Jun Märkl quería seguir tres años más al frente de la Sinfónica de Euskadi
El responsable de la formación decidió no renovar su contrato porque busca un director de otro perfil
César Coca
Viernes, 13 de mayo 2016, 02:15
El director titular de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, Jun Märkl, se despedirá de la formación en junio de 2017 pero quería seguir al frente ... de la misma otros tres años. La noticia de su salida de la OSE a la finalización de su primer contrato trascendió la pasada semana (EL CORREO la publicó el jueves) pero ahora es el propio Märkl quien ha explicado a este periódico que él tenía intención de continuar el trabajo realizado por un período de tres temporadas más y para ello el pasado febrero planteó la renovación de su contrato. Pero, asegura, el director general de la formación se negó a negociar las condiciones que planteaba.
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Oriol Roch confirmó ayer esa información. «Recibí su propuesta y le dije que mi intención era no firmar un nuevo contrato porque creo que es interesante que la orquesta conozca nuevas formas de trabajo. Es bueno para una formación así que se vayan alternando unos y otros estilos», añadió.
Märkl llegó a la OSE con categoría de asesor con un contrato de dos temporadas, de la mano de Íñigo Alberdi, el anterior director general de la orquesta. La formación llevaba un año sin titular tras la salida antes de tiempo de Andrés Orozco-Estrada, fichado por una orquesta alemana. Pero Alberdi, que estaba a punto de dejar su puesto, no quería hipotecar a su sucesor, de ahí que optara por esa fórmula atípica pero menos comprometida. Cuando Roch se hizo cargo de la dirección general, transformó el nombramiento en el de director general y ofreció a Märkl un tercer año, con lo que el contrato pasaba a tener una duración más habitual en el mundo de las orquestas. «Estoy muy satisfecho de la decisión que tomé entonces. La orquesta pudo trabajar con un titular desde el primer minuto, se han hecho proyectos interesantes y hemos diseñado codo con codo la próxima temporada -ha explicado Roch-. Mi intención era que siguiera vinculado a la OSE, subiéndose al podio como invitado en los próximos años, pero no con un contrato de titular».
Pide explicaciones
Märkl asegura que ofreció la firma de un contrato por otras tres temporadas para dar a la orquesta un futuro estable y desarrollar un plan de trabajo con antelación suficiente para atraer a importantes solistas, directores invitados y compositores, que, subraya, «habitualmente programan sus conciertos con dos o tres años de antelación». El director titular de la formación sostiene que su propuesta fue rechazada sin que Roch consultara a la orquesta, lo que, apunta, es hoy una práctica habitual. Incluso destaca que cuenta con el apoyo del 80% de los instrumentistas y que el director general no ha explicado las razones que lo han llevado a tomar una decisión tan relevante para el futuro de la orquesta.
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La OSE, como la mayor parte de las orquestas, cuenta con un comité artístico que se dedica a hacer un seguimiento del trabajo realizado, se analizan los proyectos que pueden llevarse a cabo y se proponen también solistas y directores invitados que podrían ser interesantes para la formación. Según confirmó ayer a este periódico Oriol Roch, fue en el seno de esa comisión -formada por los solistas de las familias instrumentales, algunos músicos elegidos por sus compañeros, los directores general y técnico y el titular cuando le corresponde una semana de trabajo con la orquesta- donde hubo un cierto debate sobre la finalización del contrato de Märkl. Allí, algunos músicos plantearon la posibilidad de prorrogar su estancia durante una temporada más. Pero «eso tampoco encajaba con su propuesta ni me pareció que era conveniente», dijo.
El director alemán, que ayer se subió al podio de la OSE por última vez en esta temporada, entiende que no hay motivos artísticos que justifiquen que se haya rechazado su propuesta para la formalización de un segundo contrato y se pregunta cuáles son las causas verdaderas de que deba despedirse de una orquesta con la que ha desarrollado un trabajo que ha permitido dar a la formación una relevancia internacional.
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Las desavenencias entre los directores y las orquestas no resultan infrecuentes. Tampoco lo son las salidas por la puerta de atrás. La propia OSE vio cómo su anterior titular se despedía de manera inesperada. En 1993, Miguel Ángel Gómez Martínez se marchó de forma abrupta a causa de sus discrepancias con el entonces director general, Elías Elorza.
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