen que se estaba estudiando ya el traslado?

Otra manifestación ha sido que «la evidencia científica determina que cuanto mayor sea el volumen de pacientes a tratar los resultados son mejores». En múltiples foros hemos pedido una auditoria del rendimiento asistencial de los equipos de Cruces y Basurto para ver qué hay que mejorar. La consejera se ha negado a ello por la razón, para nosotros evidente, de que las cifras no avalan la propuesta.

Lo que no se dice es que el número de intervenciones por cirujano no va a aumentar y que los pacientes de Araba y Gipuzkoa se seguirán derivando a un centro privado que, por otro lado, no cumple los números que el Departamento de Salud exige para Basurto. Todo ello nos hace pensar que el Plan está sustentado en dos pilares, la privatización de la Sanidad y el desmantelamiento de Basurto. Que el señor Darpón, exconsejero de Salud, sea hoy alto directivo en una multinacional de sanidad privada nos convence del primero. Del segundo, el goteo de pérdida de tecnología y recursos a pesar de que nos siguen diciendo a nosotros, que somos los especialistas en esas áreas, que estamos equivocados. Sin ir más lejos, una nota del Ministerio de Sanidad que va a ser elevada estos días a las comunidades autónomas sostiene que, para la reparación de la válvula mitral por vía percutánea mediante la implantación de un clip, procedimiento que desde hace años se realiza en Basurto, se requiere de la presencia de cirugía en el centro. El futuro de Basurto nunca se ha precisado.

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Destacamos la actitud de dos autoridades en las que depositábamos nuestra confianza. Nuestro alcalde Aburto ha permanecido callado ante el plan que supone la demolición del hospital de Bilbao. El Ararteko se ha limitado a transcribir la opinión de la señora Sagardui, opinión que, obviamente, ya conocíamos, sin añadir consideración personal alguna, lo que nos parece muy preocupante y nos hace pensar en un bloqueo deliberado de la consejera.

Y mientras el Gobierno vasco se obceca en medidas erróneas sobre la cirugía cardíaca, el problema más grave de la Sanidad vasca sigue sin abordarse: no hay médicos/médicas ni enfermeros/enfermeras. Seguimos a la espera de que desde el Ejecutivo vasco se decidan a buscar soluciones a esta gravísima situación, que además va a empeorar rápidamente.

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Osakidetza ha sido un sistema público de Salud con una calidad elevada de la que nos hemos sentido siempre orgullosos, y que ha despertado la admiración de nuestros colegas en todas partes. Defender la permanencia en Basurto de la cirugía cardíaca y defender proyectos innovadores que avancen en la mejora de la salud de los bilbaínos es defender el hospital de Bilbao y Osakidetza. Bloquear las iniciativas que los profesionales de Basurto han planteado para mejorar la atención de nuestra población es confirmar el desmantelamiento del hospital. Desestimar las iniciativas de los profesionales de Basurto para investigar es ir en contra del país que necesitamos. Así no se consiguen mejores resultados en salud. Y por supuesto denunciamos una privatización encubierta que destruye el modelo de atención sanitaria que hemos venido disfrutando hasta hoy.

Jefes de servicio firmantes

F. J. Aguayo (Bioquímica), A. Aguirrezabal (Farmacia),

I. Antépara (Alergología),

A. Apezetxea (Calidad, Investigación, Innovación, Comunicación y Medio Ambiente), I. Arriaga (Neumología)

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A. Calderón (Digestivo)

E. Cintora (Radiodiagnóstico)

A.Collazos (Salud Laboral)

R. De Frutos (Anestesia y reanimación)

J. L. Díaz De Tuesta (Microbiologia)

J. A. Elexpuru (Neurocirugía)

R. Elorriaga (Traumatología)

M. C. Etxezarraga (Anatomía patológica)

G. Garay (Oftalmología)

M. García (Genética)

E. Garrote (Pediatría)

G. Fernández (Gestión clínica)

M. Fernández (Hospitalización a domicilio)

F. J. Fuertes (Medicina nuclear y radioterapia)

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J. C. García-Monco (Neurología)

M. L. García (Reumatología)

M. A. González (Psiquiatría)

A.Gutiérrez (Medicina Interna)

R. Izu (Dermatología)

A. Loizate (Cirugía general)

J. I. Minguela (Nefrología)

A. Oleaga (Endocrinología)

J. M. Ormaetxe (Cardiología)

J. Taboada (Medicina Preventiva)

S. Taramundi (Neurofisiología clínica)

M. Unda (Urología)

M. L. Vadillo (Rehabilitación)

C. Valdés (Cirugía Plástica)

M. Varona (Urgencias)

R. Vega (Cirugía Vascular)

Noticia Patrocinada

A. Zabala (Otorrinolaringología)

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