Borrar
La muerte más lucrativa

La muerte más lucrativa

El compositor de Liverpool es uno de los músicos fallecidos más rentables de la historia. Coches, guitarras, pianos, gafas, discos, autógrafos y hasta mechones de pelo. Todo se ha subastado

Ana del Castillo

Miércoles, 8 de marzo 2017, 22:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

John Lennon compuso en 1971 una de las mejores canciones de la historia de la música. 'Imagine' salió como si nada del interior de un Steinway modelo Z de pared, que 29 años después adquirió en una subasta el recientemente fallecido George Michael. En un arrechucho de patriotismo el músico británico desembolsó 409 millones de las antiguas pesetas para que el valioso instrumento no saliera de su país.

Pero el ex-Beatle tenía otro piano más famoso. Blanco. De cola. Tan brillante y enigmático que incluso tiene una réplica en el Museo The Beatles Story, en Liverpool.

El original continúa en el edificio Dakota, donde reside Yoko Ono, viuda de Lennon. Esto no viene a cuento, pero Lady Gaga, en una visita a Sean, hijo del desaparecido músico, tocó 'ese' piano. ¡El auténtico! El momento quedó inmortalizado con una fotografía que revolucionó las redes sociales y enfadó a los fans de The Beatles. «Con Gaga en casa de mamá, en el piano blanco», escribió el heredero de Lennon en Twitter. No sentó nada bien. Nada. «Vaya atrevimiento», «No se merece tocar semejante reliquia», llegaron a decir los melómanos. Tales fueron las críticas que Sean retiró la imagen de su cuenta. Hay cosas que son sagradas...

Lennon es uno de los músicos fallecidos más rentables de la historia. Coches, guitarras, pianos, gafas, discos, mechones de pelo y hasta el macabro autógrafo que firmó a su asesino. Todo ha sido 'subastable'. Perdón por el término.

«¿Quiere relajarse en el salón donde John Lennon compuso algunos de los temas más famosos de The Beatles?». Los comerciales lo tenían claro. «Esta casa se puede vender por mucho más si mencionamos al 'beatle'». Y así fue. La mansión -o lugar de peregrinación de beatlemaniacos- conocida como Kenwood, en Weybridge (Inglaterra), donde el músico vivió de 1964 a 1968, en pleno apogeo de la banda, se vendió por casi 17 millones de euros. Según los medios británicos, Lennon la adquirió por 20.000 libras.

Redondas y muy similares a las que usaba Mahatma Gandhi, las Teashades son el símbolo reconocible del artista. Nunca un miope pudo sacar tanta rentabilidad a un defecto ocular. Imaginen, como decía su letra. Pongan una cifra. ¿En cuánto están valoradas esas gafas hippies que Lennon lucía habitualmente? En el Museo de Liverpool y sobre la réplica del piano del que les hablaba, están posadas las lentes originales. La última vez que las tasaron alcanzaron los 1,5 millones de dólares. Y aún hay más. Su viuda sacó una foto a las gafas ensangrentadas tras el disparo de Chapman que acabó la vida de su esposo y utilizó la imagen para ilustrar la portada de su disco 'Season of Glass'.

La Gibson de más de 2,3 millones de euros

Durante un concierto en 1963, Lennon perdió de vista su guitarra acústica Gibson J-160E con la que había compuesto temas como 'Love me do' o 'I want to hold your hand'. Al parecer, alguien se la mangó.

Casi 50 años después, el instrumento volvió a adquirir el protagonismo que en su día tuvo. Apareció de la mano de un músico amateur de California que dijo haberla comprado medio siglo antes por 275 dólares.

La casa de subastas Juliens Auctions, encargada de vender el instrumento, aseguró que se trataba de la misma Gibson que había pasado por las manos de Lennon y su compañero George Harrison. Mismo número de serie, mismo grano y mismas cicatrices en la madera.

Otra casa de subastas, Sotheby's, sacó tajada de la faceta artística y literaria menos conocida del músico. En junio de 2014 se vendió la mayor colección privada de Lennon dinamitando las expectativas de todos los presentes. Autógrafos, dibujos satíricos, garabatos, poemas, historias cortas y desvaríos. Todo los lotes se despacharon, algunos por más del triple de lo esperado. La lenonmanía volvió a mostrar rentabilidad: la puja alcanzó los 2,1 millones de euros.

No era la primera vez que la popular Sotheby's conseguía 'insuflarse' fama con el nombre de Lennon. El icónico Austin Princess, con cinco asientos de butacas de avión que el músico mandó sustituir -y que lució en el vídeo promocional del álbum 'Imagine'- se subastó en septiembre de 2016 por cerca de 300.000 euros. Parte de la recaudación se destinó a Unicef y Make a Wish America.

Lennon era un apasionado de los coches. Nada más aprobar el carnet de conducir, en 1965, la puerta de su casa se llenó de automóviles. Aquello parecía un concesionario de lujo. Las grandes marcas querían sentar sus posaderas sobre uno de sus diseños. ¿Quién lo consiguió? Ferrari.

Por comprar, compró hasta una isla en la bahía de Clew (Irlanda) a la que fue con su familia en contadas ocasiones. La idea del músico de Liverpool era cederla para que una comuna hippie se instalara en la isla, pero tras la muerte del artista Yoko Ono decidió venderla y donar el dinero a un orfanato del país. En septiembre de 2012, la isla de Dorinish -que es así como se conoce- se vendió nuevamente por 240.000 libras, 14 veces más caro que lo que pagó Lennon 45 años antes.

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios